La vacuna rusa entra en el tablero político antes del aval científico
Madrid asegura que tanteó la compra de la Sputnik V y Andalucía admite que tuvo ofertas. Sanidad recuerda que la autorización de este fármaco corresponde a la Comisión Europea
La vacuna rusa contra la covid (Sputnik V) aterriza en el tablero de juego de la lucha contra el virus en España incluso antes de tener el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés). No está aprobado en Europa, pero el fármaco ruso ya se ha colado en las instituciones públicas españolas. El Gobierno madrileño ha asegurado que ha tanteado la compra de estas vacunas y, pese a no tener competencias para decidir sobre el tema, según precisa el Ministerio de Sanidad y los expertos consultados —...
La vacuna rusa contra la covid (Sputnik V) aterriza en el tablero de juego de la lucha contra el virus en España incluso antes de tener el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés). No está aprobado en Europa, pero el fármaco ruso ya se ha colado en las instituciones públicas españolas. El Gobierno madrileño ha asegurado que ha tanteado la compra de estas vacunas y, pese a no tener competencias para decidir sobre el tema, según precisa el Ministerio de Sanidad y los expertos consultados —la autorización de vacunas la centraliza la Comisión Europea—, el ejecutivo regional sostiene que se reunió en tres ocasiones “con intermediarios del producto ruso”. Y Madrid no es la única comunidad que ha establecido esos contactos. Andalucía admitió haber recibido ofertas de intermediarios, pero no concretó quién y dijo que, en todo caso, las ha derivado al Ministerio de Sanidad. La inmensa mayoría de las autonomías —incluida la Comunidad Valenciana, que había pedido que la UE agilizase los trámites burocráticos si la EMA avalaba la vacuna— niegan reuniones paralelas y defienden la estrategia centralizada de la UE.
En cualquier caso, los movimientos políticos en torno a la vacuna rusa han adelantado al proceso científico. La EMA, que analiza desde el 4 de marzo la efectividad del fármaco (es del 92%, según un estudio publicado en The Lancet), todavía no ha dado su aval a esta vacuna y, sin ello, las dosis de Sputnik V no pueden entrar en España. Pero los movimientos en el ámbito institucional continúan. En este sentido, Iberatlantic, un grupo de inversión fundado por el empresario y cónsul honorífico de la República de Rusia en Vigo, Pedro Mouriño Uzal, declinó este martes dar detalles concretos sobre sus reuniones, pero en un comunicado apuntó: “En el marco específico del proceso de negociación para la efectiva producción y distribución de la Sputnik V en alianza con el Grupo Zendal, hemos mantenido reuniones y comunicaciones con diferentes instituciones públicas y privadas de distinta naturaleza, incluidas administraciones públicas”.
Según la información avanzada por ABC y confirmada por este diario, Madrid aseguró que una reunión, en febrero, se realizó “a petición de la firma”. Por su parte, Iberatlantis desliza que han recibido consultas, pero no concreta de quién. “Siempre hemos recibido, y recibimos, los distintos intereses que se nos plantean respecto a la vacuna Sputnik V con el mayor interés a la vez que la máxima discreción y apertura, a fin de valorar todas las propuestas”, señala el grupo empresarial.
En cualquier caso, estos contactos institucionales tienen escaso recorrido y poca o nula viabilidad en la práctica. Al menos, por ahora. Para empezar, porque el fármaco aún no tiene el visto bueno de la EMA, condición imprescindible para que se dispense en España. “Ninguna de las comunidades autónomas podría autorizar la comercialización de esta vacuna ni su uso como medicamento extranjero o uso compasivo”, insistió este martes una portavoz del Ministerio de Sanidad.
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, justificó que, “aunque no tenga la autorización, no se puede evitar explorar todos los escenarios para ir ofreciendo respuestas a los ciudadanos”. Según apuntó el Gobierno regional, la idea de su consejería de Sanidad era “facilitar un preacuerdo de compra beneficioso para todo el SNS [Sistema Nacional de Salud]” para cuando el medicamento fuese aprobado por la EMA. Pero la fijación y negociación del precio no son competencia de la autonomía, ni con los fármacos contra la covid ni con otros medicamentos.
Por regla general, en España es el Estado el encargado de fijar el precio de financiación de los medicamentos que se incluyen en la prestación pública. La decisión corresponde a la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos, adscrita al Ministerio de Sanidad: en ella participan, además, vocales de varios ministerios y representantes de tres comunidades, que rotan cada seis meses.
En el caso concreto de las vacunas contra la covid, la UE acordó gestionar su autorización de forma centralizada y también firmó acuerdos de compra anticipada con seis de ellas, de modo que, una vez que el fármaco esté aprobado, se pueda comercializar en todo el territorio europeo y distribuir de forma equitativa.
Por el momento, la Sputnik V no está autorizada ni ha entrado en la compra anticipada. Sanidad insiste en que España no se va a salir de la estrategia europea de compra centralizada y evita valorar un eventual escenario sobre si Madrid pudiese adquirir de forma unilateral estos fármacos una vez aprobados. Los expertos consultados señalan que se podría dar el caso si ni la UE ni España hacen compra centralizada, pero es improbable y, en cualquier caso, agregan, el precio con la compañía lo negociaría el Gobierno central. “Lo de Madrid es una fantasía, un farol. En Europa no se puede distribuir ningún medicamento no autorizado por la EMA. En casos excepcionales se pueden importar algunos fármacos, pero siempre que las agencias reguladoras de los países tomen la decisión de que es imprescindible. Y, en cualquier caso, el precio lo pone el Estado, no las autonomías”, insiste Margarita Arboix, catedrática de Farmacología de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Algunos países, como Hungría y Eslovaquia, se han saltado el consenso y han comprado vacunas rusas y chinas de forma unilateral, pero España mantiene una postura coordinada con la UE. “La legislación también permite que una vacuna pueda utilizarse con una autorización de uso en situaciones especiales. Así es como ha llegado a estar accesible en un reducidísimo número de países de la UE. Esta autorización en España es competencia exclusivamente de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), que no ha recibido ninguna solicitud al respecto”, señala una portavoz de Sanidad.
Tras la polémica por los contactos de Madrid con intermediarios rusos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, advirtió este martes: “Lo único que pido es responsabilidad, lealtad, solidaridad y seriedad a todas las administraciones”. Sánchez recordó que España solo administrará las vacunas validadas por la EMA. Por ahora son cuatro: las de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen.
Con información de C. Huete, F. Bono, J. Martín-Arroyo y E. Saiz.