Las farmacias podrán dispensar compuestos del cannabis dentro de seis meses

El Congreso avala, con la única oposición de PP y Vox, el uso medicinal de la planta para tratar determinados tipos de dolor, incluido el oncológico

Una enferma de cáncer muestra sus productos derivados del cannabis, tras su legalización, el pasado 14 de junio, en Tailandia.ATHIT PERAWONGMETHA (REUTERS)

La Agencia Española del Medicamento deberá aprobar en el plazo de seis meses las condiciones para dispensar compuestos derivados del cannabis con fines terapéuticos. Los partidos del Gobierno han adquirido ese compromiso en el informe del Congreso de los Diputados aprobado este martes para abrir la puerta a la comercialización de los productos extraídos de esa droga con el fin de aliviar síntomas asociados a la esclerosis múltiple, algunas formas ...

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La Agencia Española del Medicamento deberá aprobar en el plazo de seis meses las condiciones para dispensar compuestos derivados del cannabis con fines terapéuticos. Los partidos del Gobierno han adquirido ese compromiso en el informe del Congreso de los Diputados aprobado este martes para abrir la puerta a la comercialización de los productos extraídos de esa droga con el fin de aliviar síntomas asociados a la esclerosis múltiple, algunas formas de epilepsia, efectos secundarios de la quimioterapia y dolores crónicos o de tipo oncológico. El informe ha contado con el apoyo de PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, PNV –impulsor de la iniciativa– y PDeCAT. Solo PP y Vox han votado en contra de las recomendaciones, que también habían sido acordadas con el Ministerio de Sanidad.

“Estamos ante un avance importantísimo”, afirmó el diputado socialista Daniel Viondi, encargado de la negociación con el resto de los grupos. “De él se beneficiarán no solo los pacientes actuales, sino sobre todo los futuros, a los que se ofrecen posibilidades para mejorar su calidad de vida”. Los socialistas, tras intensas negociaciones en los últimos días, han aceptado algunas de las demandas de los demás grupos, sobre todo de sus socios de Unidas Podemos y del PNV, la formación que había promovido el debate. Fue a petición del PNV que, hace ahora justamente un año, el pleno del Congreso acordó crear una subcomisión con este fin, que en los últimos meses ha escuchado voces de expertos y de pacientes para elaborar sus conclusiones. “Queríamos mejorar la vida de multitud de pacientes que llevan demasiado tiempo esperando”, comentó la diputada nacionalista vasca Josune Gorospe, “podemos asegurar que hoy hemos dado un paso adelante en la buena dirección”.

El PNV ha logrado que la disposición de los compuestos derivados del cannabis no se limite solo a las farmacias hospitalarias, como contemplaba la propuesta inicial del PSOE, más restrictiva en determinados aspectos. Se amplía el catálogo de dolencias para las que se podrán prescribir estos productos a los dolores oncológicos y a las “náuseas y vómitos” provocados por la quimioterapia y la endometriosis -un trastorno ginecológico-, que tampoco figuraban en el primer documento de los socialistas. La autorización para su uso abarcará además los dolores crónicos, el neuropático entre ellos. Los grupos que apoyaron el informe también acordaron incluir el plazo de seis meses a fin de que la agencia del medicamento encaje las recomendaciones del Congreso con la normativa vigente y permita “la disponibilidad en el mercado farmacéutico de extractos o preparados estandarizados del cannabis”.

En la actualidad ya se comercializan en España dos fármacos elaborados a partir de la planta del cáñamo, que han contado con financiación pública y de “los que se han beneficiado miles de pacientes”, subraya el informe aprobado. La novedad es que, cuando la agencia del medicamento lo autorice de forma definitiva, se podrán dispensar “fórmulas magistrales” elaboradas a partir de esa droga “a través de la red de farmacias del sistema de salud, con preferencia en las farmacias hospitalarias”, aunque también “se explorará” ampliarla a las demás boticas “que puedan reunir los requisitos”. Los tratamientos serán prescritos “preferentemente” por los médicos especialistas en cada área para las que están indicados. Regulaciones semejantes ya están en vigor en otros países europeos como Alemania, Italia o Portugal.

El Consejo General de Colegios de Farmacia acogió con satisfacción el texto acordado y valoró que incluya la posibilidad de que los compuestos no se expidan únicamente en las boticas de los hospitales, lo que podría dificultar su acceso a pacientes con problemas de desplazamiento. La opción de permitir la intervención de las farmacias de la red comunitaria ya había sido defendida por el máximo representante del colectivo, Jesús Aguilar, cuando compareció en el Congreso como uno de los expertos consultados por los grupos políticos. Que la dispensación no se ciña solo a los hospitales “beneficiará, sobre todo, al paciente”, declaró entonces Aguilar.

El informe aprobado reconoce que las evidencias científicas sobre los usos terapéuticos de compuestos extraídos de la planta del cannabis son “limitadas” y se ciñen a las enfermedades descritas. Solo podrá ampliarse a otro tipo de dolencias “cuando los estudios aporten indicios consistentes”. El Congreso aboga por que el Gobierno y las comunidades autónomas elaboren en el Consejo Interterritorial de Salud guías clínicas sobre la administración de estos compuestos, “en cuya elaboración participarán expertos procedentes de sociedades científicas y profesionales”.

Las recomendaciones del Congreso incluyen varias cautelas para garantizar un control efectivo de los tratamientos y evitar que este tipo de productos se puedan desviar al mercado negro para venderlos con fines distintos a los medicinales. En otras cosas, el Gobierno, en colaboración con las comunidades autónomas, deberá elaborar un registro general de los pacientes que estén recibiendo este tipo de tratamiento. “Es absolutamente necesario”, subraya el texto, evitar que la comercialización de estos productos “se confunda con una invocación genérica al uso del cannabis por la población”. El propio Congreso, la agencia del medicamento y la Delegación del Gobierno en el Plan Nacional sobre Drogas deberán hacer una evaluación anual sobre el funcionamiento de la nueva normativa y, en el caso de este último organismo, también sobre el consumo general de la droga, con especial atención a la adolescencia.

Dos de los socios habituales del Gobierno, ERC y EH Bildu, pidieron que se permitiese el autocultivo de cannabis con propósitos terapéuticos, pero los socialistas se opusieron alegando, entre otras cosas, que de ese modo se podría abrir una puerta para el desvío de las plantas al mercado negro. Ante el rechazo, ambos se abstuvieron. El PP, que, según fuentes de la comisión, había mantenido en los últimos meses una posición ambigua, acabó votando en contra, pese a que el PSOE le recordó que estas mismas medidas ya fueron aprobadas hace tiempo por gobiernos europeos de centroderecha, como el de Angela Merkel en Alemania. Los populares argumentaron que la evidencia científica es todavía insuficiente.

El rotundo rechazo de Vox estaba anunciado desde el primer día. La extrema derecha sostiene que esta decisión es solo un primer paso para legalizar todos los usos del cannabis, incluidos los recreativos. Los socialistas, sin embargo, ya vetaron el pasado año iniciativas en ese sentido de Unidas Podemos, ERC y Más País, que recibieron el apoyo no solo del resto de la izquierda, también de Ciudadanos y del PNV.

El informe será definitivamente aprobado por la Comisión de Sanidad del Congreso la próxima semana y enviado al Gobierno. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, se había comprometido a atender las recomendaciones del informe, cuyo contenido final ha sido también consensuado con ese departamento, señalaron fuentes socialistas.


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