Rocío Carrasco, a las víctimas de violencia machista: “Que no hagan lo mismo que yo. Que lo digan desde el minuto cero. Que no están solas”

“Me gustaría que cambiasen muchas cosas para todas las mujeres”, pidió en el último programa de ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’

Rocío Carrasco, en un instante del documental 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'.Mediaset

El último episodio de Rocío, contar la verdad para seguir viva, concluyó este miércoles por la noche con un mensaje de su protagonista a las víctimas de violencia de género: “Que no hagan lo mismo que yo. Que lo digan, que vayan a la puerta de quien pertenezca. Que lo digan desde el minuto cero, que no están solas”. Durante los últimos dos mes...

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El último episodio de Rocío, contar la verdad para seguir viva, concluyó este miércoles por la noche con un mensaje de su protagonista a las víctimas de violencia de género: “Que no hagan lo mismo que yo. Que lo digan, que vayan a la puerta de quien pertenezca. Que lo digan desde el minuto cero, que no están solas”. Durante los últimos dos meses, en una cita semanal, Rocío Carrasco, presentadora y famosa desde que nació, ha desgranado ante una audiencia media de más de 2,5 millones de espectadores el maltrato psicológico al que asegura que le ha sometido su exmarido, Antonio David Flores, durante más de 20 años, la depresión que ha sufrido y de la que aún se recupera y hasta un intento de suicidio en agosto de 2019. Tras la emisión de este documental, asegura que está “más fuerte, más segura”. Y sin temores: “No tengo miedo”.

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En una experiencia televisiva sin precedentes, que combina el espectáculo y el periodismo del corazón con el debate de algunos de los aspectos más duros de la violencia machista, Carrasco ha explicado con informes y documentos forenses el frustrado recorrido judicial de su caso, que quedó sobreseído provisionalmente en 2018, lo que significa que nunca ha sido juzgado y que con nuevas pruebas podría reabrirse, como ella ha expresado que sería su deseo.

“No estoy sola y ahora lo estoy menos”, lanza ella al final del documental en un alegato feminista, como lo calificó desde el plató la periodista Ana Bernal Triviño, que añadió: “Cuando las mujeres nos unimos somos imparables. El feminismo nos salva”. Bernal Triviño está especializada en violencia de género y ha explicado programa a programa, de forma didáctica y clara algunas de las claves más arduas de este enorme problema estructural que ha dejado ya 1.092 mujeres asesinadas desde 2003, las cinco últimas la semana pasada, en la que también fue asesinado un menor.

En este último episodio, comentado en directo desde el plató como cada semana, Rocío Carrasco explica la relación con su hija —que tiene una condena por maltrato contra su madre y con la que no tiene relación desde 2012—, y vuelve sobre el asunto con el que arrancó el programa televisivo el pasado 21 de marzo: el intento de suicidio, cuando tocó fondo. Pilar Álamo, coordinadora de la Guía de Salud Mental con Perspectiva de Género, entró en el programa en directo para recordar que el 25% de las mujeres que han sufrido violencia de género han intentado suicidarse, según la Organización Mundial de la Salud. Ella también pidió a las víctimas que no se callen: “Esa es la clave, el silencio mata. Tenemos que hablar de ello con personas de confianza”. Y les transmitió igualmente que no están solas: “Quiero decirles que las creemos, queremos ayudarlas”.

“Me gustaría que cambiasen muchas cosas para todas las mujeres”, pidió en el programa Carrasco: “Se les tiene que dar voz”. La protagonista del documental anunció que el próximo miércoles irá a plató a cerrar la experiencia televisiva con una última entrevista en directo. Ha grabado más de 60 horas de entrevistas con su testimonio, que se han emitido en la misma cadena, Telecinco, que durante años pagó a Antonio David Flores como colaborador y le permitió que alimentara contra ella el mito de mala madre con datos sin contrastar. De hecho, le preguntaron también por qué decidió grabar su testimonio con la misma productora y cadena para las que ha trabajado su exmarido, que fue despedido tras la emisión del primer capítulo. “Precisamente”, responde Carrasco. “Eran los primeros que tenían que saber la verdad”.

En este último episodio, como en los anteriores, su testimonio se intercala con imágenes de su hija, Rocío Flores, y de su exmarido en platós y en realities en los que hablaron mal de ella como madre y como mujer con la complicidad de los presentadores y colaboradores de la cadena. “En el Sálvame sois monstruos de las galletas y muchas veces carecéis de reflexión”, resumió sobre esa doble vertiente otro de los tertulianos en plató, Marc Giró, que lanzó una pregunta al respecto: “¿Esto le va a servir de algo realmente? […] ¿Vais a hacer periodismo o entretenimiento con perspectiva de género?”.

La conductora del programa, Carlota Corredera, respondió este miércoles por la noche a título personal: “Quiero creer que todo lo que hemos aprendido sobre la perspectiva de género, mi deseo es que no caiga en saco roto… Mi compromiso es continuar todos los días con esta labor”.

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