Aeropuerto fantasma, plató de rodaje

Almodóvar rueda ‘Los amantes pasajeros’ en el aeródromo de Ciudad Real, cerrado desde abril, en concurso de acreedores y reducido a un gigantesco decorado

Rodaje de la película de Almodóvar "Los amantes pasajeros" en el Aeropuerto de Ciudad Real.Mariano Cieza Moreno (EFE)

Un grupo de inversores quiso que fuera el primer aeropuerto privado de España. Y fracasó estrepitosamente. La empresa que lo explota está en concurso de acreedores. Un peligroso delincuente líder de una banda especializada en el ajuste de cuentas, Ivo El Búlgaro, quiso comprarlo para traer, en palabras del comisario jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta, Serafín Castro, “entre ocho y diez toneladas mensuales de cocaína a España”. Pero le detuvieron antes. Y un director de cine, ...

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Un grupo de inversores quiso que fuera el primer aeropuerto privado de España. Y fracasó estrepitosamente. La empresa que lo explota está en concurso de acreedores. Un peligroso delincuente líder de una banda especializada en el ajuste de cuentas, Ivo El Búlgaro, quiso comprarlo para traer, en palabras del comisario jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta, Serafín Castro, “entre ocho y diez toneladas mensuales de cocaína a España”. Pero le detuvieron antes. Y un director de cine, Pedro Almodóvar, lo está utilizando para rodar escenas de su última película, Los amantes pasajeros. Es para lo que ha quedado el aeropuerto de Ciudad Real tras una inversión de más de 500 millones de euros: plató de rodaje.

En concreto, según informa la productora del cineasta manchego, El Deseo, durante toda esta semana y de noche se grabarán en el aeropuerto escenas de un aterrizaje forzoso. En la película participan los actores Javier Cámara, Cecilia Roth, Hugo Silva, Miguel Ángel Silvestre, Paz Vega, Lola Dueñas, Carmen Machi y Guillermo Toledo. Es la decimonovena de Almodóvar y transcurre casi por completo en un avión, en concreto, una maqueta de un Airbus de 29 metros que se llama Chavela en homenaje a la cantante recientemente fallecida.

Vecinos de poblaciones cercanas acudieron la madrugada del lunes a las inmediaciones del aeropuerto para curiosear. Pocas veces se había visto tanta gente en el aeródromo, entre aficionados al cine, extras, actores, actrices, equipo de producción, iluminadores, etcétera. Desde que el aeropuerto echó el cierre el 13 de abril, apenas una docena de personas trabajan allí, la mayoría, personal de seguridad.

Esta no es la primera vez que el aeropuerto de Ciudad Real se utiliza como plató de rodaje. Parte de la polémica serie —familiares de las víctimas intentaron evitar que se emitiera— de Telecinco sobre el accidente del vuelo de Spanair en el que murieron 154 personas, Vuelo IL8714, también se rodó allí.

La ficción ha dado en los últimos meses algo de vida a este aeropuerto fantasma en el que no aterriza un avión de verdad desde el pasado 13 de abril, cuando se puso fin a los vuelos privados. En octubre del año anterior habían terminado los comerciales porque Vueling, la única compañía que operaba en el aeródromo, decidió dejarlo. En los aviones viajaba más personal que pasaje.

El aeropuerto, con una de las mayores pistas de aterrizaje de Europa, 4.200 metros, tenía previsto dar servicio a 2,5 millones de viajeros en cinco años. Pero fueron poco más de 100.000 en dos años y medio. Hubo aviones con capacidad para 180 pasajeros que despegaron con 18.

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“Despegan nuestros sueños. Nuevas relaciones, nuevas dimensiones, distintos horizontes”, prometían los carteles colocados en diciembre de 2008, cuando se inauguró. Ahora nadie quiere hablar de él. “No hacemos comentarios de ningún tipo a la prensa”, responde enfadado uno de los tres administradores concursales de la fallida infraestructura. El concurso de acreedores de la sociedad que gestiona el aeropuerto fue presentado por la empresa Montreal, que reclamaba 17 millones de euros. A esa demanda se unió Cajasur, que reclamaba otros 19. La Caja de Ahorros de Castilla-La Mancha (CCM) poseía el 35% de las acciones y prestó dinero a los accionistas privados por otro 25% aproximadamente. CCM fue la primera caja en caer. El riesgo asumido en proyectos tan ruinosos como este aeropuerto, reducido ahora a un gigantesco decorado, tuvieron mucho que ver.

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