Un jurado condena por violación al cineasta Paul Haggis, guionista y director de ‘Crash’
El demandado tendrá que pagar al menos 7,5 millones de dólares a la publicista que le denunció
El movimiento Me Too animó a muchas mujeres a denunciar casos de abusos sexuales que se habían producido en el pasado y que habían quedado impunes. Al calor del mismo, una publicista denunció al cineasta canadiense Paul Haggins por abusos y violación en el apartamento del guionista y director en Manhattan (Nueva York) en 2013. Este jueves, un jurado le ha declarado culpable y le ha sentenciado a pagar a la víctima un mínimo de 7,5 millones de dólar...
El movimiento Me Too animó a muchas mujeres a denunciar casos de abusos sexuales que se habían producido en el pasado y que habían quedado impunes. Al calor del mismo, una publicista denunció al cineasta canadiense Paul Haggins por abusos y violación en el apartamento del guionista y director en Manhattan (Nueva York) en 2013. Este jueves, un jurado le ha declarado culpable y le ha sentenciado a pagar a la víctima un mínimo de 7,5 millones de dólares.
Por el tiempo transcurrido, en muchos casos de abusos y violaciones no había pruebas concluyentes para sostener una acusación penal. Las víctimas optaron en algunos casos, como en este, por la vía civil. Haggis, de 69 años, deberá pagar como compensación esos 7,5 millones de dólares a Haleigh Breest, de 36, que tenía 26 cuando se produjeron los hechos. Además, el jurado fijará más adelante una cantidad adicional por daños punitivos.
Haggis ganó dos Oscar en 2006 con su película Crash al mejor guion original y a la mejor película. También fue el guionista de Million Dolar Baby, Cartas desde Iwo Jima, Casino Royale, y Quantum of Solace. Como director dejó su firma en el largometraje En el valle de Elah o en la miniserie Show Me a Hero.
Haleigh le denunció en diciembre de 2017 mediante una demanda civil ante un juzgado de Nueva York. Otras cuatro mujeres que han participado en el juicio declararon que Haggis también había abusado de ellas en diferente grado, incluida una que dijo que había sido violada por el guionista en la década de 1990. En junio pasado fue detenido en el sur de Italia acusado de abusar sexualmente de una mujer durante dos días. Permaneció bajo reclusión en un hotel durante dos semanas hasta que un juez le permitió salir. La investigación de ese caso sigue en marcha.
Mensajes
Según la denuncia de la publicista, después de acudir al estreno de la película Efectos secundarios, Haggis la ofreció llevarla a su casa. Luego le dijo que se tomasen una copa antes y la presionó para que fuera en la casa de él, en lugar de hacerlo en un establecimiento público. Según declaró en el juicio, la mujer le advirtió: “Para que lo sepas, no voy a dormir esta noche en el Soho”, el lugar donde estaba el apartamento. Sin embargo, una vez ahí, Haggis se comportó de manera violenta, la besó, le arrancó las medias, la forzó a practicar sexo oral y la violó. Ella se quedó dormida después y amaneció allí a la mañana siguiente.
Tras seis horas de deliberación, el jurado ha dado credibilidad al relato de la víctima con el voto de cinco de sus seis miembros. Durante el juicio se han mostrado las comunicaciones posteriores al día de la violación. Haleigh escribió a una amiga que el cineasta se había mostrado “duro y agresivo” a pesar de que ella se mantuvo en su negativa. “Pensaba que solo me iba a llevar a casa. Qué ingenua”, escribió a una amiga. Al testificar, le dijo al jurado que se había sentido “atrapada como un animal”.
Haggis negó las acusaciones, dijo que la relación fue consentida, acusó a Breest de haberle exigido dinero a cambio de retirarlas y la demandó a ella, aunque su caso ha sido rechazado. También sostuvo la tesis de que todo era una conspiración de la Iglesia de la Cienciología en venganza por haberse retirado de la misma. El cineasta, sin embargo, ha mostrado contradicciones y cambios de versión. Primero dijo que no había tenido relaciones sexuales con la publicista, luego que no recordaba haberlas tenido y después que ella se mostró “pasional” en la cama.
El cineasta incluso reconoció que al besarla, ella le dijo: “No, no debería”, pero él se lo tomó como un comportamiento “burlón”, “un poco como Betty Boop”, el primer personaje femenino de dibujos animados que se comportaba sensualmente. Y que como recibía “señales contradictorias” le dijo que no tenía que hacer nada que no quisiese. “Nunca me dio ninguna indicación de que no fuese consensuado”, declaró en el juicio.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región