Australia desata la primera gran batalla entre los medios y las tecnológicas
Facebook veta las noticias a millones de usuarios en respuesta al proyecto de ley para obligarle a pagar a los editores
Los australianos que este jueves entraron en su perfil de Facebook se quedaron a oscuras informativamente después de que la compañía cumpliera con su amenaza de bloquear el contenido de los medios locales o internacionales a sus millones de usuarios en el país. El apagón también afectó a quienes consultan la red social desde fuera de Australia, que ya no reciben informaciones de medios de comunicación del país oceánico, según certificó la agencia AFP.
La decisión supone un salto cualitativo en el pulso que enfrenta desde hac...
Los australianos que este jueves entraron en su perfil de Facebook se quedaron a oscuras informativamente después de que la compañía cumpliera con su amenaza de bloquear el contenido de los medios locales o internacionales a sus millones de usuarios en el país. El apagón también afectó a quienes consultan la red social desde fuera de Australia, que ya no reciben informaciones de medios de comunicación del país oceánico, según certificó la agencia AFP.
La decisión supone un salto cualitativo en el pulso que enfrenta desde hace una década a los editores y a las grandes tecnológicas y que, hasta ahora, se desarrollaba más en el terreno de las amenazas que de los hechos. Los medios consideran que Google o Facebook se aprovechan del trabajo de los creadores de contenido sin aportarles ninguna remuneración, mientras le arrebatan la mayor parte de la tarta publicitaria. Google y Facebook alegan que gracias a ellos se ha multiplicado la cifra de lectores.
La maniobra de la compañía responde al proyecto de ley introducido por el Gobierno de Scott Morrison, que se está debatiendo en el Senado y que pretende que Facebook y Alphabet —matriz de Google— paguen a los editores por los enlaces a sus noticias en estas plataformas. Algunas páginas vinculadas al Departamento de Sanidad y otras de Emergencias, así como algunas entidades benéficas, también fueron bloqueadas, aunque Facebook rectificó más tarde y volvió a dejarlas operativas.
La respuesta de Facebook contrasta con la de Google, que horas antes había anunciado que pagará durante los próximos tres años a News Corp, el imperio de Rupert Murdoch, por el material que distribuyen muchas de las cabeceras de su imperio. Entre ellas, The Wall Street Journal, Barron’s, MarketWatch y The New York Post en Estados Unidos; The Times, The Sunday Times y The Sun en el Reino Unido; y otras publicaciones en Australia como The Australian, Sky News y news.com.au. El acuerdo podría significar un nuevo acercamiento entre Canberra y la firma de Mountain View y llega después de que el gigante del buscador acordara desembolsar 63 millones de euros a 121 editores de prensa en Francia, según Reuters.
Respuesta “arrogante”
En una reflexión colgada precisamente en Facebook, el primer ministro australiano catalogaba el bloqueo de “arrogante”, a la vez que alertaba de la actitud que caracteriza a algunas de las grandes tecnológicas. “Estas acciones confirman las preocupaciones que un elevado número de países están expresando en referencia al comportamiento de las big tech, que se creen más importantes que los gobernantes y que consideran que las leyes no están hechas para que ellas las cumplan. Puede que estén cambiando el mundo, pero eso no les da derecho a dirigirlo”, colgaba Morrison. “No permitiremos que nos intimiden ni que presionen a nuestro Parlamento, ahora que se vota el proyecto sobre el canon relativo a las noticias en formato digital. De la misma forma que no cedimos cuando Amazon amenazó con abandonar el país”, añadía el jefe de Gobierno.
“Las compañías que operan en Australia tienen el deber de cumplir con las leyes aprobadas por el Parlamento”, dijo Paul Fletcher, ministro de Comunicaciones. Su homólogo de Finanzas, Josh Frydenberg, definió la estrategia de Facebook como “inútil y autoritaria” y dañina para su imagen.
El proyecto de ley lleva debatiéndose casi un año. Impulsado por la Comisión Australiana de Competencia y Consumidores (ACCC, por sus siglas en inglés), pretende obligar a las dos grandes plataformas a negociar con los editores un precio por sus contenidos. Según el proyecto de ley australiano, el precio a pagar no dependería solo de la capacidad de negociación de cada medio con Google o Facebook, sino que iría a un arbitraje externo si no hubiera acuerdo.
Facebook, por su parte, afirma que el nuevo proyecto de ley parte de una base errónea, puesto que son los propios medios de comunicación los primeros interesados en proyectar su contenido allí, dado que gracias a su poder de difusión pueden llegar a más gente. “Al contrario de lo que algunos sugirieron, Facebook no roba contenido noticioso. Los medios eligen publicar sus notas en Facebook porque encuentran nuevos lectores, consiguen suscriptores y mejoran sus ingresos. Las organizaciones de noticias no usarían Facebook si no contribuyera a su rentabilidad”, decía el pasado miércoles William Easton, gerente de Facebook en Australia y Nueva Zelanda, mediante un comunicado. Según Facebook, los editores australianos pudieron recaudar alrededor de 261 millones de euros a partir de las menciones en la plataforma de Zuckerberg.
El apagón de Facebook en Australia tiene un precedente remoto en España. En 2014 Google, echó de su plataforma Google News a los medios en respuesta a la ley de propiedad intelectual que obligaba a los agregadores a pagar por las informaciones indexadas. A medio plazo la medida no afectó al tráfico de los periódicos, que siguieron en Google, pero fuera de la citada herramienta.
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