Mohammad Sabaaneh, dibujante palestino: “La sangre en las calles de Gaza no puede borrarse de nuestra memoria”

El caricaturista presenta un libro de ilustraciones en blanco y negro, trazadas con una tinta especial permanente e inspiradas en videos publicados por los habitantes de la Franja en las redes sociales desde el inicio de la guerra

El dibujante palestino Mohammad Sabaaneh, con su libro de ilustraciones, el lunes en Casa Árabe, en Madrid.Álvaro García

Treinta segundos es el tiempo que duran los vídeos que publican los gazatíes en las redes sociales mostrando el horror que les rodea desde hace más de un año. Las grabaciones, que se cuentan por centenares, permanecen unas horas o unos días en sus perfiles antes de desaparecer, sumergidas por otras o eliminadas por el algoritmo. “Hay gente que no se siente capaz de mirar los vídeos hasta el final porque les resultan demasiado duros. ¿Ni siquiera podemos ver medio minuto de la vida de una persona? ¿Qué cabe esperar entonces? Por eso yo he querido que esas imágenes permanezcan para siempre”, explica el dibujante palestino Mohammad Sabaaneh, en una entrevista con este diario en Casa Árabe en Madrid, horas antes de la presentación de su tercer libro, titulado 30 segundos en Gaza y editado en España por la Fundación Al Fanar.

Un padre llorando encima del cadáver de sus hijos, un niño que busca a su madre tras un bombardeo, bebés muertos cubiertos de lágrimas y de misiles, adultos intentando proteger a los más pequeños, ruinas... Detrás de las 92 ilustraciones, todas en blanco y negro y dibujadas a mano con una tinta especial imborrable, hay un nombre y una historia real ocurrida en Gaza desde el 7 de octubre de 2023, explica Sabaaneh, caricaturista de los periódicos Al-Hayat al-Jadida, de la Autoridad Palestina, y Al Quds Al-Arabi, con sede en Londres.

Ilustración de Mohammad Sabaaneh, de su libro ‘30 segundos en Gaza’, que representa a una “niña que ha perdido sus dos manos“.Mohammad Sabaaneh
Ilustración de Mohammad Sabaaneh, de su libro ‘30 segundos en Gaza’. El dibujo muestra a una “niña desconsolada tras el asesinato de su madre”.Mohammad Sabaaneh
Ilustración de Mohammad Saabaneh, de su libro ‘30 segundos en Gaza’. El dibujo representa a un hombre que “grita frente a su casa demolida”.Mohammad Saabaneh
Ilustración de Mohammad Saabaneh, de su libro ‘30 segundos en Gaza’. Es el dibujo de una madre a la que “sacan abrazada a su hijo de los escombros”.Mohammad Saabaneh
Ilustración de Mohammad Sabaaneh, de su libro ‘30 segundos en Gaza’. El dibujo muestra a un niño que "transporta a un gorrión a un centro de acogida”.Mohammad Sabaaneh

La primera pregunta de la entrevista la formula y la responde él: “¿Has visto las fotos de las personas que murieron anoche quemadas vivas en un bombardeo contra el hospital Mártires de Al Aqsa en Gaza? Está claro que el objetivo de Israel somos todos los palestinos. Parece que tenían un plan para la Franja antes de los ataques del 7 de octubre de 2023, lo están poniendo en práctica y nadie se lo va a impedir”.

Pregunta. ¿Por qué ve Gaza en blanco y negro?

Respuesta. En mi trabajo diario como dibujante de prensa, uso el color y trabajo digitalmente. Pero en este libro, la idea es provocar una reacción en la gente hacia lo que está pasando en Gaza. Creo que el blanco y negro, el tipo de tinta que uso y el trabajo manual, sin pantallas ni tecnología, representa mejor lo que ocurre y a mí me hace sentirme más en sintonía con lo que quiero contar.

P. ¿Qué tiene de especial la tinta?

R. Es tinta india, hecha con hollín fino. Tiene una textura especial y sobre todo no se borra con el agua. Es permanente. Porque la sangre en las calles de Gaza no puede borrarse de nuestra memoria.

P. ¿Todas las ilustraciones se han inspirado en una historia real?

R. Todas tienen su origen en vídeos y fotos de Gaza que he visto en las redes sociales en el último año. Esos videos, con el tiempo, se perderán. Por eso he hecho este libro, para preservar la memoria palestina y para que sirva como prueba de los crímenes israelíes contra los palestinos de Gaza. Otra prueba más... No sé cuántas harán falta para que el mundo reaccione.

He hecho este libro para preservar la memoria palestina y para que sirva como prueba de los crímenes israelíes contra los palestinos de Gaza

P. ¿Ha habido alguna viñeta que le haya costado especialmente dibujar?

R. Todas son duras, porque todas tienen una historia, un nombre y una familia detrás. Pueden parecer repetitivas, pero no lo son. Empecé a dibujar cuando escuché que hay gente que no se siente capaz de mirar los vídeos hasta el final porque les resultan demasiado duros. ¿Ni siquiera podemos ver medio minuto de la vida de una persona? ¿Qué cabe esperar entonces? Por eso yo he querido que esas imágenes permanezcan para siempre. Que la gente no pueda decir que no sabía.

