Beatrice Grannò: “Cuando me llamó Kim Kardashian me di cuenta del impacto que había tenido ‘The White Lotus”

Tras el éxito obtenido con la serie, Hollywood espera a la actriz italiana. Ahora protagoniza ‘Daniela Forever’, de Nacho Vigalondo

Beatrice Grannò con vestido de ZIMMERMANN, fotografiada en Sitges durante al festival de cine fantástico celebrado en la ciudad, en el que se presentó 'Daniela Forever'.ANNA HUIX

“Creo que nunca me acostumbraré a esto, pero voy haciéndome poco a poco y, en cualquier caso, es bonito todo lo que me está pasando”. Beatrice Grannò (Roma, 31 años) nos dice esto nada más abrir la pantalla del Zoom, desde la habitación de su casa familiar en Roma, donde ha pasado la Navidad en familia después de varios meses viviendo en Los Ángeles. Desde que se estrenara la segunda temporada de la serie The White Lotus en 2022, la carrera y la vida de esta actriz italiana (y de su amiga Simona Tabasco) han dado tal vuelco que aún le cuesta procesarlo y ponerlo en palabras, aunque su entusiasmo es lo bastante elocuente para entender que están a punto de ocurrirle muchas cosas. De ahí que haya pasado últimamente más tiempo en Hollywood que en su país, donde la acompañaba una carrera de casi una década entre teatro, televisión y cine después de haberse formado en Londres. Un pasado del que parte con una buena ventaja: un inglés de casi perfecto acento británico. Pero, aunque la puerta del cine estadounidense se haya abierto para ella, la primera llamada que recibió vino desde España. El director Nacho Vigalondo (El extraterrestre, Los cronocrímenes) contactó con ella para que fuera, junto a Henry Golding (Crazy Rich Asians), la protagonista de Daniela Forever, su último filme (en cines desde el 21 de febrero), una reflexión sobre el duelo, la pérdida y la madurez atravesada por la ciencia ficción y el espíritu de Philip K. Dick.

La actriz, con vestido de PHILOSOPHY, está preparada para dar el salto a Hollywood. “La verdad es que estoy haciendo todo lo posible por mudarme a Estados Unidos”, asegura.ANNA HUIX

Cuando se estrenó The White Lotus y llegó toda esa atención mediática, ¿cómo se sintió?

Yo llevaba ya mucho tiempo trabajando en Italia como actriz, pero la serie de pronto me abrió la oportunidad de estar en espacios que ni soñaba. Para ser sincera, no me esperaba tanta atención. Sabía que la serie iba a enamorar, pero no esperaba que mi personaje, un secundario italiano, fuera a ser tan querido. Para mí todo cambió en términos de perspectiva.

¿Tuvo mucha presión para decidir cuál sería su siguiente paso? Ahí llegó Nacho Vigalondo con Daniela Forever

Nacho me llamó porque creo que quería trabajar con una actriz europea y también porque acababa de ver The White Lotus y le gustó mi trabajo. Fue un momento difícil, de tener que tomar muchas decisiones en mi carrera. Cuando te llega esa oportunidad de abrir la puerta a ser más internacional, quieres asegurarte de que estás dando los pasos en la dirección correcta. Y por eso Daniela Forever me pareció la decisión acertada. Fue lo primero que rodé después de la serie y, sinceramente, creo que es el mejor set en el que he estado. Es una película que viene de un lugar real, de corazón, y así es como voy a elegir los proyectos en los que quiero estar. Fue un momento muy emocionante para mí. Y no sé qué va a pasar, pero estoy invirtiendo muchas de mis energías en trabajar internacionalmente. Ahora se estrena la película y será mi primer papel en inglés. Sí, siento que esto podría ser el comienzo de algo y creo que Daniela Forever es un buen punto de partida para una carrera internacional.

No es una película habitual, habla de dolor, culpa, duelo, depresión... Y en realidades paralelas. Su personaje tampoco es habitual porque la mayor parte del tiempo es la ensoñación del que interpreta Henry Golding.

