Hacerlo con sangre: cómo el cine está derribando el tabú del sexo durante la menstruación
Una de las escenas más comentadas de ‘Saltburn’ muestra un ‘cunnilingus’ con la menstruación. No es un caso aislado, otros filmes dirigidos por mujeres están rompiendo el estigma
Teniendo en cuenta que hasta 1976 el cine no mostró de forma explícita la sangre menstrual, y sin dejar de lado el hecho de que la película en cuestión no fuera otra que Carrie, vinculando de esta forma el periodo con el terror y tiempo después, con la mofa, no es de extrañar que las escenas de sexo durante la regla hayan sido hasta hace muy poco el gran tabú del cine. Por eso, cuando Netflix emitió Juego Limpio, dirigida por Chloe Domont, tuvimos claro que las cosas están cambiando… Poco a poco, claro. En la película, Phoebe Dynevor, que da vida a Emily, tiene un encuentro sexua...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Teniendo en cuenta que hasta 1976 el cine no mostró de forma explícita la sangre menstrual, y sin dejar de lado el hecho de que la película en cuestión no fuera otra que Carrie, vinculando de esta forma el periodo con el terror y tiempo después, con la mofa, no es de extrañar que las escenas de sexo durante la regla hayan sido hasta hace muy poco el gran tabú del cine. Por eso, cuando Netflix emitió Juego Limpio, dirigida por Chloe Domont, tuvimos claro que las cosas están cambiando… Poco a poco, claro. En la película, Phoebe Dynevor, que da vida a Emily, tiene un encuentro sexual con Luke (a quien interpreta Alden Ehrenreich) en un baño durante una boda. Descubrimos al mismo tiempo que ellos que a la protagonista le acaba de venir la regla: su vestido rosa empolvado y la boca de su prometido tienen sangre menstrual. ¿La reacción de la pareja? Absoluta normalidad. Se ríen ante lo acontecido y protagonizan un momento fílmico que marca la diferencia en la que la menstruación se retrata en el cine.
La propia Dynevor explicaba a la revista Elle que de haber sido grabada la escena por un hombre, todo habría sido diferente, pues no la habría retratado de este modo al no haberlo considerado como algo sexy. “Cuando ves una película así, realmente te empuja a querer crear más contenido de este tipo y a difundir más la influencia femenina en el mundo. Nosotras, como mujeres, sabemos que estas cosas suceden todo el tiempo, pero ¿por qué no las vemos en nuestras pantallas?”, se pregunta.
Más comentada ha sido la película Saltburn, que se ha convertido en otro ejemplo de cómo hacer de la menstruación un elemento que funciona como aliado del erotismo. Su directora (no es casualidad que sea una mujer, ¿verdad?), Emerald Fennell, ha explicado a la revista Time que, aunque para muchos la menstruación es aún algo que genera desagrado, no dudo en llevar a cabo la escena. En ella, el protagonista, Oliver (interpretado por Barry Keoghan) practica un cunnilingus a Venetia (Alison Oliver) tras haberle confesado ella que tiene la menstruación. ¿La respuesta de él? “Soy un vampiro”. La imagen es inmensamente poderosa al estar él alabando su cuerpo y todo lo que produce.
El parón menstrual
Ahora que por fin el cine se atreve a mostrar este tipo de escenas, nos preguntamos por qué todavía hay tantas personas a las que practicar sexo durante la menstruación les genera cierto reparo. Responde Andrés Suro, psicólogo y sexólogo de MYHIXEL, empresa dedicada al bienestar sexual masculino y sus parejas. “El posible rechazo de algunos hombres a tener relaciones sexuales durante la menstruación se debe principalmente a la cultura y, por supuesto, a la falta de información o prejuicios personales. Históricamente, la menstruación ha estado rodeada de tabúes y malentendidos”, explica. “Todo esto ha llevado a muchas personas, en especial a los hombres, a sentirse incómodas por la presencia de sangre menstrual. Además, existe un profundo desconocimiento sobre los aspectos fisiológicos de la menstruación que aun a día de hoy seguimos arrastrando. Esta incertidumbre puede derivar en inquietud y mayor rechazo”, asegura.
