Sombrillas a cuatro metros y evitar las pozas de los ríos: estas son las recomendaciones de Sanidad para el baño
El Ministerio recomienda ampliar las distancias de seguridad en las playas por la acción del viento
Sombrillas a cuatro metros, control de aforo en las playas y evitar bañarse en las pozas de los ríos y cauces con poco caudal. Estas son algunas de las principales recomendaciones del Ministerio de Sanidad para un verano atípico por la epidemia del coronavirus, en el que la afluencia de bañistas se irá incrementando con el avance de la desescalada. Según el documento que recoge las recomendaciones de Sanidad, la arena de las playas deberá ser limpiada con esmero cada día, poniendo especial énfa...
Sombrillas a cuatro metros, control de aforo en las playas y evitar bañarse en las pozas de los ríos y cauces con poco caudal. Estas son algunas de las principales recomendaciones del Ministerio de Sanidad para un verano atípico por la epidemia del coronavirus, en el que la afluencia de bañistas se irá incrementando con el avance de la desescalada. Según el documento que recoge las recomendaciones de Sanidad, la arena de las playas deberá ser limpiada con esmero cada día, poniendo especial énfasis en “la retirada de los residuos orgánicos e inorgánicos” y sin estar “en ningún caso justificada la eliminación de la vegetación autóctona”.
No es aconsejable, en cambio, “la desinfección de la arena", como sucedió recientemente en una playa de Cádiz. Primero, porque es contraproducente aplicar en “suelos de espacios naturales" procesos y productos pensados "para espacios urbanos”. En segundo lugar, Sanidad estima que “la acción conjunta de la radiación solar, la alta temperatura que puede alcanzar la arena y la sal del agua de mar son favorables para la desactivación de los agentes patógenos”.
Los responsables del ministerio, en cambio, muestran su preocupación por tres procesos que podrían favorecer la propagación del virus en las playas: la contaminación de hamacas y demás mobiliario utilizado en estos espacios; la acción de la brisa, que puede hacer volar las gotitas de saliva infectadas mucho más lejos de lo habitual; y, por último, la llegada de aguas residuales no depuradas a zonas de baño (el virus también se excreta por las heces).
Respecto al primero, Sanidad recomienda desinfectar “tumbonas, sombrillas, asientos, y, en general mobiliario urbano e instalaciones de recreo”. También la apertura “secuencial de los grifos de duchas y lavapiés, dejando correr el agua para que se renueve toda la que había quedado retenida en las tuberías”.
Los técnicos recomiendan ampliar en la playa las distancias de seguridad, ya que “el viento fuerte endémico de algunas playas pudiera ser transmisor de coronavirus, por lo que se aconsejaría incluso distancias mayores a los dos metros”. Por ello, en aquellas zonas marítimas con “una afluencia importante de bañistas, deberá controlarse el aforo” y se recomienda “a efectos indicativos, [que] los ejes de las sombrillas no se instalarán a distancias inferiores de cuatro metros”.
Por lo que se refiera a las aguas residuales, Sanidad alerta de que “una vía de transmisión es la derivada de la presencia del virus en aguas residuales que puedan llegar a masas de agua de baño. Esto se debe a que “el virus se excreta en grandes cantidades en heces, aunque existe todavía relativamente escasa evidencia sobre la infectividad” de esta vía. Con los procesos habituales de tratamiento no hay problema porque “las investigaciones sugieren que los coronavirus son sensibles” a ellos.
La posible contaminación fecal del agua de baño ya se evalúa mediante el control de “dos bacterias indicadoras de contaminación fecal (E. coli y enterococo)”, por lo que “si existe contaminación fecal la presencia de estas bacterias lo indicarían” y “no serían necesarias determinaciones adicionales por motivo del SARS-CoV-2”. Sanidad recuerda que la Organización Mundial de la Salud ha establecido que el riesgo en las zonas de baño se debe más a que no se respetan “las distancias de seguridad” que a la presencia del virus en el agua.
Sanidad avisa igualmente de que el agua podría verse infectada si alguno de los bañistas fuera portador del virus, aunque considera que esta potencial vía de contagio es menor.
Respecto al baño en aguas de interior, Sanidad recomienda ser muy prudente y “prestar especial atención a las pozas, remansos y cauces de agua dulce con escaso caudal que pueden ser frecuentadas por bañistas”. El ministerio considera estas aguas “no aconsejables” para uso recreativo.
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