España se suma al pacto migratorio de la ONU rechazado por Gobiernos derechistas

Pedro Sánchez anunciará este lunes en Marrakech medidas para abordar el fenómeno migratorio

Llegada al puerto de Motril, en Granada, de un grupo de migrantes rescatados.En vídeo, trasladan a Melilla a 26 mujeres y 11 niños rescatados en el mar por Salvamento Marítimo.Foto: atlas | Vídeo: Miguel Paquet (efe) | atlas

El presidente Pedro Sánchez viaja este lunes a Marrakech para ratificar el Pacto Mundial sobre Migración, una declaración de principios inédita que suscribirán la mayoría de los miembros de Naciones Unidas para abordar los flujos migratorios de una manera conjunta, ordenada y segura. Sánchez aprovechará su segunda visita a Marruecos en menos de un mes para presentar una serie de medidas en materia migratoria. El Gobierno considera que España es “uno de los países mejor preparados par...

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El presidente Pedro Sánchez viaja este lunes a Marrakech para ratificar el Pacto Mundial sobre Migración, una declaración de principios inédita que suscribirán la mayoría de los miembros de Naciones Unidas para abordar los flujos migratorios de una manera conjunta, ordenada y segura. Sánchez aprovechará su segunda visita a Marruecos en menos de un mes para presentar una serie de medidas en materia migratoria. El Gobierno considera que España es “uno de los países mejor preparados para afrontar” este fenómeno gracias a la historia de España como país de llegada, de tránsito, de retorno y de origen de migrantes.

Sánchez intervendrá en el plenario de la cumbre. Será en su discurso cuando anuncie la celebración, en el primer semestre de 2019, de una Conferencia Sobre Desertificación en Almería, donde hace 25 años se celebró el primer congreso internacional sobre la cuestión. El encuentro busca abordar la relación entre cambio climático, desertificación y migraciones. El caso más preocupante es el del Sahel, una región al sur del desierto del Sáhara, castigada por la pobreza, el cambio climático y la penetración del yihadismo radical. “Es urgente hacer algo frente a la extensión del Sahel, que sigue ganando terreno en países como Senegal y empujando a la gente a la migración. Hay que estudiar cómo parar esa expansión de la desertización y cómo recuperar tierras de cultivo y dar pasos que permitan fijar las poblaciones de estas zonas”, mantienen fuentes del Gobierno.

En sintonía con uno de los 23 principios del pacto, que apuesta por la toma de decisiones conjuntas para abordar los desafíos de cada país en materia migratoria, Sánchez anunciará un aumento de la cooperación con países de origen y tránsito de las migraciones. “Se trata de poner en marcha medidas que favorezcan el desarrollo y la creación de puestos de trabajo en estos países”, mantienen desde La Moncloa. El presidente también propondrá  medidas para luchar contra las mafias que trafican con seres humanos y que se nutren de la vulnerabilidad de los migrantes e iniciativas para su inclusión en España.

Sánchez será recibido, junto al resto de delegaciones, por el rey de Marruecos, Mohamend VI y mantendrá, previsiblemente reuniones bilaterales con la expresidenta chilena Michelle Bachelet, actual alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, y con el director de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), António Vitorino.

El Pacto Mundial para una Migración Segura, Regular y Ordenada comenzó a gestarse en 2016 tras la declaración de los 193 miembros de la ONU en la que asumían que ninguno es capaz de abordar el fenómeno migratorio en solitario. La adhesión de España al pacto ha pasado completamente desapercibida en el debate político español, pero ha causado broncas discusiones políticas en otros países. La derecha y los partidos nacionalistas, de Australia a Canadá, han usado el acuerdo como arma política dotando a un pacto que no obliga a nada de una transcendencia inesperada.

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Aunque el acuerdo no es vinculante y hace especial hincapié en que sus principios no violarán la soberanía de los Estados, 11 países, entre ellos Austria, Italia, Hungría o Chile, han decidido desvincularse de un texto que ayudaron a negociar. En Bélgica, el Gobierno se ha roto después de que su primer ministro haya decidido rubricar el pacto; en Canadá, la oposición ha criticado a Justin Trudeau por apoyarlo; la líder del partido de extrema derecha Marine Le Pen ha pedido a Emmanuel Macron que renuncie a este “acto de traición”. Estados Unidos, el primero a desvincularse de la declaración, acaba de divulgar un contundente comunicado que condensa la política restrictiva antiinmigración liderada por Donald Trump en la que hasta se rechaza la sugerencia del pacto de buscar alternativas ante la detención de niños migrantes.

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