Unas 70.000 personas forman una cadena humana en el mar Menor como protesta

Unas 70.000 personas se han reunido esta mañana para realizar una cadena humana que ha rodeado los 73 kilómetros de costa del mar Menor en señal de protesta por el desastre medioambiental que lleva años lavándose pero que ha sufrido una nueva crisis en los últimos días y ha provocado la muerte de miles de peces por falta de oxígeno. Entre esta semana y la pasada se han recogido entre cuatro y cinco toneladas de ejemplares muertos a causa de la gran cantidad de nutrien...

Unas 70.000 personas se han reunido esta mañana para realizar una cadena humana que ha rodeado los 73 kilómetros de costa del mar Menor en señal de protesta por el desastre medioambiental que lleva años lavándose pero que ha sufrido una nueva crisis en los últimos días y ha provocado la muerte de miles de peces por falta de oxígeno. Entre esta semana y la pasada se han recogido entre cuatro y cinco toneladas de ejemplares muertos a causa de la gran cantidad de nutrientes (nitratos y también fosfatos y amonio) que llega a la laguna salada de 170 kilómetros cuadrados, sobre todo procedentes de los abonos utilizados en la actividad agraria de la cuenca que vierte al mar Menor.

Los participantes en esta acción de protesta han ido llegado al lugar desde primera hora de la mañana con un lema: ‘Abracemos al Mar Menor’. Y así lo han hecho en una simbólica señal de luto por la laguna salada, condenada a la degradación si no se toman medidas urgentes. “Es una forma de despedirnos con dignidad de tantos animales que han muerto por culpa de la avaricia humana”, ha manifestado a Europa Press Jesús Cutillas, portavoz del grupo de coordinación Abracemos el Mar Menor.

Las miles de personas congregadas han guardado un minuto de silencio en señal de luto por la situación en la que se encuentra el mar Menor y sonado el himno Sol y sal, dedicado a la laguna y compuesto por la banda cartagenera Nunakat, que consiguió que a las voces de sus integrantes se unieran las de otros artistas como Miguel Ríos, Rozalén, Anni B Sweet, Carlos Tarque, Rozalén, Arde Bogotá, Ayoho, Gabriel de la Rosa (Shinova), Nina de Juan (Morgan) y Sean Frutos (Second).

A esta acción simbólica se ha unido también el velo de Ecologistas en Acción Diosa Maat, que con su participación en el mar Menor ha cerrado su campaña estival y ha puesto de manifiesto su protesta por la “mala” gestión de la laguna salada, al mismo tiempo que han pedido a los responsables políticos que “pongan fin a este desastre ecológico”. El velero de Ecologistas en Acción ha apoyado esta iniciativa ciudadana recorriendo las zonas más emblemáticas del paraje natural y exhibiendo pancartas que exigían un mar Menor vivo. El velero, que entró en la zona alrededor de las 12.00 horas, pasará el día en el centro de la laguna, cerca de la isla volcánica Perdiguera donde además de continuar la protesta tomará imágenes del estado del agua. La organización ecologista lleva años denunciando la “terrible” situación en la que se encuentra la zona y esta semana se ha unido a la protesta ciudadana argumentando que “están muriendo miles de peces y crustáceos a orillas de la que fuera la joya de la corona del medio ambiente regional”. También han hecho hincapié en las causas del desastre: “El proceso de eutrofización que sufre desde hace varios años por la entrada de fertilizantes de origen agroindustrial”. Protestas que la organización, como también ha hecho la plataforma SOS Mar Menor, han trasladado a la ministra Teresa Ribera, a quien entre otras cosas piden la intervención y prohibición inmediata de cualquier regadío ilegal y la creación de un anillo verde perimetral libre de fertilizantes.

Por su parte, Jesús Cutillas, ha dejado claro que “hay mucha rabia y hay que sacarla” y, aunque confía en la recuperación del Mar Menor, también ha manifestado que la clase política “se ha convertido en relaciones públicas y lo que tienen que aprender es a gestionar, porque les pagamos para ello”. En este sentido ha recalcado que los científicos llevan avisando “mucho tiempo de lo que iba a ocurrir” a quienes tienen el “poder” para actuar. Y ha remarcado: “Los científicos insisten en que el mayor problema que tiene el mar Menor es la entrada masiva y constante de nitratos y la solución pasa por evitar que ese 85% de veneno no entre”.