España y Brasil afianzan su lucha conjunta contra el racismo

Las ministras de Igualdad de ambos países firman un memorando de cooperación “para avanzar hacia una sociedad con mayor justicia social”

La ministra de Igualdad, Irene Montero (d), y la ministra de Igualdad Racial de Brasil, Anielle Franco (i), durante una reunión en la sede ministerial, a 9 de mayo de 2023, en Madrid.Diego Radamés (Europa Press)

El racismo sigue siendo uno de los principales problemas de discriminación, una realidad estructural poco nombrada en la mayoría de sociedades, que hay que combatir y atajar desde la raíz. Así lo han expresado este martes la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la ministra de Igualdad Racial de Brasil, Anielle Franco, minutos antes de firmar un Memorando de Entendimiento para la promoción de la igualdad racial y la lucha contra el racismo, la d...

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El racismo sigue siendo uno de los principales problemas de discriminación, una realidad estructural poco nombrada en la mayoría de sociedades, que hay que combatir y atajar desde la raíz. Así lo han expresado este martes la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la ministra de Igualdad Racial de Brasil, Anielle Franco, minutos antes de firmar un Memorando de Entendimiento para la promoción de la igualdad racial y la lucha contra el racismo, la discriminación racial y otras formas de intolerancia. El acuerdo establece el compromiso de ambos departamentos para “avanzar hacia una sociedad con mayor justicia social” a partir de medidas educativas, económicas y de seguridad.

“Firmamos para cooperar en la lucha contra el racismo y para avanzar en materia de igualdad”, ha asegurado la titular de Igualdad, que ha incidido en que el memorando facilitará el aprendizaje de los conocimientos y buenas prácticas de Brasil y de otros países de América Latina. Montero ha afirmado que es necesario hablar de las conductas racistas “sin tapujos”, pero también combatirlas. Hacer que “todas las personas racializadas entiendan que las instituciones son cada vez lugares más seguros para acceder a todos sus derechos” y acercar a ellas las políticas públicas que garantizan su bienestar.

El Ministerio de Igualdad ha reconocido que quedan todavía esfuerzos pendientes, como incluir materiales o información sobre la igualdad racial en el ámbito educativo, responder a los discursos xenófobos que “promueve y difunde la extrema derecha” en los medios de comunicación, y acabar con las situaciones de precariedad y pobreza que refuerzan el racismo.

Las palabras de Franco han apuntado en la misma línea que las de su homóloga española: “Hoy hablamos de cada persona inmigrante negra de Brasil y de España. Hablamos de la búsqueda de la memoria, de la verdad, de la justicia y, principalmente, de la reparación histórica. Por eso es tan importante firmar este memorando para el futuro de la cooperación técnica de estos tiempos entre nuestros países”. También ha recalcado los compromisos que quedan por hacer y que esperan abordar conjuntamente con España, entre los que se encuentra la evaluación del impacto del racismo en ambos países mediante estadísticas, estudios y la recolección de datos, que Franco ha calificado de insuficientes.

“La importancia de ampliar estos espacios a nivel global nos asegura garantizar la reproducción de pensamientos y acciones que tienen como objetivo el bienestar social a un nivel macro”, ha añadido Franco. La ministra brasileña, maestra de profesión, se hizo conocida en el país latinoamericano a raíz del asesinato de su hermana mayor, la activista por los derechos humanos Marielle Franco, en 2018. Desde ese momento, Franco ha estado involucrada en el activismo en defensa de las mujeres, los afrobrasileños, la comunidad LGTBI o los vecinos de favelas y de barrios en la periferia, para continuar con el propósito de su hermana. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, la nombró este enero ministra de Igualdad Racial de Brasil, un departamento que no había tenido precedentes en el Gobierno brasileño hasta ahora.

Para ambas ministras, la lucha contra el racismo y la igualdad feminista son inseparables. “Esta última ola [del feminismo] tiene muy claro que tenemos que estar todas para que podamos avanzar hacia una sociedad que no vulnere los derechos humanos, y así lo han demostrado las movilizaciones”, ha afirmado Montero. Al mismo tiempo, ha resaltado la necesidad de regularizar a todas las mujeres migrantes y trabajadoras esenciales que están en una situación administrativa irregular, “mujeres que hacen tareas esenciales para la vida familiar y social”. “Las que siempre han estado en los márgenes deben pasar por fin al centro de las políticas públicas”, ha concluido. Por su parte, Franco ha destacado el papel histórico de la población negra brasileña en la conquista de derechos: “No descansaremos hasta que ninguna persona negra no tenga hambre por falta de oportunidades y por el racismo sistémico que está presente en muchas instituciones”.

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