Así se puede dar vida a los dibujos de los niños
Una herramienta de Meta permite que los personajes dibujados en papel puedan saltar, caminar o bailar
Los personajes dibujados por los niños pueden saltar, caminar y bailar, tal y como hacen en las series de animación. Investigadores de Meta han creado una herramienta para animar los dibujos hechos a mano, siempre que tengan las características de una persona, como dos brazos, dos piernas o una cabeza. En cuestión de segundos, el programa convierte el dibujo que está en el papel en un personaje que se mueve hasta de 35 formas diferentes.
Funciona así. Primero hay que tomar una foto del dibujo ...
Los personajes dibujados por los niños pueden saltar, caminar y bailar, tal y como hacen en las series de animación. Investigadores de Meta han creado una herramienta para animar los dibujos hechos a mano, siempre que tengan las características de una persona, como dos brazos, dos piernas o una cabeza. En cuestión de segundos, el programa convierte el dibujo que está en el papel en un personaje que se mueve hasta de 35 formas diferentes.
Funciona así. Primero hay que tomar una foto del dibujo original y subirla a la página de la plataforma. El programa detecta la figura dibujada y la separa del entorno, resaltando el personaje. En este paso, se pueden hacer ajustes de forma manual (con la pluma para añadir y la goma para borrar). Después de aislar la figura sin incluir nada más en la página, se muestra sobre el dibujo una estructura simplificada del cuerpo, indicando qué es la cabeza, el torso, los brazos y las piernas. Esas son las articulaciones del personaje, para que luego se mueva como si fuera una persona. Y si el personaje no tiene brazos, por ejemplo, no hay problema: el programa sugiere arrastrar “los codos y las articulaciones de la muñeca lejos del personaje” para que se mueva como si lo tuviera. Una vez completados todos esos pasos, el dibujo estará listo para brincar, caminar, saludar o bailar. Al final del proceso, es posible descargar el vídeo con la animación y compartirlo con amigos, familiares o en las redes a través de un enlace.
Los creadores de la herramienta argumentan que la gran mayoría de las técnicas de inteligencia artificial (IA) son empleadas para analizar imágenes realistas de personas, como las fotografías. Pero la forma que tienen los niños de dibujar, muchas veces de manera abstracta, asimétrica y no realista, dificulta este proceso de identificación por una máquina. Jesse Smith, ingeniero de investigación de Meta, explica a EL PAÍS que hay mucha variación en el estilo y la morfología de este tipo de figuras, lo que dificulta que la IA haga predicciones precisas. “También es difícil porque muchas de las claves que son útiles para analizar objetos en fotografías, como los colores y texturas, no están presentes en los dibujos amateurs”, subraya.
Mientras un padre o profesor puede reconocer fácilmente a una abeja con piernas y zapatos, un árbol con brazos o un carrito con rostro que representan una figura humana en la imaginación del niño, para la inteligencia artificial resulta difícil encontrar esta asimilación. Hacerlo, explica el ingeniero, requiere muchos datos. “No existían grandes conjuntos de datos para entrenar al algoritmo. Es lo que nos llevó a lanzar este proyecto”, sostiene Smith.
El modelo fue desarrollado hace ya más de un año y se subieron 6,7 millones de imágenes a la versión demo de la plataforma. La semana pasada, Mark Zuckerberg, fundador de Meta, anunció la apertura del código y una base de datos con 180.000 dibujos para que otros investigadores y creadores puedan usarlo. “Publicamos un documento técnico revisado por pares que describe cómo funciona todo y todas las decisiones de diseño en detalle”, dice el ingeniero de la compañía.
Si bien el programa es sobre todo entretenido, también podría ser útil en el ámbito educativo, como para hablar sobre términos tecnológicos desde edades tempranas, de una forma en que los niños entiendan fácilmente. “Sé de profesores que emplean la demostración del navegador para explicar sobre aprendizaje automático: el dibujo es una entrada. El modelo piensa que el codo está aquí y eso es una predicción. ¿Ves cómo está un poco fuera de lugar? Eso es un error de predicción”, ejemplifica por correo electrónico.
¿Sería posible añadir a otras características a la animación, como sonidos, para tener una especie de historia en video que combine el dibujo y diálogos? Smith sostiene que sí, aunque del momento “Meta no tiene planes” de llevarlo a cabo. “Sin embargo, como el código y los datos están abiertos, otros podrían crear algo como esto”, prosigue el investigador. “Yo tengo un hijo de 14 meses. Para cuando tenga cinco años, me encantaría que esto fuera parte de una herramienta de narración de animación, con todas las funciones para generar fácilmente sus propias historias animadas desde cero”, concluye.
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