Sanidad notifica más de 6.000 nuevos casos y 254 fallecidos en 24 horas
Solo Extremadura está por debajo del umbral más favorable para Sanidad, 50 casos por 100.000 habitantes. Ceuta, Melilla y Madrid siguen por encima de 250
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La inestabilidad de la situación epidémica, con la curva de bajada, pero aún en riesgo elevado de transmisión, obliga a alargar las restricciones. De h...
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La inestabilidad de la situación epidémica, con la curva de bajada, pero aún en riesgo elevado de transmisión, obliga a alargar las restricciones. De hecho, la Comisión de Salud Pública, formada por el Ministerio de Sanidad y los responsables autonómicos de salud pública, ha dado luz verde a un plan para mantener los cierres perimetrales y el toque de queda de 22.00 a 6.00 durante los próximos festivos. Solo Madrid, precisamente la comunidad con una de las incidencias más altas (253 casos por 100.000), rechaza estas medidas, que tendrán que ser ratificadas la próxima semana en el Consejo Interterritorial. Los expertos celebran la postura conservadora de la mayoría de las comunidades en la desescalada y alertan del riesgo alto de repunte. Pese a llevar varias semanas en descenso, la incidencia en España se sitúa aún en 153 casos por 100.000 habitantes. Sanidad ha notificado este jueves 6.037 nuevos diagnósticos y 254 fallecidos en las últimas 24 horas.
España se mueve en el filo de la navaja y un paso en falso puede hacer repuntar la curva epidémica. Aunque ya hay comunidades por debajo de los 100 casos por 100.000 habitantes, solo Extremadura está por debajo del umbral más favorable para Sanidad, que es una incidencia de 50 a 14 días. Ceuta, Melilla y Madrid siguen por encima de los 250 casos por 100.000 habitantes. “Estamos descendiendo, pero muy despacito ya. Hay un par de comunidades autónomas que están estancadas. Es difícil de predecir en los momentos de inflexión. A nivel nacional podemos pensar que en los próximos dos o tres días seguiremos descendiendo, aunque lo haremos de manera mucho más lenta”, ha apuntado el director del Centro de Alertas y Emergencias, Fernando Simón.
La presión asistencial, además, persiste y mantiene en alerta a las autoridades sanitarias. “Estamos empezando a tener una cierta complacencia con incidencias que no son todavía buenas. Las ocupaciones en cuidados intensivos (UCI) ahora mismo son muy altas, por lo que si hubiera un incremento mínimo de la transmisión no tendríamos la capacidad de reacción que tuvimos en la primera y segunda ola”, ha dicho Simón. Una de cada cuatro camas de UCI (2.615 pacientes) sigue ocupada por paciente con covid y en algunas comunidades, las plazas de críticos con infección por coronavirus superan el 30%. En Madrid suponen el 40%.
Sanidad insiste en no bajar la guardia de cara a la Semana Santa. “Necesitamos que el discurso sea unánime. Dependiendo de la situación epidemiológica sí tiene sentido ser más restrictivo; sin embargo, más allá de que se limite las unidades a seis o a cuatro, lo importante es que intentemos relacionarnos siempre con las mismas personas y que estos días de Semana Santa no se rompa esa burbuja, esos grupos de convivencia estable”, ha explicado la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón. Precisamente, el ministerio y las autonomías han aprobado este jueves un preacuerdo de medidas conjuntas para Semana Santa que contempla mantener los cierres perimetrales, el toque de queda a partir de las 22.00, prohibir eventos masivos que generen aglomeraciones (como las grandes procesiones religiosas) y limitar los encuentros sociales a un máximo de cuatro personas.
Los expertos consultados celebran las restricciones acordadas para la Semana Santa y alertan de la compleja situación epidémica de España. “Nos jugamos mucho como para arriesgarnos a un tropiezo. La situación epidémica ha mejorado, pero estamos lejos de los niveles de tranquilidad. Si aflojamos en las restricciones, podemos tener un rebrote y pondríamos en peligro la recuperación en la segunda mitad del año”, apunta Alberto Infante, profesor emérito de Salud Internacional de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III. “No podemos hacer en Semana Santa como en Navidad. Lo mínimo es mantener los cierres perimetrales y el toque de queda, pero los cierres perimetrales no son suficientes: estos ayudan a reducir la movilidad, pero el segundo factor es restringir la interacción de personas. Hay que poner diques a esta interacción y movilidad”, coincide Daniel López-Acuña, exdirector de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
López-Acuña asegura que España está en un momento de “equilibrios precarios”. “Un descenso de unos días en la curva no nos garantiza una caída en picado. La incidencia aún es muy alta, hay una baja proporción de población vacunada y persiste la amenaza de variantes del virus que caminan a velocidades mucho mayores. La combinación de estas tres situaciones nos obliga a tener cautela, prudencia y no relajar las medidas”.