Las tendencias sexuales que imperan en 2025: sin alcohol de por medio, con menos penetraciones y de manera más consciente

“El pene deja de ser el centro del placer”, explica la sexóloga Ana Lombardía, sobre las tendencias sexuales detectadas en los últimos meses

Jason Segel y Cameron Diaz en 'Sex tape'.©Columbia Pictures/Courtesy Everett Collection (©Columbia Pictures/courtesy Everett Co / Everett Collection / Cordon Press)

Un estudio puesto en marcha por Diversual desveló que en 2024 los españoles practicaron sexo una media de 7,72 veces al mes. Al conocer los resultados, muchos quisieron no solo mejorar las cifras, sino dar un giro a las fórmulas habituales. La sexóloga Jessica O’Reilly asegura que “por descontado, el mejor sexo no tiene solo que ver con el acto físico en sí, sino con la conexión emocional, explorar deseos, alimentar la confianza y abrazar tanto la curiosidad como las ganas de experimentar”, dice.

Para ahondar en esas ganas de explorar, la compañía Lovehoney Group ha puesto en marcha el estudio Tendencias en bienestar sexual para 2025, pues como explica Alba Povedano, sexóloga clínica y encargada de Amantis Gràcia, para conseguir una vida sexual plena y satisfactoria es vital incorporar pequeños cambios y abrirse a nuevas experiencias, algo que puede marcar una diferencia significativa en la calidad de las relaciones íntimas y en el bienestar general.

La politización del sexo

Una de las tendencias esenciales será la politización del sexo, una corriente que cada vez cobra más fuerza a medida que los debates sobre sexualidad y libertad sexual siguen entrelazándose con el discurso político. El grupo señala que este año se espera una creciente visibilidad de los movimientos que abogan por la autonomía corporal. El pasado año, la tendencia boysober, que promulga que las mujeres se abstengan de tener relaciones sexoafectivas y luchen en su lugar por la libertad sexual y los derechos sobre el propio cuerpo, así como el movimiento 4B, que defiende que las mujeres dejen de salir con hombres durante un tiempo para priorizar y mejorar las relaciones consigo mismas, asentaron las bases de esta corriente. Ana Lombardía, experta en salud y bienestar sexual de Womanizer y We-Vibe, cree que las relaciones y la política van unidas y que la gente escoge a sus dirigentes políticos en base a cómo se relaciona en todos los aspectos. “Todo esto se refleja en cómo vivimos la sexualidad: qué tipo de parejas escogemos, cómo de abiertos estamos a otro tipo de orientaciones, qué prácticas vamos a realizar en la cama, la horizontalidad y/o la jerarquía de las mismas... Incluso las políticas en educación sexual, las campañas de prevención de riesgos sexuales, la legislación de los matrimonios o el aborto... todo eso configura sin duda cómo nos relacionamos”, explica.

Aunque las redes sociales son esenciales a la hora de difundir tendencias, es importante tener en mente que los algoritmos pueden polarizar las opiniones, pues no muestran ideas contrarias a los pensamientos de los usuarios, algo que puede dificultar el pensamiento crítico y el acceso a otras realidades. “Es importante garantizar que todas las personas, especialmente las marginadas o las que se enfrentan a la oposición política a sus libertades sexuales, reciban apoyo en su camino hacia la expresión y la liberación sexuales. La conversación seguirá evolucionando, pero será esencial garantizar que las personas tengan autonomía para explorar y expresar su sexualidad en sus propios términos, libres de influencias políticas o sociales”, advierte.

Más allá de la penetración

Otra tendencia sexual a tener en cuenta es que el sexo irá más allá de la penetración, como revela el análisis de las tendencias en sexualidad para 2025 de la red social para explorar la sexualidad sin complejos Wyylde. “Con una actitud más abierta, más información sobre sexualidad y con el objetivo de encontrar el bienestar sexual, explorar los propios gustos eróticos para superar la normatividad se consolidará como tendencia. Conociendo que hay múltiples posibilidades más allá de la penetración, se potenciará probar otras prácticas ampliando los conceptos de sexo y zonas erógenas más allá de lo genital”, señala su sexóloga, Arola Poch. Lombardía señala que al disponer de un abanico de opciones más grande en la cama, la sexualidad se descentraliza de los genitales y sobre todo, del pene. “Lo importante no es solo tener esas ‘nuevas’ opciones de zonas eróticas, sino que esas zonas se vuelven más relevantes para dejar de estar relegadas a un segundo plano. A la vez, el pene deja de ser el centro del placer, alrededor del cual se orquestan la mayoría de los encuentros sexuales”, explica antes de matizar la importancia de que vaya desapareciendo esa jerarquía en las prácticas, como ocurre entre quienes piensan que los preliminares son una categoría secundaria que conduce a lo que consideran importante: la penetración.

