La Policía localiza y sanciona a tres pacientes fugados de hospitales
Los enfermos escaparon de centros de Legánes y Benidorm y se enfrentan a multas de 601 a 30.000 euros
La Policía ha localizado y sancionado a tres pacientes que se fueron del hospital tras haber sido tratados como enfermos con coronavirus y sin haber recibido el alta médica. Dos de ellos se fugaron en distintos momentos del Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), uno de los ...
La Policía ha localizado y sancionado a tres pacientes que se fueron del hospital tras haber sido tratados como enfermos con coronavirus y sin haber recibido el alta médica. Dos de ellos se fugaron en distintos momentos del Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), uno de los centros más saturados en la Comunidad debido a la crisis de la Covid-19. En los dos casos esperaban una segunda prueba para obtener el negativo de la infección que no llegó a producirse, según explican fuentes policiales. El tercer huido es un paciente de avanzada edad que se encontraba ingresado en el hospital Imed de Benidorm (Alicante) con diagnóstico de coronavirus. Escapó en un taxi. En todos los casos los pacientes fueron localizados en sus domicilios, tras las correspondientes pesquisas policiales, y se enfrentan a multas de entre 601 y 30.000 euros de acuerdo al artículo 36.6 de la Ley de Seguridad Ciudadana que regula la desobediencia.
Los pacientes localizados fueron reingresados en los hospitales a la espera de la prescripción médica adecuada. El máximo responsable policial operativo, el comisario José Ángel González, alertó en la mañana de este martes del riesgo de este tipo de comportamientos para el resto de la sociedad, ya que ponen en peligro y atentan contra la salud pública.
Fueron las llamadas al 091 desde los centros hospitalarios las que alertaron a la policía de Madrid y Alicante. Los agentes acudieron a los hospitales para recabar los datos de los pacientes y trataron de reconstruir su recorrido hasta sus domicilios para advertir a todos aquellos con quienes podían haber contactado en su escapada. “Las consecuencias pueden ser graves para mucha gente”, advierten fuentes policiales.
En el caso del taxista de Benidorm, aparte de poner al conductor en cuarentena y proceder a la desinfección del vehículo, los agentes tuvieron que localizar a todos los clientes que habían utilizado los servicios de ese taxi después del paciente huido del hospital alicantino.
Fue el propio taxista quien condujo a la policía hasta la casa del anciano, que se encontraba con su hijo en esos momentos. “Ambos se resistieron a seguir las instrucciones policiales, alegando que solo tenía un simple resfriado”, relatan fuentes policiales. Finalmente, los agentes desplazados hasta el lugar, con la ayuda de los sanitarios que también acudieron, “lograron convencer al hombre de que tenía que regresar al centro hospitalario hasta que fuese dado de alta”, señalan las mismas fuentes. Finalmente el anciano accedió a subirse a la ambulancia y regresar al hospital.
Actividades clandestinas en el gimnasio
La colaboración ciudadana también sirvió este lunes para destapar la actividad deportiva encubierta que se seguía manteniendo en un gimnasio de Alicante. La policía tuvo conocimiento de lo que estaba ocurriendo gracias a una llamada recibida también en el 091 por la que un ciudadano alertaba de que “un gimnasio, situado frente a su domicilio, estaba incumpliendo el Real Decreto del Estado de Alarma”, señala el comunicado policial. Este vecino de Alicante aseguró que, “pese a la apariencia de estar cerrado al público, había observado cómo varias personas, vestidas con ropa deportiva y portando bolsas o carros de la compra, habían accedido al interior del mismo”.
Cuando los agentes acudieron hasta el lugar comprobaron que, efectivamente, se trataba de un centro deportivo —aparentemente cerrado— donde localizaron a varias personas, dos de ellas realizando ejercicio físico. “Para pasar desapercibidos portaban bolsa o carro de la compra; después llamaban al timbre, se identificaban y accedían discretamente a su interior bajando la persiana metálica externa para dar apariencia de cierre”, explica la nota policial.
Los agentes detuvieron a un hombre por un presunto delito de resistencia y desobediencia, así como por el incumplimiento sobre el cierre de instalaciones deportivas o de ocio.
Desde que comenzó el confinamiento social por Real Decreto, hace diez días, la Policía ha interpuesto más de 35.000 denuncias por desobediencia y ha realizado 425 detenciones, 61 de ellas este lunes. Por su parte la Guardia Civil lleva una media de 6.000 denuncias diarias por incumplimiento del estado de alarma y más de 120 detenidos. Según los datos facilitados por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, desde que entró en vigor el estado de alarma se han producido 926 detenciones y 102.000 denuncias por parte de todas las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
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