Reportaje:

Tras los primeros 'antárticos'

Una expedición de argentinos, británicos y españoles viaja al continente helado para buscar vestigios de sus primeros pobladores

En el buque Lady Patagonia, un barco de los años 50 que sirvió para custodiar las costas finlandesas durante la Guerra Fría y que funciona con un motor híbrido (70% combustible y 30% agua), un equipo de 30 personas ha partido hacia la Antártida, desde la ciudad argentina de Ushuaia, para buscar vestigios de los primeros pobladores de la región, que se cree que llegaron durante las primeras décadas del siglo XIX.

"Los foqueros y loberos que llegaron primero al continente con idea de explotación fueron estadounidenses y algunos británicos; también hubo algún lobero argentino. Más o...

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En el buque Lady Patagonia, un barco de los años 50 que sirvió para custodiar las costas finlandesas durante la Guerra Fría y que funciona con un motor híbrido (70% combustible y 30% agua), un equipo de 30 personas ha partido hacia la Antártida, desde la ciudad argentina de Ushuaia, para buscar vestigios de los primeros pobladores de la región, que se cree que llegaron durante las primeras décadas del siglo XIX.

"Los foqueros y loberos que llegaron primero al continente con idea de explotación fueron estadounidenses y algunos británicos; también hubo algún lobero argentino. Más o menos en 1820", ha declarado Marcelo Marienhoff, uno de los expedicionarios argentinos a bordo. Sin embargo, se cree que hubo algunos que probablemente llegaron antes de esa fecha.

Relatos de marinos

En dos expediciones anteriores, el equipo del Lady Patagonia encontró algunos antiguos asentamientos, y el objetivo es seguir descubriendo más. Se cree que estos lugares no son muchos, pues varios de ellos quedan en las mismas zonas en donde hoy quedan las bases internacionales, porque son de los pocos puntos del continente que están libres de hielo la mayor parte del año. Sin embargo, todavía hay espacio para el descubrimiento.

Marienhoff afirma que, "con base en los relatos o diarios (de los antiguos habitantes) uno puede inferir sobre los lugares basado en las descripciones físicas que se hacen del lugar. A veces, una carta o un comentario decía 'estuve en determinado lugar' pero 'como fulano llama a tal lugar que yo llamo de otra forma...' es como buscar un tesoro, con pequeños indicios". Parte importante de la recopilación de estos textos la ha realizado Carlos Vario, director del Museo Marítimo de Ushuaia y miembro de la expedición, quien ha logrado ubicar varias cartas y bitácoras en bibliotecas y museos del Reino Unido, Dinamarca, Francia y España.

Focas, lobos de mar, ballenas y pingüinos

Las focas y los lobos de mar no fueron los únicos animales que atrajeron a los cazadores a las aguas del sur durante el siglo XVIII. Los pingüinos también se convirtieron en un animal codiciado por su grasa, que se usaba para encender el alumbrado público antes de la expansión de la luz eléctrica.

"Los cazadores de ballenas llegaron a la Antártica hacia 1906 a bordo de barcos de madera, y después en naves de acero impulsadas a vapor", ha declarado Carlos Vario. Sobre la grasa de ballena, afirma que "servía como combustible, pero también como ingrediente esencial para la industria cosmética y también se empleó durante la Primera Guerra Mundial para fabricar nitroglicerina".

Decenas de pingüinos en la Antártida.RICARDO GUTIÉRREZ

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