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The SideWays Project: “Queremos ser el Tesla de las sillas de ruedas”

Una silla autónoma, con control remoto por bluetooth y GPS, que pueda llevar a un usuario sin asistencia externa y que cuenta con un motor adicional que permite girar las ruedas sobre sí misma, 360 grados.

El Tesla de las sillas de ruedas

Una silla autónoma, con control remoto por bluetooth y GPS, que pueda llevar a un usuario sin asistencia externa y que cuenta con un motor adicional que permite girar las ruedas sobre sí misma, 360 grados. Es lo que tiene entre manos Marco Palacios, de 19 años, fundador y CEO de The SideWays Project, que permite a las ruedas de cualquier vehículo girar 360 grados para desplazarse en todas las direcciones, con las variantes de la tecnología patentadas alrededor del mundo. Mantiene la tracción en todo momento, cuya trayectoria se ...

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Una silla autónoma, con control remoto por bluetooth y GPS, que pueda llevar a un usuario sin asistencia externa y que cuenta con un motor adicional que permite girar las ruedas sobre sí misma, 360 grados. Es lo que tiene entre manos Marco Palacios, de 19 años, fundador y CEO de The SideWays Project, que permite a las ruedas de cualquier vehículo girar 360 grados para desplazarse en todas las direcciones, con las variantes de la tecnología patentadas alrededor del mundo. Mantiene la tracción en todo momento, cuya trayectoria se controla desde un botón independiente.

“Trabajamos por un objetivo a medio plazo, ser el Tesla de las sillas de ruedas. Nuestro proyecto soluciona los problemas de movilidad en espacios interiores y reducidos, por ejemplo, al doblar las esquinas, en los desplazamientos laterales o a la hora de acceder a los ascensores”, cuenta Palacios, que explica cómo su silla de rueda dispone de bluetooth, sistema GPS y el equipo se encuentra trabajando ya en el siguiente nivel: implementar Inteligencia Artificial para que el dispositivo pueda detectar pasos de peatones mientras se circula por el arcén, aumentando la seguridad.

The SideWays Project, formado por Alejandro Alcañiz, director de Tecnología e ingeniero de Producto; Daniel Largo, director financiero e Investor Relations manager; Inés Huertas, directora de Inteligencia Artificial; y el propio Palacios, persigue cerrar este verano 600.000 euros en su primera ronda de inversión. La evolución de la tecnología de este primer prototipo de silla de ruedas, fabricada a tamaño real por una impresora 3D, hará que la misma pueda ser entregada en enero de 2020.

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“La SideWays MK-I es fruto de una silla de ruedas eléctrica, convencional, que adquirí (junto a una impresora 3D) con lo que conseguí ahorrar volando drones, otra de mis pasiones”, explica Marco Palacios, que especifica cómo cortó las ruedas originales con una radial, por lo que mantiene la estructura metálica, pero la parte trasera, de color negro y amarillo, es plástico, hecho a medida con la misma impresora 3D.

“Su fabricación supuso cuatro meses de trabajo y lleva incorporado un kilómetro filamento impreso, a lo que habría que sumar cuatro kilómetros más de gasto en el propio diseño de la silla”, apunta Palacios, quien añade que “cualquier vehículo que tenga ruedas convencionales podrá ser modificado para aplicar e incorporar The SideWays Project”. El campo de actuación del proyecto (más allá del foco inicial en las sillas de ruedas) contempla camiones, autobuses, grandes turismos, carsharing, la industria agrícola o robots asistentes. 

“En automoción existen diseños que emplean un motor térmico con un reparto de par convencional o soluciones que contemplan también la integración en coches eléctricos. De hecho, estamos construyendo un coche a tamaño real para que los usuarios puedan probar nuestra tecnología”, revela.

Estacionar en paralelo, en una única maniobra

Marco Palacios (derecha) junto a Alejandro Alcañiz y Daniel Largo

Las expectativas de The SideWays Project pasan por cerrar acuerdos con otras compañías del sector automotriz y fabricantes de automóviles que implementen el sistema en su línea actual de productos, aprovechando la propiedad intelectual del proyecto, para incorporar en sus vehículos una solución tecnológica que permita el estacionamiento paralelo en una sola maniobra, ahorrando tiempo y espacio.

“Los atascos urbanos se reducen y la contaminación disminuye, además de proporcionar a la marca que apueste por nuestra tecnología una ventaja competitiva sobresaliente”, asegura el CEO de The SideWays Project.

Una innovación nacida en 2017, que cuenta con varios diseños para distintas aplicaciones. Su creador comenzó a concebir la idea a raíz de una experiencia personal: “Mi abuelo va en silla de ruedas desde hace tiempo y he podido vivir de primera mano los retos a los que se enfrentan, día a día, muchos de estos usuarios, con sillas convencionales en espacios reducidos”, cuenta este joven emprendedor, que recuerda cómo, a los 16 años, empezó a dar forma al primer prototipo de un coche, a escala, con la tecnología que ahora utiliza The SideWays Project.

La inquietud innovadora del fundador sorprendió al jefe de estudios de su colegio. Esta, además, no iba acorde con la falta de motivación que Marco mostraba en sus resultados académicos. “Terminé segundo de bachillerato de ciencias con la intención de hacer un grado superior de automoción, que comencé, experimentando la sensación de encontrarme en una continuación de un sistema educativo deficiente”, confiesa Palacios, que recuerda un correo recibido, tres meses después, por parte de Lázarus. Este hito cambió el curso de su historia, mientras se abria paso en la aceleradora de la Fundación Rafael del Pino y obtenía una beca para un máster de emprendimiento en Madrid.

A partir de entonces, ha sido seleccionado como uno de los cinco finalistas de Transferwise 20under20, una competición internacional que selecciona las mejores startups con un fundador menor de 20 años, habiendo resultado el único representante de una startup española capaz de colarse en el top 5 de Europa.

En 2018, The SideWays Project también resultó ganador del premio concedido por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), en colaboración con la Fundación Rafael del Pino, a través del cual el equipo ha podido realizar el programa executive de emprendimiento y tecnología Frontiers of Innovation and Technology, este pasado mes de junio, en Boston.

Pero lo interesante para esta empresa millennial llegará a largo plazo. “Queremos ser la startup de sillas de ruedas más innovadora, estamos definiendo un acuerdo para poder trabajar con el Hospital de parapléjicos de Toledo a fin de implementar una silla autónoma que lleve a los pacientes de una sala a otra, simplificando las tareas de un celador”, augura el fundador de esta startup que pretende dar un giro de tuerca al concepto mismo de invalidez proyectado, originalmente, por los pacientes que utilizan este tipo de desplazamiento. Un salto cualitativo, tecnológico, que sitúe a este producto en la vanguardia del mercado por su diseño futurístico.

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