España aplaza la decisión sobre administrar la vacuna de AstraZeneca a mayores de 55 años
La Comisión de Salud Pública espera a que la Agencia Europea del Medicamento investigue posibles efectos secundarios en otros países. También decide compaginar la vacunación de personas con enfermedades que les hacen vulnerables a la covid con el grupo de entre 70 y 79 años
La comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha decidido aplazar la decisión de ampliar el rango de edad a vacunar con el fármaco de AstraZeneca a personas de entre 55 y 65 años hasta que la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) evalúe y dictamine los posibles efectos adversos de este fármaco. El anuncio se da el mismo día que varios países europeos ...
La comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha decidido aplazar la decisión de ampliar el rango de edad a vacunar con el fármaco de AstraZeneca a personas de entre 55 y 65 años hasta que la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) evalúe y dictamine los posibles efectos adversos de este fármaco. El anuncio se da el mismo día que varios países europeos están parando la vacunación con AstraZeneca por esos posibles efectos.
La EMA, por el momento, ha recomendado seguir administrando la vacuna de AstraZeneca mientras continúa investigando casos de trombosis tras la administración del fármaco. “La posición del comité de seguridad de la EMA es que los beneficios de la vacuna continúan superando los riesgos y pueden continuar administrándose mientras se investigan los casos de eventos tromboembólicos”, asegura el organismo en una nota difundida este jueves por la tarde, en la que apunta que hasta el 10 de marzo se han registrado 30 de estos eventos entre cinco millones de vacunados, una cifra no superior a la que se suele dar entre la población general.
Con esta decisión, España se queda prácticamente sola en Europa. Los expertos españoles decidieron a principios de febrero no aplicarla a mayores de esta edad a pesar de que tanto la EMA como la Organización Mundial de la Salud (OMS) habían dado el visto bueno para pinchar con ella a cualquier persona mayor de 18 años. La decisión de España vino motivada porque en los ensayos clínicos de este medicamento no había participado suficiente población mayor de 55 para probar su efectividad en ellos, a pesar de que sí demostraban una respuesta inmune similar a la de los más jóvenes.
La evidencia de que resulta igual o más efectiva en mayores que la de Pfizer y la de Moderna —ambas aprobadas para esa franja de edad en España— se acumula. Un estudio de la Agencia de Salud Pública de Escocia concluye que la protección de ambas es similar, tras analizar los datos de 1,1 millones de personas vacunadas en el país, la mitad con AstraZeneca y la otra mitad con Pfizer. Los resultados arrojan que, cinco semanas después de recibir la primera dosis, el riesgo de hospitalización baja en un 94% con la primera y en un 85% con la de Pfizer con respecto a personas no vacunadas. En la población mayor de 80 años, el riesgo disminuye en un 95% con la de AstraZeneca y en un 81% con la de Pfizer-BioNTech. Los datos son muy favorables al remedio anglosueco, pero todavía no han sido publicados en una revista científica ni revisados por investigadores independientes.
Italia, Grecia, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Suecia, Francia y Portugal ya han eliminado el límite de edad para aplicar la vacuna de AstraZeneca.
La Comisión de Salud Pública también ha decidido que los grupos de alto riesgo con enfermedad grave se vacunarán de forma simultánea al grupo de edad de 70 a 79 años. Se incluirá a las personas con trasplante de progenitores hematopoyéticos, trasplante de órgano sólido y lista de espera para este, personas en hemodiálisis y diálisis peritoneal, enfermedad oncohematológica, cáncer de órgano sólido en tratamiento con quimioterapia citotóxica, cáncer de pulmón en tratamiento con quimioterapia o inmunoterapia y personas con Síndrome de Down mayores de 40 años.
La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) llevaba tiempo reclamando incluir en el plan a los enfermos crónicos más vulnerables. Reivindicaban sobre todo cuatro: trasplantados, personas con inmunodeficiencia o inmunosuprimidas, en hemodiálisis y en tratamiento hematológico. Otros países, como Alemania, Reino Unido, Francia, Portugal, Bélgica e Italia ya incluían estos enfermos entre los prioritarios a la hora de recibir la inmunización. Cataluña se había adelantado al resto del país y estaba administrando dosis de Pfizer y Moderna a los trasplantados.