Lluvia de millones para el coche eléctrico en Alemania

El paquete de estímulos económicos pactado por el Ejecutivo alemán incluye subsidios y exenciones para apoyar la movilidad sostenible

Protesta de Greenpeace la semana pasada con una imagen proyectada sobre el Reichstat en Berlín en la que se lee: "ningún dinero para ayer", en contra de las ayudas a la industria automovilística.OMER MESSINGER (EFE)
Berlín -

El coronavirus como oportunidad para impulsar la movilidad sostenible y la competitividad de la industria automovilística alemana. El mastodóntico paquete de ayuda financiera del Gobierno alemán incluye un partida millonaria para reverdecer la movilidad del país. Los partidos que forman el Ejecutivo de gran coalición —conservadores y socialdemócratas— acordaron un gran plan de estímulos a la economía con la idea de propulsar la reconstrucción tras superar la fas...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El coronavirus como oportunidad para impulsar la movilidad sostenible y la competitividad de la industria automovilística alemana. El mastodóntico paquete de ayuda financiera del Gobierno alemán incluye un partida millonaria para reverdecer la movilidad del país. Los partidos que forman el Ejecutivo de gran coalición —conservadores y socialdemócratas— acordaron un gran plan de estímulos a la economía con la idea de propulsar la reconstrucción tras superar la fase aguda de la pandemia. El borrador del plan económico, pactado la semana pasada en una maratoniana sesión negociadora y que se volverá a abordar este viernes, supone un claro impulso a la movilidad eléctrica, con el objetivo de reducir las emisiones contaminantes de los motores de combustión.

A la vez, el Ejecutivo de Berlín ha optado por dar la espalda a las demandas de la industria que pedía una suerte de plan general para renovar la flota, aplicable a los motores de combustión, más allá de los objetivos ambientales. El lobby automovilístico que defiende los intereses de la industria, la VDA, consideró que sus demandas han sido solo parcialmente satisfechas por el paquete de estímulos. “Para ser competitivos y poder conciliar la protección del clima y la economía, necesitamos una mezcla de oferta, que incluya también motores de combustión modernos y eficientes”, indicó Hildegard Müller, presidente de la VDA en un comunicado.

La industria automovilística alemana, de la que dependen directa e indirectamente dos millones de trabajadores, se encuentra en plena transformación y aquejada por una crisis en su reputación debido al escándalo del software trucado de emisiones, el conocido como dieselgate. Los datos publicados este lunes por la Oficina federal de estadísticas alemana reflejan una caída de la producción industrial en abril del 22,1% comparada con el mes anterior. El automóvil registra un descenso especialmente pronunciado, que asciende al 74,6%.

El plan pasa por doblar los subsidios a los vehículos eléctricos y a los híbridos de 3.000 euros hasta 6.000 euros para los vehículos de hasta 40.000 euros. A la vez, los vehículos de grandes emisiones, por encima de los 95 gramos de emisiones de CO2 por kilómetro pagarán más impuestos a partir del año que viene. Las actuales exenciones fiscales para los coches eléctricos se extienden hasta diciembre de 2030. Los fabricantes además, recibirán unos 2.000 millones de euros, que podrán invertir en el desarrollo de nuevo modelos.

Incrementar la densidad de estaciones de carga resulta clave para impulsar el uso del vehículo eléctrico. Por eso, los planes pasan por ampliar la red de estaciones de carga para los coches eléctricos y de producción de baterías para los vehículos limpios con una dotación adicional de 2.500 millones de euros. La idea es que en el futuro, en todas las gasolineras, además de repostar diésel y gasolina, se puedan cargar los coches.

Hasta ahora, los coches eléctricos han representado apenas el 1,8% de las nuevas matriculaciones del año pasado. Si cada una de las 14.500 gasolineras del país tuvieran un punto de carga, el número total de estaciones en el país ascendería a 45.000. La primera fábrica europea de baterías y coches eléctricos de Tesla se levanta en el estado de Brandeburgo, que rodea la capital alemana, y donde se prevé que dentro de un año se comience a producir.

El Gobierno federal, entregará también una ayuda a los Länder para sufragar las pérdidas de ingreso en el transporte público, además de potenciar los autobuses eléctricos. La red ferroviaria se verá también reforzada gracias al paquete de estímulos que este viernes el Ejecutivo alemán abordará en una reunión del gabinete de ministros convocada al efecto.

Los consumidores se beneficiarán además de una rebaja del impuesto sobre el valor añadido al comprar, ya que en general se reducirá del 19 al 16% para todos los productos y de manera temporal hasta finales de año. De esta rebaja se beneficiarán también los motores de combustión diésel y de gasolina, aunque los productores lo consideran insuficiente para dar salida a los miles de vehículos que siguen aparcados.

El gran paquete económico pactado la semana pasada por la mayor economía europea suma 130.000 millones de euros y se suma a la batería de ayudas aprobadas en las últimas semanas para apoyar a las empresas y los autónomos afectados por la pandemia. Además de las ayudas al coche eléctrico, se ha acordado un fuerte apoyo a la salud pública, a las familias, que podrán acceder a 300 euros por hijo, así como partidas destinadas a los municipios y a las organizaciones culturales y sin ánimo de lucro afectadas por la pandemia.

Más bicicletas en el asfalto

Como en otros países, el coronavirus ha desatado en Alemania una fiebre por la bicicleta. El buen tiempo, pero sobre todo la posibilidad de mantener la distancia física y evitar posibles aglomeraciones en el transporte público se han convertido en evidentes ventajas a ojos de los ciudadanos a favor de las dos ruedas. Además, la reducción del tráfico de automóviles debido a la ralentización de la actividad económica y la expansión del teletrabajo ha abierto más espacio a las bicicletas en la vía pública.

Algunos distritos de Berlín o ciudades como Múnich o Stuttgart planean ampliar temporalmente o ya lo han hecho la superficie de los carriles bici para permitir mayor distancia entre los ciclistas. Los llaman carriles corona, que despiertan sin embargo críticas entre quienes se niegan a que los coches pierdan la hegemonía en el asfalto.

Información sobre el coronavirus

- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia

- Así evoluciona la curva del coronavirus en España y en cada autonomía

- Buscador: La desescalada por municipios

- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus

- Guía de actuación ante la enfermedad

- Pinche aquí para suscribirse a la newsletter diaria sobre la pandemia


Sobre la firma

Archivado En