Siete comunidades ya superan el 70% de la población con la vacunación completa en la semana que España logrará este objetivo

La semana empieza a apenas 427.000 personas del hito después de que Andalucía se sume a las autonomías con mayor cobertura

Un hombre recibe la vacuna contra la covid en el Wizink Center de Madrid el 24 de agosto.Chema Moya (EFE)

Andalucía se ha sumado este fin de semana a las comunidades autónomas que ya superan el 70% de población vacunada, un grupo del que ya formaban parte Aragón, Asturias, Castilla y León, Extremadura, Galicia y el País Vasco. Así lo recoge el informe del Ministerio de Sanidad de este lunes sobre la evolución de la campaña, el primero de una semana en la que España alcanzará este objetivo.

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Andalucía se ha sumado este fin de semana a las comunidades autónomas que ya superan el 70% de población vacunada, un grupo del que ya formaban parte Aragón, Asturias, Castilla y León, Extremadura, Galicia y el País Vasco. Así lo recoge el informe del Ministerio de Sanidad de este lunes sobre la evolución de la campaña, el primero de una semana en la que España alcanzará este objetivo.

Lo logrará, previsiblemente, este martes 31 de agosto, aunque no será hasta el miércoles 1 de septiembre cuando lo recojan los datos de Sanidad, que llevan un día de retraso. Será algo más tarde de lo que esperaba inicialmente el Gobierno —sobre el 18 de agosto—, pero unos días antes de lo que indicaba el ritmo de pinchazos de hace solo dos semanas, que apuntaban a que España alcanzaría el objetivo el próximo fin de semana.

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Dos factores han ayudado a este adelanto. El primero es de tipo contable: una revisión de los datos de Andalucía reveló hace 10 días que casi 300.000 dosis registradas como si fueran el primer pinchazo de Pfizer, cuando en realidad era el único que necesitan para completar la pauta quienes han pasado la infección. El segundo es una medida tomada por las comunidades para acelerar las inmunizaciones: acortar de seis meses a solo uno o dos el tiempo a esperar para vacunarse tras pasar la infección. Así, muchas personas contagiadas al inicio de la quinta ola, que deberían haber esperado hasta finales de año o inicios de 2022 para vacunarse, puedan hacerlo estos días.

Según datos de Sanidad (actualizados hasta el domingo), España ya supera los 65,4 millones de dosis administradas y son 32,81 millones los ciudadanos (el 69,1% del total) los que tienen la pauta completa. Esto supone que faltan 427.000 pautas completas para los 33,24 millones del 70% de la población. Salvo sorpresas por algún nuevo cambio en el registro de datos o una súbita caída de pinchazos este lunes y martes, España necesita estos dos primeros días de la semana para superar el porcentaje.

Con la cobertura vacunal por encima de casi todos los países de su entorno, España se adentra en una fase que los expertos definen como “los últimos kilómetros de la maratón, los que más cuestan”. La población con una dosis —que completará la pauta en las próximas semanas— asciende ya al 76,6%%. Si a este porcentaje se suma el 11% de menores de 12 años —que no se pueden vacunar porque no hay ningún suero aprobado para ellos— y cerca de 1% de ciudadanos que acaba de pasar la infección y aún no pueden recibir el pinchazo, apenas queda cerca del 12% ciudadanos susceptibles de ser vacunados.

“Es un porcentaje pequeño, pero es mucha gente en términos absolutos”, sobre 5,5 millones de personas, avisa el jefe de Medicina preventiva del hospital Clínic (Barcelona), Antoni Trilla. Aunque lo previsible es que esta cifra siga reduciéndose en las próximas semanas —el ritmo de vacunación es aún elevado entre los menores de 30 años, especialmente entre los adolescentes—, en los otros tramos de edad el ritmo se ha estancado y ya se pueden observar bolsas de población reticentes a vacunarse.

En el de 60 a 69 años, quedan unas 105.000 personas (un 2% del total) que aún no han recibido ninguna dosis, mientras en el grupo de 50 a 59 — en el que la vacunación apenas avanza, solo un punto porcentual en lo que va de mes hasta el 93,6%— aún hay más de 400.000 personas sin ningún pinchazo. Estos dos grupos son los que más preocupan a los responsables sanitarios por la elevada prevalencia de casos graves y mortalidad registrados en ellos.

En el grupo de 40 a 49, la vacunación también avanza muy lentamente —apenas 50.000 personas se pusieron la primera dosis en la semana del 20 al 27 de agosto—, cuando aún queda más de un millón de personas sin ninguna dosis, más de 13% del total. Un porcentaje que se dobla en el grupo de edad inferior, de 30 a 39 años, en el que el número de personas sin inmunizar se acerca a los 1,5 millones. En este caso, aunque a un ritmo muy lento, la vacunación avanza algo más rápido (100.000 primeras dosis la pasada semana).

