Blázquez compatibilizará el Obispado Bilbao y la presidencia de la Conferencia Episcopal

El nuevo presidente de los obispos anuncia su intención de reunirse con Rodríguez Zapatero después de Semana Santa

El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, ha anunciado hoy su intención de compatibilizar su nuevo cargo con el de obispo de Bilbao. Blázquez ha avanzado además que mantendrá su primer encuentro con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras la Semana Santa, al tiempo que ha reiterado su intención de mejorar las relaciones Iglesia-Estado, pero dejando claro que él no es "político" sino obispo. También ha expresado "una vez más", la exigencia de que desaparezca "definitivamente, el terrorismo" y ha manifestado su "cercanía y defensa a las ví...

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El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, ha anunciado hoy su intención de compatibilizar su nuevo cargo con el de obispo de Bilbao. Blázquez ha avanzado además que mantendrá su primer encuentro con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras la Semana Santa, al tiempo que ha reiterado su intención de mejorar las relaciones Iglesia-Estado, pero dejando claro que él no es "político" sino obispo. También ha expresado "una vez más", la exigencia de que desaparezca "definitivamente, el terrorismo" y ha manifestado su "cercanía y defensa a las víctimas".

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Ricardo Blázquez, que ha ofrecido hoy su primera conferencia de prensa en Bilbao tras el breve encuentro que mantuvo con la prensa en Madrid el pasado martes, después de ser elegido nuevo presidente de la Conferencia episcopal, ha defendido la compatibilidad de ambas funciones al igual que lo hicieron, en su día, Gabino Díaz Merchán y Elías Yáñez, quienes mantuvieron los arzobispados de Oviedo y Zaragoza, respectivamente. "Es compatible ser presidente de la Conferencia Episcopal y ser obispo de Bilbao, así que, dios mediante, lo haré", ha subrayado. Aunque ha admitido no saber aún "cómo organizar el tiempo", se ha apoyado en el Obispo Auxiliar de Bilbao, Carmelo Echenagusía, para agradecer de antemano su colaboración.

Felicitado de inmediato por el presidente del Gobierno, lo que agradeció "profundamente", Blázquez ha señalado que mantendrá su primer encuentro con José Luis Rodríguez Zapatero tras la Semana Santa, y ha confirmado que mañana viajará a Roma, donde se reunirá con el secretario de Estado del Vaticano. En su comparecencia, ha echado mano de su experiencia como Obispo de Bilbao, donde fue recibido al principio con hostilidad por los líderes nacionalistas, para abordar los problemas actuales de la Iglesia "española y occidental europea", que ha tildado de "retos" y "desafíos", tales como el "desapego" de la juventud, o los problemas respecto de la inmigración.

Un clima de "gran cordialidad"

En concreto, sobre el espinoso asunto de las relaciones Iglesia-Estado, se ha referido al encuentro a principios de este mismo mes entre la vicepresidenta del Gobierno y el entonces vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Fernando Sebastián, reunión que transcurrió en una "gran cordialidad" y que, según expresó Blázquez, es el clima para afrontar los problemas. Reconocido hoy por todos, Blázquez ha aludido a las "primeras dificultades" que vivió a su llegada a Bilbao, hace casi diez años, "que poco a poco fueron serenándose". "Yo no encontré después, en absoluto, ningún rechazo; poco a poco diócesis y obispo, caminando juntos, fuimos encontrando la vía del trabajo conjunto", ha asegurado.

El presidente de la Conferencia ha manifestado también la llamada del lehendakari, Juan José Ibarretxe, tras resultar nombrado presidente de la Conferencia Episcopal y, en sus primeras palabras, ha querido explicar que la petición de perdón a las víctimas del terrorismo por no "haber estado suficientemente cerca de ellas" se debió a que el clamor de la sociedad resultó entonces -1998- un "aldabonazo" para la Iglesia vizcaína. Ha esquivado las preguntas de tono político y sobre la precampaña vasca, pero ha reiterado que la prioridad es "la superación de la violencia terrorista y la seguridad para todos, en un trabajo conjunto y esperanzado". Con gesto sereno y alegre, ha explicado su sentimiento el día de su elección, el pasado martes: "Advertí que el peligro podía acercarse, una vez que el anterior presidente, Antonio María Rouco, no alcanzó la cota muy difícil de los dos tercios. Hasta ahora he podido aceptar los encargos que me ha pedido la Iglesia y con la misma confianza en Dios he aceptado éste".

Ha citado a su antecesor para defender "los caminos de la verdad, la comprensión y el diálogo" en su nueva tarea, aunque ha trazado su propio perfil: "Quiero decir la verdad amablemente, con la confianza de que, de esta forma, se abren no sólo las puertas de la inteligencia; también las del corazón". En este sentido, ha reiterado que su servicio es episcopal: "El concilio Vaticano II enseñó que la comunidad política y la Iglesia son independientes y autónomas, cada una en su terreno. Contribuiremos mejor cuanto más sana sea la colaboración entre ambas. Yo soy obispo, no soy político", ha sentenciado. A lo largo de su comparecencia ha resaltado la "exigencia de que desaparezca el terrorismo que tanto nos ha afligido", así como su "cercanía y defensa a las víctimas, a los amenazados, a cuantos han sufrido y continúan sufriendo a causa del zarpazo del terrorismo".

Ricardo Blázquez, momentos antes de su comparecencia ante la prensa.EFE

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