Marta Hazas: “Concha Velasco nos decía que no se llora con el estómago lleno. Tenía razón, se rinde menos tras una comilona”
La actriz vislumbra el futuro en ‘Desde el mañana’, la serie que supone su primera incursión en la ciencia ficción
Se ha escapado unos días a su ciudad natal para ver a la familia y disfrutar de unas rabas en el Gele, una de sus paradas imprescindibles a la hora del aperitivo. Pero vuelve pronto a la capital, tiene rodaje, siguiendo así un patrón que Marta Hazas (Santander, 46 años) lleva repitiendo ya durante dos décadas. Y sus frutos le ha dado a quien se ha convertido en uno de los rostros más reconocidos de nuestra ficción, hasta el punto de que cualquiera puede elegir su propia aventura (El internado, Velvet, Gran Hotel, Culpa mía) para ubicarla en el mapa actual de grandes actrices. Con Desde el mañana, el thriller sobrenatural de Disney+ con el que cumple el anhelo pendiente de debutar en la ciencia ficción, suma ahora un hito más a una carrera a la que intenta sacarle todo el provecho: “La vida es mejor asumiendo riesgos”.
En Desde el mañana su personaje tiene visiones del futuro. ¿La Marta del pasado vislumbró una carrera tan exitosa?
Confiaba en que iba a ser capaz de trabajar en esto, pero me han acompañado la suerte y los buenos proyectos. He interpretado a personajes potentes, en series de mucho recorrido y conociendo a gente muy interesante. No es más de lo que yo podía soñar, porque siempre he soñado lejos, pero sí he cubierto mis expectativas. Lo hubiera firmado de inmediato.
Es una de las actrices españolas más populares en Instagram, con un millón de seguidores. ¿Cómo lo lleva?
Uso las redes de una forma muy blanca y naíf porque no es un sitio en el que me guste significarme. Es inevitable que algo de tu vida se cuele, pero para mí es una herramienta de promoción de mis trabajos y de autobombo. A muchos actores la publicidad allí también nos ha venido bien para ir haciendo ahorros… aunque se nos vea en pantalla no trabajamos todo el año.
Compartió escenas con Concha Velasco en dos series. ¿Recuerda algún consejo que se le haya quedado grabado?
Su manera de estar, el buen humor, saberse siempre el texto, la profesionalidad, la disciplina… Los más grandes no dan nada de guerra en el set. Recuerdo que no comía mucho durante el rodaje porque las secuencias salían peor y nos decía: “Una no llora con el estómago lleno”. Y tenía razón, se rinde menos tras una comilona.
Hace años se convirtió en productora, apostando por la comedia. ¿Por qué aventurarse en un género tan denostado?
Porque yo no hago las cosas por la recompensa. Lo que me divierte de mi profesión es recorrer el camino y creo fervientemente en la comedia porque envejece bien, es complicada de hacer y aprendo mucho. Sé que en ciertos circuitos de la profesión no la valoran, pero no te imaginas los agradecimientos que recibo de la gente por la calle.