Ola de calor: 12 recomendaciones para hacer frente a las altas temperaturas
Beber agua antes de tener sed, evitar salir en las horas centrales del día y ventilar la casa por la noche son algunos de los consejos para soportar la canícula
Llega la primera ola de calor del verano y los termómetros suben con fuerza. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha alertado de que este “fenómeno adverso” que comienza este miércoles durará previsiblemente hasta el próximo lunes o martes con un ascenso de las temperaturas general y progresiva. Según las previsiones, a partir del jueves se podrían alcanzar los 44º o 45º en algunos puntos de la mitad sur del país.
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Llega la primera ola de calor del verano y los termómetros suben con fuerza. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha alertado de que este “fenómeno adverso” que comienza este miércoles durará previsiblemente hasta el próximo lunes o martes con un ascenso de las temperaturas general y progresiva. Según las previsiones, a partir del jueves se podrían alcanzar los 44º o 45º en algunos puntos de la mitad sur del país.
Las altas temperaturas pueden suponer importantes riesgos para la salud, según Alejandro Blanco, enfermero experto en Urgencias y Emergencias del Consejo General de Enfermería. “En una ola de calor, la regulación de la temperatura supone un estrés para nuestro organismo”, aclara. La temperatura ideal del cuerpo es de 35º a 37º, pero si sobrepasa estos grados debe hacer un esfuerzo para enfriarse. El experto lo explica con un ejemplo: “Estás sentado, pero es como si estuvieras corriendo. Te deshidratas y consumes mucha energía”. En un caso extremo, las altas temperaturas pueden provocar golpes de calor. “El sistema de regulación de la temperatura corporal se descompensa y al organismo se le agota la energía para hacer la termorregulación”, apunta Blanco.
Los efectos del calor no afectan a todo el mundo por igual. La canícula puede ser especialmente peligrosa para los colectivos más vulnerables, como las personas mayores, los niños menores de cuatro años, las mujeres embarazadas y las personas que trabajan al aire libre, según el Ministerio de Sanidad. Se debe tener cuidado con este grupo, según Blanco: “Si tienes en tu familia o conoces a personas en esta situación, llámalas, recuérdales las pautas que deben cumplir y vigila su estado”. Todos los años se producen muertes por golpes de calor. Repasamos los principales consejos para sobrevivir a la subida del mercurio.
Evitar salir en las horas centrales del día
Salir a la calle en plena ola de calor puede suponer un riesgo para la salud, especialmente en las horas centrales del día. “El sol incide de manera vertical, ha incidido durante buena parte del día en el suelo y la temperatura ambiental es muy alta”, señala Blanco. El enfermero recomienda evitar la franja entre las 12.00 y las 20.00 horas, especialmente en personas vulnerables. “En esos momentos es preferible quedarse en casa o en un lugar climatizado y fresco”, aclara el experto. Ante la necesidad de hacer recados o cumplir con tareas como hacer la compra, es mejor optar por las primeras horas del día.
No esperar a tener sed para beber
El principal problema de la ola de calor es la deshidratación que provoca en el cuerpo, según Blanco. “Cuando tienes sed es que ya estás deshidratado. El aire que respiras está seco, captas mucha menos agua en la respiración y necesitas beber para compensarlo”, aclara el enfermero. Los efectos son más nocivos para personas vulnerables: tanto los niños como las personas mayores tienen menos reservas hídricas en el cuerpo, según el experto. Para evitar riesgos, la mejor solución es beber antes de tener sed y con un ritmo continuado. “Si bebes mucha agua de golpe, el riñón desecha buena parte de la misma. Es mejor beber poco a poco”, aclara Blanco, que recomienda tener siempre una botella de agua a mano. Además, refrescar el cuerpo puede ayudar a que el organismo regule más rápidamente su temperatura.
Abstenerse de comidas copiosas
La digestión es un esfuerzo físico que ejerce el cuerpo aunque esté en reposo. “Si haces una comida muy pesada, el cuerpo pierde mucha energía para procesarla”, aclara Blanco. El Ministerio de Sanidad recomienda consumir alimentos ligeros que ayuden a recuperar las sales perdidas por el sudor, como ensaladas, frutas, verduras o zumos. Blanco subraya la importancia de mantener una dieta equilibrada: “Si no comemos grasas, el cuerpo tiene que generarlas y es un estrés extra. La clave está en tener una alimentación variada y prestar especial atención a los alimentos frescos como la fruta, con alto contenido en vitaminas, hidratos y agua”.