Al mismo tiempo, hay muchas mujeres que prefieren no practicar sexo a lo largo de los días en los que tienen la menstruación, y en estos casos pueden ser diversos los motivos de esta pausa mensual en el universo de las relaciones íntimas. “La regla viene siendo motivo de vergüenza y algo que se aprende a ocultar desde la niñez. Algunas menstruaciones son muy abundantes, o incluso dolorosas, y mantener relaciones sexuales puede ser desagradable para ambas partes. Si mezclamos el tabú que existe al respecto, más la relación que cada persona pueda tener con su propio ciclo, es normal pensar que para muchas, no resulte agradable, o se limiten por miedo a sentirse rechazadas por la otra parte”, comenta a S Moda Lucía Jímenez, psicóloga y sexóloga especializada en terapia sexual y de pareja. “Durante el sangrado, continúa la vida sexual; ya sea la masturbación, las relaciones en compañía, o cualquiera que sea la manifestación de esta. Si se acostumbra a usar juguetes eróticos, no hay ningún motivo para dejar de hacerlo. Y si no, puede ser una manera de autoestimularse si la pareja no se siente a gusto, o si hay cierto reparo a la hora de gestionar la sangre. Se pueden utilizar succionadores de clítoris y dirigir el placer más hacia la vulva, o realizar penetraciones con dildos y vibradores”, dice la sexóloga de Diversual.
El tema que hoy nos ocupa también ha tenido su incursión en el discurso político. El año pasado, en un acto organizado por Podemos con motivo del 8-M, Irene Montero sentenció que, a partir de ahora, “va a tocar hablar del placer de las mujeres y del deseo sexual de las mujeres de 60, 70 y de 80 años. Y va a tocar hablar de tener relaciones sexuales con la regla y de cómo sentimos las mujeres placer y con qué prácticas sexuales no lo sentimos”.
La ‘vie en rouge’
Sí, va a tocar hablar de ello, aunque hemos tardado demasiado en hacerlo. Según Gloria Steinem, la razón es muy sencilla: los hombres no menstrúan. En If men could menstruate (Si los hombres pudieran menstruar), escribe, “convencerían a las mujeres de que el sexo es más placentero durante esos días del mes”. Sus palabras nos empujan a ahondar en las bondades de mantener encuentros sexuales durante la menstruación. “Para algunas personas, la regla es un momento del ciclo de gran excitación sexual, donde hay más deseo y el coito se vuelve más placentero por el aumento de temperatura en la vagina y la fluidez que produce el sangrado. Además, el orgasmo produce contracciones uterinas que pueden facilitar la expulsión de la sangre y aliviar calambres”, explica Jiménez.
Resulta esencial mantener los hábitos de protección habituales para reducir el riesgo de infecciones, como en cualquier encuentro sexual, esté o no presente la menstruación, por más que como señala Suro, la menstruación no incrementa significativamente el riesgo de transmisión de infecciones de transmisión sexual (ITS). “Sin embargo, algunas mujeres pueden experimentar cambios en el pH de la vagina o incluso en la dilatación del útero, lo que hace que sea un poco más propenso el riesgo de infecciones. En cuanto a la higiene, algunas parejas además prefieren usar toallas para proteger la ropa de cama y elegir posiciones que les resulten más cómodas durante este período”, comenta.
El sexo con menstruación va abriendo puertas en el cine mainstream, en la política e incluso en la pornografía, donde, sin embargo, siguen siendo pocos los casos de películas que reflejan este tipo de escenas. La directora de cine porno feminista, Erika Lust, comentaba en una entrevista publicada en la web de la marca de copas menstruales Ruby Cup que uno de los motivos es que gran parte del porno se basa en que la mayor parte del que hoy se genera sigue en manos de los hombres. “No están interesados en la menstruación porque no forma en realidad parte de su vida, por lo que no han pensado demasiado en ello. También se debe, posiblemente, a que no estamos acostumbrados a verlo”, explica Lust.
¿Logrará la llegada del sexo durante la menstruación al cine comercial romper el estigma? Lo que queda claro es que cuantas más mujeres sean las responsables de la creación del contenido audiovisual, más habitual será que veamos reflejados en él aquellas temáticas que, lejos de formar parte de la otredad, son para nosotras parte de nuestro día a día.