Una bebé de 16 meses que nació con el paladar fisurado recibe el primer trasplante de mucosa palatina artificial en Europa

Con el paso del tiempo, la sonrisa de Nabila será como la de cualquiera. No era esa la perspectiva cuando nació el 2 de febrero de 2023 con una fisura en el paladar, una apertura que mantenía nariz, labio superior y encía separados, según explica el médico que la ha intervenido, y que ha tratado lo que siempre se ha conocido como labio leporino (ahora es un término en desuso).

Nabila nació con una malformación congénita —su madre recuerda que hay un familiar suyo con esa característica— que afecta a uno de cada 700 recién nacidos. Una ecografía a las 20 semanas de gestación ya lo mostró a sus padres, José Luis Anguiz y Rosana Garrido, de Baeza (Jaén). A los 16 meses, Nabila ha recibido un trasplante de mucosa palatina artificial que, poco más de un mes después de la operación, ya ha cerrado la fisura y ha devuelto a la niña una sonrisa natural. Aún le falta recorrido porque se trata de un ensayo clínico pero las expectativas son halagüeñas.

Nabila fue monitorizada desde aquella ecografía en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada durante todo la gestación y poco después de nacer, con tres meses de edad, fue operada por primera vez. El objetivo de aquella intervención apuntaba al posterior trasplante. El doctor Ricardo Fernández, jefe del Servicio de Cirugía Pediátrica y miembro de la Unidad de Fisurados Labiopalatinos y Malformaciones Craneofaciales del centro hospitalario, extrajo células de la mucosa oral que fueron conservadas hasta que llegara el momento de realizar el trasplante.

El 19 de junio pasado, con la autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para el uso de esta mucosa palatina artificial en este ensayo clínico, se procedió al trasplante. El doctor Fernández y un equipo multidisciplinar del Virgen de las Nieves llevaron adelante una operación en varias fases que concluyó con los cirujanos pediátricos implantando el medicamento —así se considera esta mucosa artificial— en el paladar fisurado de Nabila. La niña estuvo ingresada apenas un par de días hasta que recibió el alta hospitalaria. Pasado un mes en el que, explica la madre, “las molestias no pasaron de los dos primeros días”, evoluciona favorablemente. Es la primera intervención en Europa en la que se trata un paciente con fisura labiopalatina mediante ingeniería tisular, esto es, mediante biotejidos artificiales.

Los padres han estado presentes, junto a su hija, en un acto celebrado este jueves en el hospital granadino en el que se ha presentado esta trasplante. También han estado, además de los doctores involucrados, la consejera andaluza de Salud, Catalina García, y el rector de la Universidad de Granada, Pedro Mercado, ya que el diseño de la mucosa tiene su origen en un grupo de investigación de la institución. Mercado ha recordado que “si bien los rankings son un resultado necesario para las universidades”, la aplicación de algo que surge en sus laboratorios y llega a la vida de un paciente para mejorársela “es el mejor resultado posible”.

Esta cirugía, que permitirá un desarrollo correcto de aspectos funcionales de la menor —como el habla y la deglución— y mejorará su estética, tiene su origen en una investigación del Grupo de Investigación de Ingeniería Tisular del Departamento de Histología de la Universidad de Granada, con experiencia de casi dos décadas en córneas y piel artificial. Su responsable, Miguel Alaminos, explica que la mucosa palatina creada “está constituida por células de la paciente, las que le extrajeron a los tres meses, y biomateriales naturales específicamente diseñados para esta estructura”. El equipo universitario diseñó la primera mucosa y su proceso de producción, que tiene lugar en el mismo hospital donde se ha operado a Nabila.

La mucosa artificial está autorizada por la AEMPS exclusivamente para su uso en este ensayo clínico que, según ha explicado el doctor Fernández, involucrará a 20 pacientes en total. Cinco de ellos recibirán un tratamiento similar al de Nabila, con las características personales de cada caso. Posteriormente, otros 15 recibirán tratamientos con y sin este producto artificial para comparar resultados. Todo ello requerirá seis años. En los cuatro primeros se intervendrá a los pacientes y los dos últimos permitirán tener un periodo adecuado de seguimiento.

A Nabila aún le queda un recorrido hasta que su fisura sea cosa del pasado. Mientras el paladar recupera totalmente su forma natural, la logopeda del hospital tratará de conseguirle el desarrollo óptimo del lenguaje. Y, alrededor de los nueve años, tendrá que volver a ser intervenida, porque aunque la mucosa ya se ha cerrado, no ocurre lo mismo con algunos huesos de la zona interior, sobre el paladar. Por ello, en ese momento tendrá que volver a la mesa de operaciones para que las cirujanas maxilofaciales del Virgen de las Nieves intervengan para cerrarlo y “mejorar su armonía facial”, explican los especialistas.

Esta mucosa palatina artificial que se ha injertado en Nabila tiene su origen en las células (queratinocitos y fibroblastos) que le extrajeron a los tres meses de vida, a las que se incorpora una matriz de un biomaterial de fibrina y agarosa. Las células propias impiden el rechazo de lo injertado y las artificiales le dan la consistencia necesaria. Por ahora, Nabila, sus padres y todo el equipo médico e investigador están más que satisfechos con el resultado. Insisten en que “es un ensayo clínico y no hay nada seguro”, pero el camino parece despejado hacia el éxito. Nabila y sus padres sonríen y cuentan que “ha sido un camino largo en el que hay que hacerse los fuertes muchas veces, pero merece la pena”. Los especialistas involucrados coinciden en que solo por lo bien que se ve esta mañana de jueves a Nabila, ya merecen la pena los más de diez años que llevan trabajando en ello.