Las muertes en residencias bajan un 95% por el efecto de la vacuna y el declive de la tercera ola
La primera semana de marzo es el periodo de 2021 en que menos fallecimientos y contagios se registran: 33 decesos y 44 positivos, según el informe de Derechos Sociales
Continúan bajando drásticamente los contagios y las muertes en las residencias de mayores. Del 1 al 7 de marzo las comunidades autónomas han registrado 33 fallecimientos, según el informe sobre la situación en estos centros publicado este viernes por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales, que depende del Ministerio de Derechos Sociales. La cifra supone una caída del 95% respecto a los 715 decesos de la tercera semana de enero (del 1...
Continúan bajando drásticamente los contagios y las muertes en las residencias de mayores. Del 1 al 7 de marzo las comunidades autónomas han registrado 33 fallecimientos, según el informe sobre la situación en estos centros publicado este viernes por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales, que depende del Ministerio de Derechos Sociales. La cifra supone una caída del 95% respecto a los 715 decesos de la tercera semana de enero (del 18 al 24). A partir de entonces comenzó a hacer efecto la vacunación en los geriátricos, los primeros en ser inmunizados en España. Dos procesos confluyen en este descenso. Por un lado, la campaña de vacunación, y por otro, el declive de la tercera oleada, que se nota también en el conjunto del país. El resultado es que la semana pasada se notificaron 44 positivos en residencias, una bajada del 99% respecto a los 4.463 contagios de la tercera semana de enero.
En el informe, que se publica este viernes por tercera vez, se precisa que al tratarse de una estadística de nueva creación es posible que en las primeras semanas se produzcan ajustes en los datos. Pero, aunque las cifras puedan sufrir pequeñas variaciones, la tendencia no deja lugar a dudas. En diez comunidades no se registró ningún contagio del 1 al 7 de marzo, además de en Ceuta y Melilla. Se trata de Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Comunidad Valenciana, Extremadura, Murcia, Navarra y La Rioja. Y en el resto de autonomías el máximo de positivos se registró en Madrid, con tan solo 12 casos.
Las cifras no tienen ahora nada que ver con las del primer mes del año. Como tampoco tiene nada que ver la situación en el país. El 25 de enero, España rozaba el récord en incidencia acumulada, con 884,70 casos por cada 100.000 habitantes en los 14 días previos. Este viernes la incidencia es de 130,51.
Pero, pese a que la situación mejore en general, lo hace más rápido en estos centros: el descenso en el número de muertes y contagios es más acusado en las residencias que en el conjunto del país. Si bien resulta imposible comparar con cifras de marzo porque los datos del Instituto de Salud Carlos III correspondientes a ese periodo no están aún lo suficientemente consolidados, sí puede realizarse la comparación con información sobre la última semana de febrero. De la semana del 18 al 24 de enero a la que transcurre entre el 22 al 28 de febrero, la caída de los fallecimientos en todo el país fue del 63,3% y en los geriátricos del 89,5%. Respecto a los contagios, la caída fue del 85,1% en el conjunto del país y del 97,9% en las residencias.
29.419 muertes y 88.057 contagios
Los datos sobre los fallecimientos y los contagios en las residencias de mayores han sido un dolor de cabeza durante esta crisis sanitaria. Hasta que el Gobierno comenzó a publicar estos informes, el martes pasado, había que recurrir a las comunidades para comprobar cuál era la evolución del impacto del virus en estos centros, pero las autonomías ofrecen cifras que son difícilmente homogeneizables. La recogida de datos y su sistematización se lleva a cabo conjuntamente por tres ministerios: Derechos Sociales, Sanidad y Ciencia. Aun después de que hayan depurado las cifras, en el informe recién publicado, se precisa que continúa habiendo deficiencias con datos de cinco autonomías.
Los geriátricos han sido duramente golpeados durante la pandemia. Desde el inicio de la crisis sanitaria, 29.419 mayores que vivían en residencias han muerto, bien en el hospital o en los propios centros, y 88.057 se han contagiado, según los datos publicados este viernes, si bien las cifras han sufrido modificaciones en los informes previos. Los decesos en los geriátricos fueron el 97,9% de todos los fallecimientos registrados en residencias de servicios sociales, que también incluyen los centros de discapacidad y otros alojamientos colectivos. Esto da una idea de su vulnerabilidad: aquí conviven mayores, la inmensa mayoría de los cuales superan los 80 años, y muchos de ellos presentan patologías previas.
Sin embargo, la intensidad con la que la pandemia ha golpeado las residencias ha ido variando. Se aprecian tres momentos claros en el informe. De marzo a junio del año pasado hubo 19.861 muertes, y en más de la mitad de ellas (10.492) el diagnóstico de covid no se pudo confirmar mediante un test, es decir, que se trata de personas que fallecieron con síntomas compatibles con la enfermedad. Entonces no había pruebas, escaseaba el material de protección y las comunidades más saturadas restringieron la derivación al hospital de los mayores procedentes de estos centros. De hecho, se especifica que es muy posible que en esas fechas hubiera una “alta infranotificación” de los casos positivos.
Con el tiempo, los medios y el conocimiento del virus mejoraron, por lo que se contuvo el efecto de la covid-19. Aun así, 5.933 personas murieron de junio a principios de 2021. Para este año, la información se presenta por semanas y es ahí donde se permite apreciar una tercera fase: el efecto de la vacunación en las residencias.
Del 4 de enero al 7 de marzo han muerto 3.625 personas que vivían en residencias de mayores. Pero la semana pasada solo el 0,3% de las más de 5.000 residencias que hay en el país presentaban algún caso. Sin duda, una esperanza para unos centros tan golpeados por la covid.