Entre los menores de 30 años no es posible sacar conclusiones porque el porcentaje de primeras dosis ronda el 70% y sigue creciendo, por lo que no parece haber tocado techo, aunque ya se ha ralentizado entre los veinteañeros. En este grupo, sin embargo, hay que tener en cuenta ha sido el más golpeado por la quinta ola, por lo que hay muchas personas que han pasado la infección que, aunque quieran, aún no pueden vacunarse. Los expertos, además, confía que crezca el ritmo de pinchazos a partir de esta semana tras las vacaciones

Amós García, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), considera que los que faltan por vacunar forman un grupo heterogéneo. “Hay desde quien rechaza las vacunas; quien sigue dudando; los apáticos, que no muestran ningún interés y pueden actuar por el egoísmo de que se vacunen otros; y por último, las personas a las que es muy difícil llegar porque no tienen ningún contacto con el sistema sanitario”, añade García.

A estos cuatro grupos hay que añadir un quinto, el de que no se pueden vacunar por tenerlo contraindicado —por antecedentes de reacciones alérgicas muy graves, por ejemplo—, aunque todas las fuentes sostienen que es muy reducido, menor al 1% de la población. Los expertos no disponen de datos que les permitan cuantificar cada uno de estos grupos, aunque coinciden en que “los que aún tienen dudas y los apáticos son los más numerosos”, en palabras de Trilla.

Pedro Gullón, de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) e investigador en la Universidad de Alcalá, considera que tras una primera etapa en la que la disponibilidad de dosis era escasa y una segunda en la que el objetivo era facilitar en todo lo posible el acceso de la población a la vacuna, España entra en una tercera en la que será el sistema sanitario el que deberá buscar y persuadir a las personas aún no vacunadas. “Es algo que requiere el esfuerzo de todos, pero que quien mejor puede hacer es la atención primaria, por la cercanía y el conocimiento de las circunstancias del paciente que tiene”, defiende Gullón.

Una enfermera vacuna a un hombre en la 'Vacuguagua', un autobús que equipado que recorre playas y pueblos de Gran Canaria (hay otro en Tenerife) para vacunar a personas que aún no lo hayan sido. Ángel Medina G. (EFE)

Los expertos coinciden en que quienes recelan de partida suelen responder bien a la información y respuestas que les dan las personas en quienes confían, como los médicos de familia, por lo que es importante atender sus dudas. Para los apáticos, apuestan más por mensajes y campañas específicas, a veces buscando portavoces que puedan movilizar a este grupo. Trilla considera que las personas sin apenas contacto con el sistema sanitario no es muy numeroso. “Es un grupo de perfiles variados, algunos de ellos complejos de atraer al sistema como sabemos por otras dolencias, pero en un sistema sanitario público como el español no puede ser muy numeroso”.

Por último, los expertos coinciden en que a los antivacunas puros es mejor no dedicarles mucho tiempo ni esfuerzos, primero “porque son muy pocos y luego porque es difícil y complejo establecer un diálogo con personas que se mueven por criterios que no son muy racionales”, concluye Amós García.

El objetivo, más vacunados

Las comunidades centran sus objetivos en estos días en dar un vuelco a la caída del ritmo de pinchazos. En Cataluña, que mantiene el ritmo bajo de vacunación de las últimas semanas y solo ha administrado el 49% de las más de 2,3 millones de dosis recibidas el último mes, la Generalitat admite que más de 31.000 personas no se han presentado para recibir el segundo pinchazo, y pidió acelerar la protección de los menores antes de empezar el curso escolar.

Galicia, por su parte, ha puesto en marcha para esta semana un sistema de autocita dirigido a menores de 20 años aún sin vacunar. El pasado viernes se ofertaron 25.000 citas para este lunes y martes pero, a diferencia de la anterior ocasión en que se usó esta modalidad, cuando se agotaron en apenas unas horas, se han cubierto solo 6.000 huecos.

El País Vasco envió la semana pasada 225.000 mensajes a tres colectivos muy concretos: escolares, jóvenes de hasta 39 años y ciudadanos que se han infectado tras recibir la primera dosis para incentivarles y acelerar el proceso de vacunación. Todavía hay 74.000 citas libres.

Andalucía busca repescar a un millón de mayores de 12 años que, por diversos motivos, aún no se habían puesto la vacuna. Para ello, la Junta mantiene activos los casi 100 puntos de vacunación sin cita previa y, además, ha cambiado el protocolo de vacunación para quienes estaban pendientes de que pasaran seis meses desde su infección por coronavirus para poder vacunarse.

La Comunidad de Madrid ha hecho por su parte tres cambios: activar la vacunación sin cita previa para primeras y segundas dosis, a la vez que mantiene el sistema de autocita. En total son 11 los puntos para inmunizarse sin haber solicitado día y hora, entre ellos dos que vacunan 24 horas.

La Comunidad Valenciana ha reservado esta semana 43.200 dosis para los no vacunados con una campaña que, en principio, se extenderá durante las dos primeras semanas de septiembre.

Con información de Bernat Coll, María Fabra, Juan Navarro, Eva Saiz, Isabel Valdés y Sonia Vizoso.

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