La innovación tecnológica crea desigualdad (o al menos eso pensamos)

Una encuesta de la Fundación Cotec revela que los ciudadanos ven la I+D+i como un agente de desestabilización social

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Casi el 80% de los españoles piensa que España no invierte suficiente en I+D+i. Así lo anunció ayer Jorge Barrero, de la fundación Cotec para la innovación, en la presentación del informe Percepción social de la innovación en la sociedad española, en cuya elaboración ha participado la firma de estudios de mercado Sigma Dos. El estudio pone también de manifiesto que “un porcentaje mayoritario de la sociedad española, concretamente el 56,5%, piensa que la innovación es una herramienta de desigualdad”.

Una de las fuentes de desigualdad detectadas tiene que ver con el género. La pr...

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Casi el 80% de los españoles piensa que España no invierte suficiente en I+D+i. Así lo anunció ayer Jorge Barrero, de la fundación Cotec para la innovación, en la presentación del informe Percepción social de la innovación en la sociedad española, en cuya elaboración ha participado la firma de estudios de mercado Sigma Dos. El estudio pone también de manifiesto que “un porcentaje mayoritario de la sociedad española, concretamente el 56,5%, piensa que la innovación es una herramienta de desigualdad”.

Una de las fuentes de desigualdad detectadas tiene que ver con el género. La preparación de hombres y mujeres para hacer frente a la digitalización del mercado de trabajo es distinta, de acuerdo con los datos recogidos a partir de las 2.400 entrevistas realizadas. El 67,7% de los hombres encuestados se considera apto para competir en un entorno más automatizado y con mayor presencia de las tecnologías de la información, frente al 59,7% de las mujeres. Para Cotec, estos aproximadamente ocho puntos de diferencia reflejan que queda trabajo por hacer en el terreno de la educación.

La edad también marca diferencias. Los millennials se ven bien preparados para afrontar los cambios: el 73% de los menores de 30 años se muestran confiados, proporción que cae hasta el 55% entre los mayores de 45.

Para José Miguel de Elías, de Sigma Dos, “tenemos que replantear la forma en la que preparamos a los estudiantes”. Asimismo, añadió que otra de las claras evidencias del distanciamiento entre hombres y mujeres se debe a la “falta de vocación que tienen estas a la hora de estudiar una ingeniería, así como a la carencia de emprendedoras tecnológicas”. Entre un 15% y un 25% de mujeres estudian ingenierías o carreras relacionadas con la tecnología, “una cifra muy escasa”.

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  • La ideología influye

El informe ha evaluado también el peso de la ideología política en la manera de relacionarse con la tecnología. Los votantes de Podemos, por ejemplo, son los más preocupados por el cambio tecnológico: el 48% de ellos considera que la destrucción de puestos de trabajo no será compensada por la creación de otros nuevos, opinión que comparte el 37,5% de los votantes del Partido Popular. De la misma forma, el 60,8% de votantes de Podemos cree que el cambio tecnológico aumenta la desigualdad social, frente al 52,6% de quienes apoyan al PP.

A pesar de que la mayoría considera que el cambio tecnológico aumenta la desigualdad social, de nuevo esta proyección es mayor en la izquierda. El 75,3% de los que apoyan a la formación de Pablo Iglesias se muestra de acuerdo o muy de acuerdo con que en España hay poca cultura de innovación.

  • Robotización

¿Qué ocurrirá cuando la tecnología esté totalmente integrada en nuestras vidas? Mientras un 50,7% de los entrevistados cree que en 15 años los robots “de ninguna manera” realizarán el trabajo de un humano, un 16,1% opina que sí, tanto en tareas rutinarias como creativas. Por otra parte, un 32,2% piensa que las máquinas inteligentes podrán ocuparse parcialmente de tareas rutinarias y un 0,9% no sabe o no contesta.

¿Qué es la innovación?

El 89,6% de los españoles cree que la innovación es positiva. Cuando se habla de innovación, la mayoría de la población de nuestro país lo asocia con ciencia, concretamente un 47,3%. Otro 45,5% lo relaciona con creatividad, un 33,4% con cambio tecnológico y tan solo un 26,2% con crecimiento económico. ¿La razón? El miedo al impacto que la innovación tendrá en nuestras vidas.

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