El plan de vacunación vasco, a la cola tras Ceuta y Melilla, desata las críticas de los sindicatos profesionales
Representantes de médicos y enfermeras denuncian la desprotección de parte del personal de primera línea frente al coronavirus
El ritmo y la logística de las vacunaciones que está imprimiendo el Gobierno vasco no gusta a los profesionales del sector sanitario. Euskadi está a la cola de vacunas inyectadas, solo por delante de Ceuta y Melilla, con el 78,6% del total de las recibidas, frente a la mitad de las comunidades autónomas que han administrado ya por encima del 90%. La media española es del 87,9%. Pero es que además, los sindicatos de médicos y enfermera...
El ritmo y la logística de las vacunaciones que está imprimiendo el Gobierno vasco no gusta a los profesionales del sector sanitario. Euskadi está a la cola de vacunas inyectadas, solo por delante de Ceuta y Melilla, con el 78,6% del total de las recibidas, frente a la mitad de las comunidades autónomas que han administrado ya por encima del 90%. La media española es del 87,9%. Pero es que además, los sindicatos de médicos y enfermeras creen que la estrategia no está siendo la correcta con el personal sanitario más expuesto. El presidente del Sindicato Médico de Euskadi, Juan Carlos Blázquez, asegura que la distribución de las vacunas “no solo está siendo un caos, sino un despropósito” más propio de “Pepe Gotera y Otilio” que de una administración sanitaria seria. La consejera de Salud, Gotzone Sagarduy, ha defendido la estrategia vasca. “La decisión de reservar vacunas para inocular segundas dosis es la adecuada”, ha dicho este martes. También ha anunciado que la vacunación a los mayores de 80 años va a comenzar la próxima semana.
El total de vascos que han recibido la primera dosis es de 57.000, y de ellos 42.600 también la segunda. Entre los sanitarios, según los últimos datos ofrecidos el lunes por la consejera, el porcentaje de inmunizados es del 33%. El Departamento de Salud espera terminar esta semana la vacunación en todas las residencia de mayores ―quedan algunas en Bizkaia tras completarse el proceso en Álava y Gipuzkoa―, y a renglón seguido quiere comenzar con los miembros de la Ertzaintza. Hasta el sindicato de la policía vasca, Erne, está enfadado y analiza si denunciar al departamento por la “ausencia total de planificación”.
Blázquez no quiere entrar en si el Gobierno está acertando con la estrategia de retener vacunas ante el posible desajuste o retrasos en el abastecimiento por parte de las farmacéuticas, pero sí exige rigor a la hora de fijar los objetivos prioritarios con el personal de primera línea, “y no está siendo así”, critica. Hay zonas y hospitales en los que se ha vacunado al 89% del personal como en San Eloy, y sin embargo en la organización sanitaria que engloba Vitoria, están en el 30%, o en la red de emergencias en el 28%. “No hay hoja de ruta o si la hay no la cumple nadie o es una locura”, critica Blázquez.
Lo mismo sostiene el sindicato de enfermería Satse. “El plan de vacunación del Departamento de Salud para el personal sanitario hace agua y ni siquiera se está asegurando a tiempo la vacunación de los profesionales del grupo 2, sanitarios de primera línea, y por tanto del grupo más expuesto a la covid-19, ni en el ámbito público ni en el privado”. Critican además que la vacunación del personal sanitario se está realizando sin tener en cuenta que la plantilla de Osakidetza no es estática, sino dinámica. “Son muchas las enfermeras y otro personal sanitario a las que no se está vacunando porque se les considera del grupo 3, resto de personal sanitario, cuando no lo son”. Satse se refiere a personal de quirófano que está siendo trasladado a urgencias o plantas covid; enfermeras de hemodinámica que realizan procedimientos de urgencia a pacientes a los que no da tiempo a realizar PCR; o que pertenecen al servicio de diálisis y atienden pacientes positivos de coronavirus, tanto en su servicio como en las UCI a las que se desplazan; o que perteneciendo a las consultas de atención especializada son trasladadas a reforzar la atención primaria.
En cuanto a los trabajadores de la sanidad privada, el Sindicato Médico ha criticado que ni siquiera se les está vacunando, a pesar de ser grupos prioritarios. “Aunque resulte inaudito, tenemos que movilizarnos para exigir que estos profesionales, expuestos al contagio, y que llevan trabajando con pacientes covid desde el inicio de la pandemia sean inmunizados”.