Sí, Daniela nunca es completamente una persona real, y esto fue parte de lo que me interesó. Era un desafío. Al principio, ella es como un sueño, no es realmente humana, es un recuerdo. Henry Golding es una víctima, pero también es un opresor. Y para mí, como actriz, era muy emocionante interpretar a alguien que es solo un recuerdo y que nunca está ahí. Al principio eres solo alguien que está ahí para cumplir el deseo de un hombre, pero a medida que avanza la película, cuanto más sueña con ella, más real se vuelve y ella empieza a hacer preguntas y quiere marcharse de su lado de nuevo… Todo ese proceso creo que cuenta muy bien cómo te sientes cuando pierdes a alguien que quieres, esa parte posesiva por la que se puede pasar para acabar aprendiendo a dejar que la otra persona se vaya y sea quien quiere ser. Creo que ese sentimiento especifico fue el que hablé con Nacho.

Beatrice Grannò con vestido de ZIMMERMANN, fotografiada en Sitges durante al festival de cine fantástico celebrado en la ciudad, en el que se presentó Daniela Forever.ANNA HUIX

¿Cómo abordó el reto de ser esa ensoñación, de no ser humana?

Fue la parte más complicada para mí, porque Daniela es casi una inteligencia artificial, solo existe en la mente de Henry. Y tenía que trabajar con él para ser él al mismo tiempo. Porque era yo, pero también era él. Y, como actriz, decidí trabajar en entender cómo ser o convertirme en una energía más que en un ser humano. Tenía que asegurarme de que cuando mi personaje no estaba ahí se sentía muy triste y solo. Y cuando estaba ahí, debía hacer todo lo posible para llenar la habitación con esta sensación de algo que ni siquiera sabía definir… Nacho tiene una visión y un estilo tan únicos, es totalmente libre y loco y solo tienes que confiar en él sin cuestionarlo, incluso cuando te pide cosas muy locas, porque él sabía exactamente lo que estaba haciendo.

Esa forma de trabajar, ¿le recordó a sus principios en Londres con la compañía del teatro del absurdo?

Sí, sí, siempre le digo que tiene que venir a vernos y creo que, por eso, pude confiar en él porque también en mi compañía la directora es una canadiense con una mente creativa y muy loca y siempre he confiado en ella.

Pero en realidad, sus inicios fueron en la música.

Sí, yo empecé tocando el piano y enamorada de la música, pero siempre me había gustado escribir música y hacer mis propias cosas y cuando terminé el colegio quería encontrar una profesión en la que pudiera volcar toda mi creatividad, así que decidí estudiar interpretación. En la escuela de drama también podía incluir mi música; el baile, que me encanta… Aunque debo decir que tampoco me veo como una actriz de teatro musical. Pero estoy muy contenta de haber decidido ser actriz porque me da la oportunidad de hacer muchas cosas. Escribo, sigo trabajando en mi música...

¿Tiene algún proyecto musical a la vista?

Sí, llevo tiempo trabajando en algo que espero que salga muy pronto. Ha sido difícil últimamente, por razones obvias, sacar tiempo, pero no tengo la misma ambición con la música que con la interpretación. Para mí, la música es una necesidad, me dedico a ella cuando lo necesito y creo que pronto podré lanzar un álbum en el que he estado trabajando.

La actriz, con vestido de PHILOSOPHY.ANNA HUIX

Otro proyecto que se suma a este momento que vive y en el que dice estar tomando muchas decisiones, ¿tiene claro por dónde irá su camino de ahora en adelante?

Tengo 31 años y este es un trabajo muy complicado, es un momento delicado, en el que tengo que tomar decisiones para intentar tener una carrera consistente. Yo ahora mismo priorizo los proyectos que de verdad me apasionen. Y en estos últimos meses me he dado cuenta de que me encanta Italia, pero me siento muy a gusto en Estados Unidos o en el resto de Europa. Empecé en Londres, así que no es tan ajeno para mí lo de trabajar y vivir fuera. Definitivamente, quiero intentar expandir mi visión y no sé si voy a lograrlo, pero al mismo tiempo siento que tengo que intentarlo o me arrepentiría… Así que veamos qué pasa [risas]. Siempre digo que este trabajo es como pescar, tienes que ser muy paciente y esperar, no puedes abandonar e ir a otro lugar porque si lo haces quizá el pez grande se vaya y no estarás lista para pescarlo. Al mismo tiempo, me siento muy agradecida y feliz de tener la oportunidad de poder pensar qué hago… así que veamos qué pasa.