Como desvela el informe de Lovehoney Group, cada vez más personas exploran texturas, temperaturas y presiones variadas que involucran múltiples sentidos durante los momentos íntimos. “Esta forma de exploración sensorial introduce elementos como el juego de temperaturas (por ejemplo, sensaciones de calor y frío) y la estimulación táctil (por ejemplo, toques suaves o presión firme) para enriquecer la experiencia sexual. En lugar de centrarse únicamente en la estimulación genital, las personas están descubriendo el poder de zonas menos conocidas, como el cuello, la cara interna de los muslos y los lóbulos de las orejas, entre otras”, explican. Al aumentar la curiosidad por liberar todo el potencial de estas zonas, crece el interés por áreas que antes se pasaban por alto en las conversaciones sobre el placer. Por eso, los orgasmos en los pezones están ganando atención a medida que más personas experimentan con la sensibilidad y la estimulación en estas zonas.

Sin prisa por alcanzar el clímax

Dentro de las tendencias sexuales destaca priorizar el placer, no únicamente el orgasmo, y el gooning se erige como una de las prácticas destacadas. Consiste en un estado mental que invita a la sumersión en el momento de placer, dejando de lado la prisa por alcanzar el clímax que suele primar en las dinámicas sexuales de un mundo frenético. Al apostar por extender el disfrute, permite vivir un orgasmo prolongado y transformarlo en una experiencia más consciente y profunda. “Se suele confundir con el edging (llevar el placer al máximo y pausar antes de eyacular para que el orgasmo sea más intenso), pero los practicantes del gooning insisten en que son dos prácticas distintas, si bien el principio es el mismo. El gooning se suele conseguir a través de largas sesiones de masturbación en las que se evita eyacular”, advierte Valérie Tasso, escritora, sexóloga y embajadora para España de LELO. De esta forma, se fomenta e intensifica el placer mediante la masturbación.

Continúa la tendencia ya asentada en 2024 de practicar sexo sin haber bebido, pues el cambio hacia una intimidad consciente e intencional sigue en marcha. Sin los efectos del alcohol, las sensaciones físicas se intensifican y se construyen vínculos emocionales más fuertes. El consumo excesivo de alcohol se relaciona además con la disfunción sexual entre mujeres, por lo que dejar la bebida de lado entre las sábanas es una opción sumamente positiva también para alcanzar el placer. Es importante recordar que asistimos a una recesión sexual que es fruto de la saturación del porno y de las ansiedades relacionadas con el rendimiento, por lo que como explica a S Moda la sexóloga Magali Croset-Calisto, el autocuidado se impone con fuerza, siendo el sexo sobrio una forma de crear una sensación más profunda de intimidad, confianza y respeto en las relaciones que se relaciona con un énfasis cultural más amplio en el autocuidado y la salud emocional.

Fiestas sexuales

Las “fiestas sexuales” seguirán aumentando, lo que refleja un deseo más amplio de experiencias que vayan más allá de los encuentros individuales. “Estos espacios, que antes se consideraban nichos, ahora se ven como oportunidades para explorar los deseos en entornos inclusivos y sin prejuicios. Estos entornos sociales permiten a las personas celebrar su sexualidad, conectarse con personas con ideas afines y adoptar una visión más expansiva de la intimidad basada en el respeto mutuo y la experiencia compartida”, señalan desde Lovehoney Group. La diferencia entre estas fiestas y el resto es que estas se añade la posibilidad explícita de poder mantener relaciones sexuales en la misma fiesta, y se espera que los asistentes vayan positivamente predispuestos a ello. Lombardía señala que solemos asociar estas fiestas con el colectivo LGTBIQA+ porque lamentablemente, durante muchos años el colectivo ha tenido que recurrir a ese tipo de fiestas para relacionarse con libertad. “Tengamos en cuenta también que, desde el punto de vista heterosexual, muchas veces las discotecas o fiestas de ambiente se ven como “sexuales”, y es importante no olvidar aquí el privilegio heterosexual, en el que cualquier fiesta, bar, discoteca, etc, se presupone para heterosexuales, siendo el acto de ligar parte de la diversión”, explica a SModa. “No hay un prototipo de personas que acudan a este tipo de eventos, aunque es cierto que suelen ser más populares entre hombres que entre mujeres”, añade para terminar.

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