La mayoría de los españoles cree que es pronto para retirar las mascarillas en interiores y la seguirá llevando
Una encuesta de 40dB. para EL PAÍS muestra que la mitad de la población se encuentra poco o nada segura con la nueva norma de uso del cubrebocas, que entra en vigor este miércoles
El fin de la obligatoriedad de las mascarillas, que ha aprobado el martes el Consejo de Ministros y entra en vigor este miércoles, preocupa a la mitad de España. Un 48,5% se muestra “poco o nada seguro” cuando piensa en su día a día sin cubrebocas, frente a un 48,4% que está “muy o bastante seguro”, según una encuesta flash realizada a 500 personas por 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER entre el lunes y el martes. En lo que hay una clara mayoría es en el porcentaje de población...
El fin de la obligatoriedad de las mascarillas, que ha aprobado el martes el Consejo de Ministros y entra en vigor este miércoles, preocupa a la mitad de España. Un 48,5% se muestra “poco o nada seguro” cuando piensa en su día a día sin cubrebocas, frente a un 48,4% que está “muy o bastante seguro”, según una encuesta flash realizada a 500 personas por 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER entre el lunes y el martes. En lo que hay una clara mayoría es en el porcentaje de población que opina que se trata de una medida precipitada (un 54%, mientras un 28,2% que dice que es el momento adecuado y un 10,2% que expresa que llega tarde). También son mayoría los que seguirán usándola en los ámbitos donde dejará de ser obligatoria.
Quien quiera abandonarla, podrá hacerlo en cualquier espacio interior, excepto en transportes públicos, discrecionales (como taxis), en servicios sanitarios de todo tipo, residencias (para visitantes y trabajadores) y farmacias, donde, por el momento, seguirá siendo obligatoria. A pesar de ello, el 70% cree bastante o muy probable seguir cubriéndose la cara en comercios, un porcentaje muy similar al de los que los seguirán haciendo en cines, teatros o exposiciones. Un 62,5% la seguirá llevando (bastante o muy probablemente) en centros deportivos o gimnasios, una cifra similar a la de bares y restaurantes y los centros de estudio o trabajo.
En el entorno de trabajo la norma general será que cada empleado haga lo que considere oportuno, pero la obligatoriedad estará supeditada en último extremo a lo que decidan los departamentos de riesgos laborales.
Entre la población que seguirá usando la protección abundan sobre todo mayores de 65 años, mientras que en el otro extremo, el de los que tienen claro que no lo harán, hay más jóvenes de entre 18 y 24 años, que también son los que más apoyan que la medida llega en el momento adecuado.
Esto es coherente con las recomendaciones de los expertos en salud pública y del Ministerio de Sanidad. Pese a que ya no será obligatorio, insiste en hacer un “uso responsable” del cubrebocas y apelan sobre todo a la población más vulnerable a sufrir complicaciones por la covid, que engloba a los mayores de 60 años, las mujeres embarazadas y los pacientes inmunodeprimidos.
En la conducta con respecto a la mascarilla, la encuesta también ha detectado sesgos ideológicos. La mayoría de todos los votantes de todos los partidos políticos creen que la medida ha llegado demasiado pronto, aunque entre los de Vox, 4 de cada 10 opinan que debería haberse tomado antes. Los que más respaldan que el momento es ahora son los votantes de los partidos que forman el Gobierno (PSOE y Unidas Podemos).
Los votantes del partido de extrema derecha son los que más seguros se muestran con la nueva norma y los que están más convencidos de que dejarán de llevarla en los lugares donde ya no será obligatoria.
En cuanto a sexos, no hay grandes diferencias, pero las mujeres se muestran más proclives a seguir usando la protección en bares y restaurantes y los hombres más seguros con la nueva normativa.
España ha sido uno de los países occidentales más rígidos con respecto al uso de las mascarillas. En su día fue de los pocos que se sumaron a la obligatoriedad de llevarla en exteriores (incluso lo impuso por ley, aunque no hubiera nadie alrededor) y es uno de los últimos de la Unión Europea que abandona la imposición en interiores. Cuando el Gobierno eliminó la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores, también fue muy común que muchos ciudadanos siguieran utilizando la protección, algo que previsiblemente va a suceder también en recintos cubiertos.
Las opiniones que muestran los ciudadanos en la encuesta coinciden con las advertencias que han venido haciendo un sector de expertos en salud pública. Aunque no había unanimidad entre ellos, algunos consideraban que no era el mejor momento de retirar las mascarillas justo después de la Semana Santa y con una nueva estrategia de vigilancia estrenada hace menos de un mes que permite a las personas con síntomas leves que hagan vida normal.
Los primeros datos de contagios tras el periodo vacacional, publicados este martes, han mostrado un repunte, tanto de los contagios como de las hospitalizaciones. Aunque ya no están indicados los diagnósticos a la mayoría de la población, sí siguen para los mayores de 60 años. Entre ellos, la incidencia acumulada a 14 días es de 505,8 casos por 100.000 habitantes, 70 más que en el último informe, del 12 de abril. Según el nuevo semáforo covid de Sanidad, el riesgo de transmisión ha pasado de bajo a medio.
Este martes había 5.635 pacientes hospitalizados por covid en España, un 15% más que hace una semana. En la UCI, sin embargo, los ingresos siguen cayendo: según el último informe, 345 personas están en cuidados intensivos, 23 menos que siete días antes.
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