¿Su plan pasa por mudarse a Hollywood?

La verdad que estoy haciendo todo lo posible por mudarme a Estados Unidos, pero por ahora todo lo que está llegando inmediato es para rodar en Europa, así que, siendo sincera, no sé qué va a pasar. Los Ángeles para mí es muy emocionante y quiero seguir volviendo y pasando temporadas allí. Esta última vez iba a ser un viaje breve, estaba en Nueva York porque daba un concierto y decidí coger un avión y pasar unos días con unos amigos y esos días se convirtieron en dos meses porque estaba conociendo a mucha gente y me inspiré mucho para trabajar en mi música. Los Ángeles lo puedo sentir como si fuera mi casa. Siento que es un buen lugar para mí.

¿Ha hecho muchas pruebas en este tiempo en Hollywood?

He estado leyendo muchos guiones y, sobre todo, construyendo conexiones. También he hecho algunos castings, he trabajado en potenciales proyectos de series y películas. Pero ya sabes cómo va esto… Tuve un par de cosas casi cerradas y después llegó la huelga y todo se paró, luego empecé con el rodaje de Daniela Forever… Pero ahora estoy trabajando en algunas cosas que se materializarán este año, así que estoy muy emocionada.

Después del estreno de The White Lotus, ¿hubo algún momento concreto en el que pensó: “Mi vida ha cambiado, esto es real”?

Quizá cuando conocí a Kim Kardashian, porque cuando se estrenó la serie, yo estaba en Italia y solo escuchábamos los ecos que nos llegaban. En Italia, la serie no hizo tanto ruido como en Estados Unidos, pero de pronto Kim Kardashian llamó para que Simona y yo hiciéramos esa campaña con ella [de su marca de lencería, Skims] y empezamos a pensar que algo estaba pasando. Fue increíble también porque teníamos que volar a Los Ángeles, pero necesitábamos una visa de trabajo y como tardaban mucho en tramitarla, todo el equipo decidió venir a Milán. Fue alucinante. Después, acudí al primer estreno en Nueva York y allí me di cuenta del impacto de la serie. Recuerdo que desde allí llamé a mi agente americano y le dije: “No sé qué está ocurriendo”. Porque en la calle nos paraban y a la vez estaba yendo a fiestas y conociendo a todos mis ídolos.

¿A quién le hizo más ilusión conocer en aquellos primeros momentos?

Conocí a tantas personas… pero Billie Eilish fue definitivamente una de mis favoritas. Además de ir a fiestas, te empiezan a meter en reuniones con gente importante de Warner, de Netflix, me llamó un director increíble para hacerme una prueba…

Se escucha mucha emoción en sus palabras, claro, ¿pero hay también algo de miedo?

Creo que este trabajo está basado en el miedo todo el tiempo, porque tu trabajo no te pertenece, todo lo que haces como artista pertenece al público que te mira, así que tienes que estar muy segura de quién eres, porque es muy fácil confundirte en ese juego de identidad entre saber quién eres y cuál es la percepción que se tiene de ti. Es un mundo aterrador porque te van guiando y te sueltan ahí y no sabes adónde vas… Para mí es muy importante regresar siempre que puedo a ¿por qué elegí esta profesión?, porque es lo que me salva, quiero hacer bien este trabajo, amo ser actriz… Y sí, ser actriz nace del miedo, es parte del juego.

En ese juego, ¿realizar en parte este viaje junto a Simona Tabasco, su amiga, ha sido una ayuda?

Definitivamente, hemos experimentado esto juntas. Las dos éramos amigas y nos conocíamos de Italia, hicimos el casting para The White Lous a la vez y conectamos y, de pronto, algo que nunca pasa, nos cogieron a las dos. De hecho, nos grabamos la prueba para la serie la una a la otra, Mike White no sabía nada de esto. Las dos estábamos juntas cuando toda esta locura fuera de control estalló. Nos fuimos juntas a Los Ángeles, a todos los eventos. Tener a una amiga a tu lado era importante.

Equipo

Maquillaje y peluquería Chiqui Peña  (NS Management)
Asistente de fotografía João Pinto


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