Los ‘ratones avatar’ colaboran en la terapia personalizada contra el cáncer

El injerto de tumores de una persona en roedores y su secuenciación genética permite probar el tratamiento más eficaz

Los ratones con tumores de personas son clave para la investigación.ap

Las terapias personalizadas contra el cáncer, las que se basan en el perfil genético de cada paciente, salen reforzadas si hay ratones que colaboran. El proceso, que publica un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) en Clinical Cancer Research, es una combinación de dos abordajes muy potentes: por un lado, seleccionar tratamientos en función de los genes del paciente; por otro, injertar primero el tumor en ratones (que se llaman avatar) y probar en ello...

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Las terapias personalizadas contra el cáncer, las que se basan en el perfil genético de cada paciente, salen reforzadas si hay ratones que colaboran. El proceso, que publica un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) en Clinical Cancer Research, es una combinación de dos abordajes muy potentes: por un lado, seleccionar tratamientos en función de los genes del paciente; por otro, injertar primero el tumor en ratones (que se llaman avatar) y probar en ellos los tratamientos. Así se evita ensayar en personas.

Toda esta combinación de pasos es muy compleja. Por eso, el equipo que dirige Manuel Hidalgo ha tenido que sufrir algunas bajas en el proceso: seleccionó a 25 pacientes con cáncer avanzado, incluidos los de páncreas y colon, secuenció el exoma (la parte útil del genoma, la que tiene los genes característicos del tumor) de 23, implantó en ratones células del mismo tumor, y probó en ellos los tratamientos. El resultado, de momento, es que 13 pacientes han recibido ya el tratamiento personalizado, y, de ellos, el 77% (10) se mantienen o bien estables (cuatro) o han experimentado mejorías (seis).

“Hemos demostrado que es factible aplicar a la clínica hospitalaria nuestra estrategia de personalización en tratamientos en oncología”, ha dicho Elena Garralda, que es parte del equipo.

Precisamente el grupo ha elegido pacientes con cáncer de páncreas ya que es uno de los que tienen peor pronóstico. A corto plazo, uno de los “objetivos primordiales” es estudiar la eficacia del procedimiento y compararla “con un mayor número de pacientes con cáncer de páncreas avanzado”, indica el CNIO en una nota.

Los ratones avatar son una creación reciente (el primer artículo es de 2011) en la que el equipo de Hidalgo es pionero. Al sembrar el cáncer de un individuo en muchos roedores, se pueden ensayar todos los tratamientos posibles con rapidez, lo que ayuda a elegir el más eficaz y a experimentar en casos en los que no hay terapias.

El sistema tiene algunos inconvenientes, como recogen los investigadores. Primero, que el injerto del tumor en el ratón no siempre funciona. Segundo, que el proceso de prueba puede llevar de cuatro a seis meses. En ese tiempo, el paciente puede recibir el mejor tratamiento estándar, y luego, si los casos en animales muestran otras opciones, se podría cambiar.

Esto se podía hacer antes sin necesidad de secuenciar el genoma del tumor, pero este permite acelerar el proceso ofreciendo dianas para los tratamientos.

Precisamente ese es el siguiente paso del grupo que dirige Hidalgo. Va a iniciar un estudio con 150 personas en las que se va a comparar el tratamiento estándar con este abordaje. "Todavía no hemos demostrado que salvemos vidas" con el uso de los ratones, dice el investigador por teléfono. "Empezaremos a trabajar en el momento del diagnóstico para ganar tiempo", indica. De esta manera, si el tratamiento estándar falle, se podrá probar el que se haya encontrado.

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