Las mascarillas solo serán obligatorias en centros sanitarios y farmacias desde el 8 de febrero

Sanidad informa en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que quedarán excluidas de la norma establecimientos como ópticas o centros de audiometría

Usuarios de transporte público con mascarrila en Santiago de Compostela, este jueves.ÓSCAR CORRAL

A partir del 8 de febrero los españoles podrán quitarse la mascarilla en el transporte público, tal y como anunció la semana pasada la ministra de Sanidad, pero también en establecimientos como ópticas y centros auditivos, donde hasta ahora había que usarlas. Así lo ha comunicado Carolina Darias a las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que se ha celebrado este jueves, según fuentes de la reunión....

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A partir del 8 de febrero los españoles podrán quitarse la mascarilla en el transporte público, tal y como anunció la semana pasada la ministra de Sanidad, pero también en establecimientos como ópticas y centros auditivos, donde hasta ahora había que usarlas. Así lo ha comunicado Carolina Darias a las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que se ha celebrado este jueves, según fuentes de la reunión.

El Consejo de Ministros del próximo martes (día 7) cambiará el Real Decreto que regula el uso de la mascarilla, algo que previsiblemente entrará en vigor al día siguiente, cuando se publique en el BOE. Se mantendrá su obligatoriedad solamente en centros y servicios sanitarios, en las oficinas de farmacia y en los botiquines, así como en los centros sociosanitarios, para las personas que trabajen en ellos, siempre que estén en contacto con personas residentes, y para los visitantes cuando estén en zonas compartidas.

La semana pasada, Darias adelantó que la decisión se tomaba gracias la recomendación de la Ponencia de alertas, dada “una situación epidemiológica muy estable”. Las hospitalizaciones por covid están en mínimos desde el comienzo de la pandemia y lleva muy estabilizada desde que terminara la séptima ola, el pasado verano.

La idea inicial era mantenerlas mascarillas hasta que terminara la temporada de infecciones respiratorias agudas, hacia marzo. Pero estas no están causando los problemas que se han visto otros inviernos de pandemia, ni siquiera en los anteriores. El exceso de mortalidad de este enero es el más bajo que se ha registrado: según los datos provisionales del sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) fallecieron 1.225 personas menos de lo previsto para esas fechas.

Los expertos insisten, sin embargo, en que la retirada de la obligatoriedad no quiere decir que no se deba usar en ningún momento. Lo recordaba recientemente Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias: “El mensaje no es que se vaya a retirar, sino que ahora la población tiene que ser mucho más responsable. Cuando tenemos síntomas deberíamos utilizarla de manera responsable y si somos grupos de riesgo o vulnerables también. Hay que entender que nuestra salud afecta de alguna forma a la de los demás, sobre todo cuando hay una enfermedad infecciosa de por medio”.

La mascarilla es el último resquicio normativo de la pandemia que queda en la vida diaria de los ciudadanos, justo cuando se cumplen tres años de que la Organización Mundial de la Salud declarase a la covid como emergencia sanitaria internacional. En revisión que el organismo ha hecho esta semana mantiene el mismo estatus, si bien los expertos que componen el comité de crisis ven por primera vez “un punto de inflexión” en la pandemia.


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