El obispado de Bilbao admite abusos de menores de 32 clérigos de su diócesis

18 casos corresponden a congregaciones religiosas y 14 a sacerdotes diocesanos ya fallecidos, pero la diócesis no revela nombres de los acusados, ni la fecha, ni el lugar de los abusos

Los representantes de la diócesis de Bilbao, Carlos Olabarri y Gemma Escapa, en la presentación de la memoria.Miguel Toña (EFE)

EL PAÍS puso en marcha en 2018 una investigación de la pederastia en la Iglesia española y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce algún caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en América Latina, la dirección es: abusosamerica@elpais.es.

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El obispado de Bilbao está siendo uno de los ...

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EL PAÍS puso en marcha en 2018 una investigación de la pederastia en la Iglesia española y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce algún caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en América Latina, la dirección es: abusosamerica@elpais.es.

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El obispado de Bilbao está siendo uno de los pocos que aporta información sobre los casos de abusos a menores que afectan a la Iglesia española. En 2019 puso en marcha la Comisión de Protección de Menores y Prevención de Abusos Sexuales, dirigida por el sacerdote Carlos Olabarri y dedicada a investigar los casos de pederastia ocurridos en el seno de esta diócesis y ofrecer amparo a las víctimas. Las averiguaciones realizadas por este grupo de trabajo han permitido abrir hasta este momento un total de 32 expedientes, que afectan en algunos casos a varias víctimas, de los que 14 corresponden a sacerdotes diocesanos ya fallecidos y los 18 restantes, a religiosos de diversas congregaciones, según ha informado la diócesis este miércoles en una comparecencia pública.

“En nuestra Iglesia también se han cometido abusos sexuales. Cualquier número de víctimas es demasiado y cualquier abuso, por leve que parezca, es insoportable e intolerable”, ha manifestado Olabarri antes de dar cuenta de los resultados obtenidos en casi tres años de trabajo tras entrevistarse con algo más de 50 personas afectadas. La abogada Gemma Escapa, miembro de la comisión, ha detallado que de los 32 expedientes, 14 siguen abiertos y otros 16 ya han sido cerrados porque no se han podido determinar las acciones que se podrían adoptar. Tres casos han sido denunciados ante la Fiscalía, de los cuales uno está archivado de forma provisional y los otros dos fueron tramitados por expreso deseo de las víctimas, pese a que estarían prescritos. La memoria recoge que los 14 curas diocesanos señalados por sus víctimas están fallecidos, aunque hay otros dos que no han sido identificados. Con respecto a los 18 casos que corresponden a órdenes religiosas, estas están siendo tramitadas por dichas congregaciones. No obstante, no ha precisado las fechas ni el lugar concreto donde ocurrieron los abusos. Tampoco ha revelado si hay acusados que pertenecen a otra diócesis o religiosos que cometieron los abusos fuera de Bizkaia.

La diócesis que dirige el obispo Joseba Segura se ha marcado el compromiso de velar por que todas las instituciones y ámbitos de su diócesis sean “lugares seguros y libres de abusos sexuales”, ha remarcado Olabarri. La comisión encargada de llevar adelante esta tarea, integrada por seis personas —el presbítero Olabarri, tres abogados, una educadora, una psicóloga y un exertzaina—, ha descubierto nueve supuestas agresiones sexuales en las investigaciones llevadas a cabo en 2022. El obispado de Bilbao, no obstante, es uno de los 30 que no han contestado en los últimos meses a la petición de la Fiscalía de que le entregasen todos los casos de pederastia que conocen y han gestionado internamente.

La diócesis vizcaína reconoció en enero de 2022 la labor realizada por el diario EL PAÍS en su Informe sobre casos de abusos de menores en la Iglesia española, animó a las víctimas a que denunciaran las posibles vejaciones sufridas y se comprometió a acompañarlas y darles la reparación que les corresponde. El episcopado no ha revelado cuáles de los casos que contabiliza pertenecen a los tres informes que este diario ha entregado a la Conferencia Episcopal Española (CEE) y que le afectan directamente. Este obispado asumió como suyas las palabras del papa Francisco sobre el problema de la pederastia en el seno de la Iglesia católica: “Han sufrido uno de los crímenes más viles y atroces que se pueden concebir, agravado por el abuso de poder y conciencia”. La diócesis tampoco ha revelado cuántas indemnizaciones ha pagado hasta el momento.

“Peticiones legítimas”

El servicio especializado en terapia familiar e individual Lagungo ha ofrecido ayuda psicológica a 10 de estas personas, de las que dos no necesitaron tratamiento, según han indicado los miembros de la comisión eclesial. Olabarri ha explicado que, en los encuentros mantenidos con las víctimas, estas han planteado peticiones “legítimas”: “Algunas piden privacidad, otras han salido a los medios para animar a las que no se atreven, otras quieren saber el nombre y apellidos de su agresor, solicitan reconocimiento y piden a la Iglesia que asuma responsabilidades, y otras están tan rotas que no han querido hablar con nosotros”, ha afirmado el sacerdote.

A partir de los testimonios recabados, la comisión recomendó elaborar dos informes independientes en torno la Casa de la Misericordia de Bilbao y el del Seminario de Derio. En el estudio referido a la Misericordia, elaborado por la Universidad del País Vasco (UPV), se ha identificado a un agresor y cinco víctimas entre los años 1961 y 1978. Todas las víctimas son varones y en el momento de los abusos tendrían entre 10 o 13 años. En el referido al seminario, encargado a la Universidad de Deusto, se señalan tres agresores y cuatro víctimas. Entre 1953 y 1956, uno de los agresores ejercía de director espiritual de los alumnos más jóvenes (11-12 años) y fue trasladado finalmente a las misiones de Ecuador. Este informe concluye que “es razonable aceptar que los responsables del seminario y de la diócesis tuvieron conocimiento de los abusos y ese fue el motivo de su salida en 1956. No consta ni procedimiento sancionador, ni medida disciplinaria en su contra”. También constan denuncias “verosímiles” referidas a la década de los sesenta y que implican a dos sacerdotes profesores del seminario.

Si conoce algún caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en América Latina, la dirección es: abusosamerica@elpais.es.

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