P. ¿Esta guerra ha cambiado su forma de dibujar?

R. En el libro hay diferentes estilos, pero sobre todo mucho cubismo e inspiración de Pablo Picasso, porque lo que ocurrió en Gernika y lo que pasa en Gaza cada día se parecen. Además, he creído que si a la gente le resulta familiar el estilo, tal vez le conmueva más lo que ve. Lo que está claro es que en este libro he dibujado de forma diferente, más compulsiva, porque conforme avanzaba la guerra, todo se me ha hecho más y más duro.

P. Explíquenos alguna de las ilustraciones.

R. Esta, por ejemplo, es un niño que se va del hospital y está inspirada en un vídeo de un crío de unos 13 años, herido y cubierto de polvo, que decía a los médicos: “Estoy bien, estoy bien”. Imagínate, un niño en esas circunstancias diciendo que está bien. Esto refleja... (suspira) no solo su fortaleza, sino que no tiene otra opción más que convencerse de que tiene que seguir adelante. Esta otra representa a una madre llevando en una carretilla el cadáver de su hijo, que es tan solo un niño y al que va a enterrar. Una madre nunca debería enterrar a su hijo. No podemos acostumbrarnos a estas atrocidades.

P. ¿Estamos acostumbrándonos?

R. Creo que lo que está pasando en Gaza es tan terrible y tan chocante como que la comunidad internacional no haga nada por impedirlo.

La gente no entiende que lo que hoy vemos en Gaza nos afecta a todos y puede ocurrir mañana en Tulkarem, en Jericó o en Ramala. Esa división palestina es también una victoria de Israel

P. Usted vive en Ramala, en Cisjordania. ¿Cómo ha sido este año de guerra en Gaza visto desde Cisjordania? ¿Hay palestinos que prefieren cerrar los ojos?

R. Algunos sí. Pero no solo frente a lo que ocurre en Gaza, sino frente a lo que pasa en Yenín, por ejemplo, de donde es mi familia. La gente no entiende que lo que hoy vemos en Gaza nos afecta a todos y puede ocurrir mañana en Tulkarem, en Jericó o en Ramala. Esa división palestina es también una victoria de Israel. Pero el problema es que no tenemos líderes que nos unan como pueblo. La Autoridad Palestina fomenta a veces esta separación y la idea de que nuestros destinos y los de la gente de Gaza están separados cuando no es así.

P. Porque en este año, las condiciones de vida también han empeorado para los palestinos de Cisjordania.

R. Mucho. Antes, por ejemplo, podías ir en coche de Ramala a Yenín y no veías las colonias israelíes. Estaban más alejadas, pero ahora ya las ves. Ellos, los colonos, tienen mejor transporte público y carreteras en Cisjordania que nosotros, palestinos, que estamos en nuestra tierra. Si nada cambia, en un par de años, vamos a ser prácticamente huéspedes en Cisjordania, o peor que eso, porque a los huéspedes se les trata bien y se les respeta. Seremos extranjeros o visitantes en nuestra propia casa, porque en este momento Israel no tiene límites.

P. ¿Ha tenido problemas con las autoridades por sus dibujos?

R. Sí, he tenido problemas con la Autoridad Palestina. En el pasado, me suspendieron temporalmente en mi trabajo y me amenazaron. También he estado en la lista negra de Hamás y he pasado seis meses en una prisión israelí.

El dibujante palestino Mohammad Sabaaneh, con su libro de ilustraciones, el lunes en Casa Árabe, en Madrid.Álvaro García

P. ¿Se siente libre cuando trabaja o se autocensura?

R. Nadie trabaja libremente. Y el problema no es solo Israel. No tenemos libertad de expresión para criticar a quien queramos.

P. Hay temas que no toca en su trabajo, como la religión. ¿Por qué?

R. Tuve problemas cuando hice una viñeta de Mahoma hace años, pero por encima de todo, la religión no es mi prioridad. Sería como hablar del cambio climático cuando tienes tanques israelíes a poca distancia de tu casa.

P. ¿Cuál es su prioridad entonces?

R. Describir la condición humana en Palestina. Más allá de nuestros derechos políticos, que también los anhelamos, lo importante ahora es que se respeten nuestros derechos humanos más básicos. Mira, mi hermano está preso desde antes del 7 de octubre de 2023 en una cárcel israelí. Sin acusación formal, sin ver a un juez, lo que Israel llama detención administrativa. Es como si estuviera secuestrado. Si decimos que los israelíes retenidos en Gaza son rehenes o personas secuestradas, hay detenidos palestinos en cárceles israelíes que también lo son. En nuestra familia llevamos un año intentando llevarle unas gafas, porque se le rompieron, pero no nos han dado permiso.

P. Su trabajo siempre se basa en la realidad. ¿No le atrae la ficción?

R. No necesito ficción porque la realidad es una fuente de inspiración inmensa y desbordante. Con este genocidio en curso, lo único que quiero es poner a la gente frente a lo que está pasando. Es ya lo suficientemente fuerte, aunque finalmente pareciera no serlo porque nadie reacciona.

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