La tercera ola se acelera en España tras registrar cerca de 25.500 nuevos casos y más de 400 fallecidos en un día
Illa admite que la situación epidemiológica es “muy preocupante” y algunos expertos urgen un confinamiento domiciliario para doblegar la curva
España se sumerge de lleno en una tercera ola de coronavirus que empieza a poner contra las cuerdas a los hospitales: ya hay más de 17.600 enfermos de covid-19 ingresados (un 64% más que en Navidad) y los pacientes en cuidados intensivos infectados han crecido un 39% desde el 24 de diciembre. Los epidemiólogos alertan de que la curva de contagios seguirá aumentando y algunos expertos piden un confinamiento domiciliario para frenar la transmisión del virus y evitar un colapso hospitalario.
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España se sumerge de lleno en una tercera ola de coronavirus que empieza a poner contra las cuerdas a los hospitales: ya hay más de 17.600 enfermos de covid-19 ingresados (un 64% más que en Navidad) y los pacientes en cuidados intensivos infectados han crecido un 39% desde el 24 de diciembre. Los epidemiólogos alertan de que la curva de contagios seguirá aumentando y algunos expertos piden un confinamiento domiciliario para frenar la transmisión del virus y evitar un colapso hospitalario.
Cuando apenas se empezaba a salir a flote del segundo envite de la pandemia este otoño, la relajación de las medidas restrictivas en diciembre y el auge de las interacciones sociales durante las fiestas navideñas han abocado al país a una nueva oleada epidémica. El Ministerio de Sanidad reportó este martes 25.438 nuevos contagios y 408 fallecidos en un día y la incidencia sigue disparada en toda España: 454 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Todavía falta por ver el impacto total en la curva de los encuentros de Reyes, que se reflejará en los próximos días, pero la presión sobre el sistema hospitalario no cesa. “Vamos a tener cifras peores que en la segunda ola. La subida es más escalonada en la UCI y tenemos más tiempo para prepararnos, pero va a llegar más lejos. Tendremos más afectación que en la segunda ola”, sostiene Ricard Ferrer, jefe de UCI del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona y presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva.
Todas las comunidades, excepto Asturias y Canarias, tienen una incidencia acumulada por encima de lo que Sanidad considera riesgo muy alto (250 casos por 100.000 habitantes en 14 días). Los contagios están disparados y la transmisión comunitaria descontrolada en la mayoría de los territorios. Extremadura, por ejemplo, despunta con una incidencia de 1.021 casos por 100.000 habitantes en 14 días. Baleares y Madrid superan los 600. Datos “muy preocupantes”, admitió el ministro de Sanidad, Salvador Illa. “Vienen semanas muy duras” y un mes “de enero muy complicado”, aseguró.
Con los casos reportados este martes, España ya roza el máximo de contagios notificados en la segunda ola —el día 30 de octubre se comunicaron 25.595 nuevas infecciones—. Pero todavía queda lo peor. “La situación es muy mala y está evolucionando a peor. Pero era lo esperable dada la laxitud de las medidas en Navidad. Hemos tenido una enorme transmisión, se ha disparado la incidencia y lo veremos durante un par de semanas más, porque lo que ahora estamos observando es lo de Nochevieja y aún nos queda el efecto de Reyes. Entre el 20 y el 30 de enero llegaremos al pico, independientemente de si se toman o no medidas a partir de ahora”, alerta Daniel López-Acuña, exdirector de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La situación, señalan los epidemiólogos consultados, es crítica. Especialmente, por la presión asistencial que ya acumulan los centros sanitarios. El punto de partida de la ocupación de camas por la covid-19 es más elevado “y el tiempo que se tardará en saturar un hospital será mucho menor”, advierte Alberto Infante, de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III. De hecho, ya hay 17.645 personas hospitalizadas a causa del virus, 2.651 en cuidados intensivos.
La situación de las UCI es heterogénea según la comunidad autónoma, pero poco halagüeña en la inmensa mayoría. Nueve autonomías ya tienen más del 25% de sus camas de críticos ocupadas por pacientes con covid-19, otro de los umbrales marcados por el Ministerio de Sanidad para considerar de extrema gravedad la situación epidemiológica (este riesgo muy alto se establecía por la combinación de varios factores, como tener una incidencia a 14 días mayor de 250 casos por 100.000, el 20% de las camas convencionales y el 25% de las de UCI ocupadas por covid y una positividad en las pruebas diagnósticas superior al 15%, entre otros indicadores). “Estamos a años luz de ese semáforo. Ya rebasamos todo. Hay muchos casos en la calle y la transmisión se ha intensificado”, insiste López-Acuña.
En la Comunidad Valenciana, el 27% de las camas convencionales y el 43% de las plazas de UCI están ocupadas por pacientes covid, una situación que ha obligado al gobierno regional a reorganizar la actividad hospitalaria: la Consejería de Sanidad ha suspendido toda la actividad quirúrgica y pruebas diagnósticas no urgentes y ha ordenado habilitar más camas de críticos y poner a punto los hospitales de campaña en tres grandes centros sanitarios.
Medidas “drásticas”
Los epidemiólogos consultados reclaman tomar medidas “drásticas” para atajar la curva y frenar un eventual colapso de las unidades de intensivos, como ya ocurrió en muchos hospitales durante la primera ola. “No queda otra que restringir la interacción social y que se haga un confinamiento durante al menos, dos semanas para poder dar un frenazo en seco”, apunta Infante. Y coincide López-Acuña: “No vamos a doblegar la curva con medidas tibias”. El Colegio de Médicos de Murcia también ha pedido al Gobierno regional un confinamiento domiciliario en la comunidad, que tiene una incidencia de 279 casos por 100.000 habitantes, muy por debajo de la media española.
Illa, sin embargo, evitó este martes contemplar como una posibilidad la declaración de un nuevo confinamiento duro, y confió en que, al igual que “se logró en octubre”, España sea capaz de doblegar la curva epidemiológica, aunque “las medidas adoptadas [para reducir contagios] aún tardarán unas dos semanas en surtir efecto”, apostilló. “Es posible que Illa tenga razón y que se pueda frenar la curva, pero dudo que se pueda doblegar. Y, desde luego, esa estrategia elegida se pagará con más mortalidad evitable por covid y otras enfermedades y con la saturación de los hospitales”, responde Infante. “Veremos si las medidas actuales funcionan. Pero si la incidencia sigue subiendo, habrá que tomar medidas más contundentes”, resuelve Ferrer.
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