Palencia adopta restricciones contra la expansión del virus con las camas UCI al 80% de su capacidad
La Junta impone medidas similares a las de Valladolid y Salamanca, ya levantadas, tras un gran aumento de contagios en las últimas semanas
La segunda ola de coronavirus ha dejado en Palencia (78.000 habitantes) unas cifras de contagio inéditas y superiores a las registradas durante el primer golpe de la pandemia entre marzo y abril, cuando la escasez de pruebas PCR y rastreos impedía medir la magnitud de la afección sanitaria por la covid-19. Los más de 300 positivos cuantificados en la ciudad en las últimas dos semanas han provocado que la Junta de Castilla y León haya aplicado unas firmes restricciones sobre el ocio y la vida so...
La segunda ola de coronavirus ha dejado en Palencia (78.000 habitantes) unas cifras de contagio inéditas y superiores a las registradas durante el primer golpe de la pandemia entre marzo y abril, cuando la escasez de pruebas PCR y rastreos impedía medir la magnitud de la afección sanitaria por la covid-19. Los más de 300 positivos cuantificados en la ciudad en las últimas dos semanas han provocado que la Junta de Castilla y León haya aplicado unas firmes restricciones sobre el ocio y la vida social de los palentinos. Además, 14 de las 17 camas UCI del hospital se encuentran ocupadas, un riesgo del que advirtió la consejera de Sanidad, Verónica Casado. Una de las características del virus es que el impacto sobre los centros asistenciales se aprecia varios días después de haberse producido los contagios, de modo que en las próximas fechas podrá comprobarse el impacto hospitalario de este aumento de las infecciones.
La orden de la Junta entrará en vigor a partir de la medianoche de este jueves, siempre que un juzgado las apruebe, tras aparecer en el Boletín Oficial autonómico este miércoles. Su contenido es prácticamente idéntico al impuesto el 3 de septiembre en Valladolid y Salamanca. También durarán una semana y se podrán prorrogar si la situación epidemiológica lo exigiera, como ocurrió en las dos urbes anteriores, que han estado bajo estos criterios un total de 21 días. El elevado ritmo de contagios en ambas capitales de provincia, con situaciones de trasmisión comunitaria, conllevó que se limitaran los encuentros sociales en un momento crítico como las fechas de fiestas patronales, cuando una mayor congregación de personas podría traducirse en más difusión vírica.
Ignacio Rosell, especialista en medicina preventiva y salud pública de la Universidad de Valladolid, indica que el desarrollo de los contagios en Palencia induce a pensar en trasmisión comunitaria, algo que suele dificultar localizar y aislar los brotes: “Muchos casos no se han asociado a brotes delimitados”. Los números avalan una preocupación que ya mostró Verónica Casado. “Las cifras de incidencia llevan una tendencia creciente e ininterrumpida en las últimas semanas”, destaca, y es que se ha producido un “ascenso continuado” en forma de récords de incidencia en septiembre: cada semana superaba el registro máximo alcanzado en la anterior.
Adai Sancho, enfermero en el hospital palentino, admite que se encuentran “un poco saturados” porque falta personal. Los rebrotes han provocado contagios entre sus compañeros y el cierre de algunas plantas. “Espero que esta segunda oleada, que no nos damos cuenta pero está aquí, nos pille más preparados”, añade.
Las normas se asemejan a las de la fase 1 de desescalada aunque el Gobierno regional ha recordado que, al no quedar limitada la movilidad, no se puede decir que Palencia, ni Valladolid ni Salamanca en su momento, estaban en fase 1. Las reuniones familiares o de amigos, sean en público o en privado, quedan reducidas a 10 personas salvo que todas sean convivientes. Misma cifra para actividades de jóvenes o niños, que esta misma semana vieron cómo los parques palentinos quedaban clausurados para impedir contactos que potenciaran la expansión de la enfermedad.
Uno de los grandes cambios derivados de estas restricciones se encuentra en los bares. El consumo interior se hará en mesa y no de pie en la barra y solo con seis comensales juntos. Habrá de garantizarse el uso de la mascarilla, salvo al comer o beber, y la garantía de la distancia social. Las terrazas aplicarán este mismo régimen, con solo seis individuos por mesa, lo cual endurece las condiciones de la fase 1, cuando se toleraban hasta 10 usuarios. Las actividades culturales no podrán rebasar los 50 asistentes si se dan al aire libre y los 25 si es bajo techo, ya sea en teatros o cines. En este sentido, el Ayuntamiento ya ha anunciado la cancelación del Festival de Teatro que se estaba celebrando en la ciudad estos días. Mismo escenario para las bodas, mientras que en los velatorios no deberá superarse las 15 personas en el exterior y 10 en el interior.
El alcalde de Palencia, Mario Simón (Ciudadanos) ha admitido las pautas autonómicas y ha insistido en la necesidad de limitar las infecciones: “Es necesaria la adopción de nuevas medidas tendentes a limitar a los grupos de personas para el desarrollo de cualquier actividad o evento de carácter familiar, deportivo o social en recintos cerrados, en la vía pública, espacios de uso público o espacios privados con la finalidad de controlar la transmisión de la enfermedad”. Las estrictas imposiciones marcaron el enfrentamiento entre el alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, y el vicepresidente del Gobierno castellanoleonés, Francisco Igea (Ciudadanos), cuando las restricciones cayeron sobre Valladolid. Puente esgrimió que los actos y conciertos preparados en su ciudad, que al igual que Salamanca tendría que haber disfrutado de sus fiestas patronales a principios de septiembre, garantizaban la seguridad de sus vecinos.
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