Israel reimpone restricciones para frenar el rebrote tras superar el millar de casos diarios
La Autoridad Palestina decreta el confinamiento general en Cisjordania durante cinco días
Israel y los territorios palestinos, que se habían visto preservados en gran medida de los efectos de la pandemia, han tenido que dar marcha atrás tras la reapertura de sus economías durante el pasado junio. Además de haber aislado distritos en las ciudades con mayor número de contagios, el Gobierno israelí ha reimpuesto este viernes restricciones de aforo en lugares públicos y privados después de que el rebrote haya superado el millar de casos diarios e...
Israel y los territorios palestinos, que se habían visto preservados en gran medida de los efectos de la pandemia, han tenido que dar marcha atrás tras la reapertura de sus economías durante el pasado junio. Además de haber aislado distritos en las ciudades con mayor número de contagios, el Gobierno israelí ha reimpuesto este viernes restricciones de aforo en lugares públicos y privados después de que el rebrote haya superado el millar de casos diarios entre sus nueve millones de habitantes. La Autoridad Palestina ha decretado también un confinamiento de cinco días en todas las provincias de Cisjordania al haberse quintuplicado en un mes la cifra de positivos.
Las restricciones ahora restablecidas en Israel limitan a 50 –el 85% de su aforo máximo si es menor–, el número de personas que pueden acceder a bares, salas de fiestas, salones de banquetes, velatorios y sinagogas o centros de culto. Hasta ahora tenían una capacidad máxima de 250 individuos. También se ha fijado un límite general de 20 asistentes en reuniones en espacios cerrados. El Gabinete que gestiona la lucha contra la pandemia tiene previsto volver a reunirse el domingo para estudiar nuevas limitaciones en locales como los restaurantes, que por el momento pueden atender simultáneamente hasta 100 comensales.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha advertido de que “el virus no se ha ido y sigue estando aquí y golpeando”. También ha reconocido que las medidas han sido adoptadas para no perder el control sobre la propagación de la pandemia, que ha pasado de unas pocas decenas de casos a finales de mayo a más de 1.100 el jueves. El ministro de Defensa, Benny Gantz, ha reclamado que el Ejército se haga cargo de parte de las operaciones que lleva a cabo el Ministerio de Sanidad para mejorar la efectividad de la respuesta frente a la covid-19.
Después de haber hecho hincapié en la recuperación de la economía tras la primera oleada de la pandemia, el Gobierno israelí afronta ahora el mayor repunte de casos desde que fue detectado en febrero el primer infectado por coronavirus en el país. Israel mantiene cerradas sus fronteras para los viajeros extranjeros desde mediados de marzo y al menos hasta el 1 de agosto. Las autoridades no han planteado en este momento nuevas restricciones en el acceso al transporte público o los centros comerciales, donde se producen las mayores concentraciones.
La policía ha recibido instrucciones para hacer cumplir estrictamente el uso obligatorio de mascarillas y las normas de separación física. La cadena de fuertes rebrotes ha llevado a aislar en “zonas restringidas” poblaciones como la ciudad de Elad, en el área metropolitana de Tel Aviv, y varias barriadas del Tiberiades, al norte del país. Desde el pasado miércoles la clausura afecta también a algunos distritos de Ashod (sur) y Lod (centro).
Con carácter excepcional y durante las tres próximas semanas, la Kneset (Parlamento) ha autorizado al Shin Bet (servicio secreto interior) a rastrear los móviles de los infectados y de las personas con las que hayan entrado en contacto. El recurso a los sistemas electrónicos de geolocalización de sospechosos de actividades terroristas en la sanidad pública ya fue cuestionado por el Tribunal Supremo, que impuso al Gobierno su aprobación previa por el Legislativo. Varias ONG israelíes defensoras de los derechos humanos habían impugnado la medida ante la justicia por considerarla “una violación injustificada de la vida privada”.
En Palestina, entretanto, ha entrado en vigor este viernes una orden general de confinamiento en todas las provincias de Cisjordania, donde se ha pasado de 600 casos registrados a finales de mayo a más de 3.000 en la actualidad. La Autoridad Palestina ha prohibido los movimientos entre poblaciones y ha decretado la paralización de la actividad económica. Mientras el aislamiento impuesto a la franja de Gaza ha limitado a 72 el número de infectados declarados, en Cisjordania se han multiplicado los brotes en ciudades como Belén y Hebrón, que ya han sido sometidas a confinamientos parciales.
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