Disminuir el consumo de bebidas con cafeína, azúcar y alcohol
El café y las bebidas alcohólicas pueden ser el enemigo ante la ola de calor. “La cafeína es un estimulante y acelera nuestro metabolismo y frente al azúcar, nuestro cuerpo tiene que desechar el exceso. Estos tipos de bebidas generan un desgaste energético y pueden suponer un problema cuando el cuerpo tiene que luchar también frente al calor”, apunta. Algo similar ocurre con el alcohol, con un gran componente calórico que genera una dilatación de los vasos sanguíneos. “Nos descompensa el organismo y nos deshidrata, por eso después de beber cerveza tenemos sed y necesitamos ingerir agua”, apunta Blanco. El Ministerio de Sanidad recomienda disminuir el consumo de bebidas con cafeína, azucaradas y alcohólicas durante la ola de calor.
Evitar el deporte en exteriores hasta la noche
El deporte es un gran aliado para la salud física, pero puede suponer un riesgo ante las altas temperaturas. Blanco recomienda hacer deporte por la noche y especialmente a primera hora del día. “El ambiente se ha enfriado mucho más de madrugada, la temperatura será previsiblemente inferior, mientras que por la tarde es el momento en el que se acaba de ir el sol y el suelo puede guardar aún el calor”, apunta el enfermero. El experto destaca la importancia de hidratarse antes, durante y después de hacer ejercicio.
Cerrar de día y ventilar de noche
Mantener la casa fresca es ahora todo un reto. Blanco recomienda cerrar ventanas y bajar persianas siempre que sea posible durante el día y ventilar durante la noche.
Ropa transpirable
El Ministerio de Sanidad aconseja utilizar “ropa ligera, holgada y que deje transpirar”. Este último es el punto más importante para Blanco: “El tejido debe proteger del sol, pero sobre todo permitir que el sudor se evapore”. Recomienda dejar en el armario ropa sintética y apostar por algodón fino. Además, los colores claros reflejan más los rayos del sol y mantienen el cuerpo más fresco al evitar que el calor se concentre en la ropa.
Caminar siempre a la sombra y usar sombrero
En caso de salir a la calle, lo ideal sería evitar las zonas en las que el sol incida directamente. “Hay que buscar sitios con árboles para pasear, sombra y priorizar que los esfuerzos sean menores”, apunta Blanco. El Colegio General de Enfermería recomienda que los mayores eviten salir a la calle para evitar que les dé el sol. Un sombrero o una gorra puede ser también una opción frente al calor.
Duchas con agua tibia
En el momento de la ducha es preferible optar por agua tibia. “Si llegas de estar a una temperatura de 40 grados y te metes en agua muy fría, la diferencia térmica puede causar un impacto en el cuerpo. La piel se constriñe, la circulación central puede dar un pico de hipertensión e incluso puede generar accidentes cardiovasculares”, apunta Blanco. El resultado sería una hidrocución, lo que se conoce popularmente como corte de digestión. El experto recomienda bajar progresivamente la temperatura del agua para reducir el impacto de temperatura.
Evitar el aire acondicionado a muy baja temperatura
Encender el aire acondicionado puede generar un alivio instantáneo frente al calor extremo, pero esta opción puede conllevar riesgos. “Reseca el aire y si no incrementas tu ingesta de agua puedes sufrir deshidratación”, aclara Blanco. Además, el contraste de temperaturas supone peligros para nuestro organismo. “Toda la piel se dilata para termorregular, la sangre se dirige a la piel y baja la tensión. Se pueden producir síncopes de calor y mareos”, apunta el experto. A pesar del aire acondicionado, la temperatura ideal de nuestro cuerpo debería mantenerse entre 24º y 28º grados. Cruz Roja recomienda no utilizar el ventilador si dentro de la vivienda se superan los 35º, porque este aparato solo mueve el aire, no lo enfría.
No dejar a personas ni mascotas en vehículos estacionados y cerrados
Un coche cerrado, expuesto a la luz solar y en plena ola de calor puede ser “un verdadero horno”, según Blanco. Un informe de la Asociación Española de Pediatría y la Fundación Mapfre revela que con una temperatura exterior de 39º, el interior del coche se calienta a más de 60 ºC en tan solo 15 minutos. El Ministerio de Sanidad recomienda no dejar a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado, especialmente a personas menores de edad, mayores o con enfermedades crónicas.
Consultar al médico ante síntomas relacionados con las altas temperaturas
El Ministerio de Sanidad recomienda acudir a un centro de salud u hospital ante síntomas que se mantengan durante más de una hora y que puedan haber sido provocados por las altas temperaturas. Los síntomas relacionados con un golpe de calor son la astenia, fatiga que se convierte en malestar, los mareos, los vómitos e incluso la fiebre. “Uno de los signos más importantes es que dejas de sudar, significa que el cuerpo no está termorregulando y es un cuadro grave”, señala Blanco. Estos síntomas pueden manifestarse a los dos o tres días de que una persona haya estado expuesta al calor. El experto recomienda observar las señales que pueda lanzar el cuerpo.