De café (Nespresso) a arroz (solidario)
Una taza de café renace en forma de un nuevo alimento. Es el viaje de las cápsulas Nespresso recicladas en el proyecto Arroz Solidario, que a día de hoy dona al menos 100 toneladas anuales de este cereal básico
En el Delta del Ebro hay arrozales que huelen a café. A café Nespresso. También huelen a solidaridad, la que se destina a miles de familias que atraviesan dificultades económicas. Esa ilusión olfativa en tan privilegiado humedal comenzó en 2011, cuando Nespresso combinó en un proyecto pionero dos compromisos sociales: el reciclaje de sus cápsulas de café usadas para cuidar el medio ambiente y la donación a los bancos de alimentos del arroz que se plantó con el compost resultante del café.
En los últimos diez años, la marca ha desplegado casi 1.900 puntos de recogida en todo el país para que sus clientes comiencen la cadena solidaria con un simple gesto: entregar las cápsulas usadas. “El viaje empieza contigo”, dice la marca en su web sobre Arroz Solidario.
Los clientes disponen de puntos de reciclaje cercanos y pueden llevar sus cápsulas en una simple bolsa. Se trata de facilitar todo lo posible la entrega y extender entre la comunidad de consumidores la cultura del reciclaje, para construir una sociedad más sostenible y circular.
A partir de ahí se pone en marcha la operación logística. Miles de cápsulas llegan a la planta de compostaje de Tradebe, líder en gestión de residuos, para comenzar el proceso de separación del aluminio de la cápsula de los posos de café. La montaña de esos pequeños envases es multicolor, cada tono corresponde a la variedad de café que contenían. Pero ahora todas las cápsulas son idénticas porque conservan dos productos aún valiosos, el aluminio con el que se fabrican y los posos del café.
Nada se desperdicia. Como dice la canción de Jorge Drexler, “nada es más simple, no hay otra norma, nada se pierde, todo se transforma”. Una máquina diseñada por Tradebe para Nespresso los separa para que comiencen un nuevo ciclo. Los posos se convierten en compost orgánico que enriquece un abono agrícolaorgánico, de alta calidad. Y el aluminio de las cápsulas de café infinitamente reciclable se transforma en lingotes, la materia prima para más de 1.650 usos industriales. Puede regresar en forma de componentes de un ordenador, en el bloque motor de un coche, o en una nueva cápsula de café, porque es el material que mejor lo conserva.
No es menos interesante el viaje del abono cafetero desde la planta de compostaje a las plantaciones arroceras. Nespresso ha trabajado todos estos años con la Càmara Arrossera del Montsià (Tarragona), que destina algunos arrozales del Delta del Ebro solo al arroz abonado con el compost. Esa tarea agrícola se realiza en marzo, antes de inundar los campos de cultivo a finales de abril, y culmina cuatro meses después con la cosecha.
“El resultado es un arroz de alta calidad porque el compost obtenido del café dulcifica la tierra, le aporta nitrógeno, le da estructura… Es un proyecto solidario que implica un gran compromiso con el medio ambiente. Hay que felicitar a los consumidores de Nespresso que reciclan las cápsulas porque esa pequeña acción hecha de forma individual acaba teniendo repercusión para mucha gente”, explica un productor arrocero del Delta. Además, el compost “contribuye a una reducción importante del abonado químico y es un método más tradicional”, añade Marcel Matamoros, presidente de la Càmara Arrossera del Montsià.
¿Termina aquí el viaje? Todavía no, queda la etapa más importante. El arroz cosechado se empaqueta por kilos con una etiqueta especial y, como la recogida de cápsulas al principio del camino, llega a todo el país a través de los 56 bancos de alimentos integrados en la federación FESBAL. Cada año, el proyecto dona al menos 100 toneladas. ¿Cuántas personas han tenido oportunidad de poner ese arroz solidario en la mesa? Según Banco de Alimentos, hasta el momento más de un millón y medio.
Más recogida, más difusión, más inversión
• Nespresso siempre está ampliando los puntos de recogida en España, situados en boutiques de la marca, en las grandes superficies donde se pueden adquirir sus máquinas de café y en espacios municipales de recogida de residuos.
• La compañía entiende la solidaridad como un valor compartido con sus clientes. Por eso hace un especial esfuerzo en la difusión del proyecto.
• En los últimos años, Nespresso ha acelerado la inversión en España de su sistema propio de reciclaje, alcanzando en 2019 los 7 millones de euros invertidos.
• La sostenibilidad y la circularidad de sus productos es una prioridad para la marca, que ha implantado sistemas de reciclaje propios de Nespresso en más de 50 países.