Cuatro comunidades detectan transmisión local de la variante india, pero supone menos de un 1% de los diagnósticos
Madrid, Cataluña, Castilla y León y la Comunidad Valenciana han localizado casos sin vínculo conocido
La variante delta del coronavirus, detectada por primera vez en la India, supone una amenaza difícil de cuantificar. Mientras que el Reino Unido ha retrasado su desescalada cuatro semanas para frenarla tras un súbito incremento de casos, en España cuatro comunidades (Madrid, Cataluña, Castilla y León y la Comunidad Valenciana) ya han registrado transmisión comunitaria de esta estirpe, pero sigue si...
La variante delta del coronavirus, detectada por primera vez en la India, supone una amenaza difícil de cuantificar. Mientras que el Reino Unido ha retrasado su desescalada cuatro semanas para frenarla tras un súbito incremento de casos, en España cuatro comunidades (Madrid, Cataluña, Castilla y León y la Comunidad Valenciana) ya han registrado transmisión comunitaria de esta estirpe, pero sigue siendo muy minoritaria en el país: menos de un 1% de los casos, según el último informe de variantes de importancia del Ministerio de Sanidad, publicado este lunes.
Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), ha restado importancia este lunes a la presencia de la variante india en España: “Es posible que poquito a poco vaya ocupando un espacio, pero hoy todavía se trata de casos testimoniales. No creo que tenga un impacto importante, que podría tenerlo, pero no debemos alertar más de la cuenta cuando no es necesario”. Simón ha subrayado que, aunque los datos sobre la virulencia de esta variante son todavía preliminares, no parece ser más agresiva ni más letal que la predominante en España, la británica (alfa), a la que corresponden en torno al 85% de los casos.
Uno de los problemas de la variante delta es que parece ser ligeramente más transmisible y que presenta algo más de resistencia a las vacunas. Con dos dosis, las diferencias son mínimas y las vacunas siguen siendo altamente efectivas, especialmente para evitar casos graves. Pero cuando una persona tiene solo una, la variante india resulta más infectiva; tanto con Pfizer como con AstraZeneca la protección baja al 30%, frente a aproximadamente un 50% contra la variante británica, según informó la semana pasada el Instituto de Salud Pública de Reino Unido.
Por esta razón, el Reino Unido, cuya estrategia era inyectar masivamente primeras dosis y espaciar las segundas, está tratando de completar aceleradamente las pautas para finalizar la protección de sus ciudadanos. En España esto afecta sobre todo a la franja de edad de 60 a 69 años, que ha recibido AstraZeneca, para la que el Ministerio de Sanidad recomienda 12 semanas entre pinchazos: solo un 26% de los sexagenarios ha recibido la segunda inyección, frente a más del 40% entre quienes tienen entre 50 y 59, que empezaron más tarde.
La Comunidad de Madrid ya anunció la semana pasada que iba a acortar la pauta a 11 semanas para acelerar la inmunidad de los sexagenarios, algo que Simón ve con buenos ojos. “Si Madrid está en disposición de acortar [la pauta], es perfectamente válido, pero no por la variante delta, sino por cualquiera. Cuanto antes tengamos la pauta completa, mucho mejor, por cualquier variante que sea susceptible al efecto de las vacunas. Y, hasta ahora, los escapes inmunitarios son pequeños, afortunadamente. Madrid quiere garantizar la pauta completa para la mayor parte de la población cuanto antes, lo que están intentando todas las comunidades autónomas”, ha señalado en su intervención de este lunes.
Madrid viene pidiendo insistentemente más controles en el aeropuerto de Barajas, argumentando que los ciudadanos británicos pueden llegar al país sin necesidad de cuarentenas e introducir así la variante india. Para los expertos es difícil predecir cómo se comportará esta en nuestro país, si irá paulatinamente haciéndose con todo el nicho ecológico, como sucedió con la británica, o si las vacunas la frenarán antes. En el Reino Unido, donde ya es mayoritaria, se ha propagado sobre todo por grupos sin vacunar o con una dosis.
El hecho de que en España haya transmisión comunitaria quiere decir que hay casos localizados que no tienen vínculo conocido con otro ni han llegado desde el extranjero. Pero todavía suponen una muy pequeña porción. Al menos, que se sepa. Como explica Fernando González Candelas, catedrático de Genética de la Universidad de Valencia, la secuenciación aleatoria de los casos es lenta: “Conocemos lo que pasaba hace entre tres y cuatro semanas, pero no cómo está la situación ahora”.
Ese menos del 1% de diagnósticos que anota el Ministerio de Sanidad se refiere, pues, a la situación de mediados de mayo. Para Candelas es complicado hacer predicciones sobre cómo se comportará y si irá aumentando su presencia. “Es una posibilidad, pero no la única. No tenemos suficientes datos de lo que ha pasado a gran escala para poder predecir”, argumenta. En Reino Unido sí se ha convertido en mayoritaria en poco tiempo, pero a la vez que había un aumento de la incidencia. “No es fácil saber si este incremento se debe a la variante o la proliferación de la variante es culpa de la subida de casos”, remata el experto.
La incidencia sigue bajando en España
En España, la tendencia de la epidemia sigue en un ritmo pausado hacia abajo. Este lunes se registraron 104 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, según el último informe de Sanidad. Andalucía se ha convertido en la comunidad autónoma con más transmisión (184), al caer en La Rioja, que lo ha reducido este lunes a 180. Estas comunidades, junto a Aragón, Cataluña, Madrid, Navarra, País Vasco y Castilla y León son las únicas que sobrepasan una incidencia acumulada de 100 casos. Canarias, Comunidad Valenciana, Galicia y Murcia bajan de 50.
Simón ha recordado que la transmisión se da sobre todo en grupos de personas jóvenes que no están vacunadas. “En ellas hay subidas y estancamientos que no permiten que el descenso global nacional sea más rápido”, ha explicado. El director de CCAES ha advertido de que aunque son grupos en los que la letalidad del virus es más baja, se pueden producir fallecimientos, por lo que ha considerado prematuro retirar medidas de protección como las mascarillas. “En exteriores se podrá hacer pronto, pero en interiores no es el momento. Habrá que reducir limitaciones poco a poco conforme suba la inmunización gracias a las vacunas”, ha concluido.