9 fotos

El camino de las mujeres indígenas para superar la doble discriminación

Víctimas de múltiples violencias, en los últimos años han conseguido, a través de iniciativas comunitarias, defender sus derechos y su identidad. En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, conocemos algunas de sus historias

Las mujeres indígenas han sido víctimas de múltiples formas de violencia a lo largo de la historia. La discriminación para ellas ha sido doble: por ser indígenas y por ser mujeres. Así las cosas, han padecido los peores efectos del cambio climático, han sido silenciadas cuando se han atrevido a denunciar las violaciones de sus derechos y excluidas de los espacios de poder o toma de decisiones sobre sus vidas. En la imagen, artesanas de la comunidad de Ollantaytambo, en la región de Cuzco, Perú, en abril de 2023.Ayuda en Acción
La estrategia adoptada por el movimiento de las mujeres indígenas para hacer frente a las desigualdades estructurales ha sido caminar colectivamente desde lo local a lo global. Han participado en asambleas comunitarias de sus territorios, liderando emprendimientos o protegiendo la tierra, los recursos naturales y el medio ambiente. Así, varias mujeres han logrado ser reconocidas internacionalmente como defensoras de sus derechos y han logrado que se reconozcan los conocimientos tradicionales de las comunidades indígenas en cuestiones tan trascendentales como la conservación de la biodiversidad y la gestión sostenible de los recursos naturales. En regiones como la Muskitia, en la imagen (2018), un paraíso natural en Honduras, las mujeres indígenas se enfrentan a la amenaza constante de la explotación de sus recursos naturales y se han erigido como guardianas de las tierras y de modos de vidas sostenibles frente a las actividades extractivas. Daniel Gama (Ayuda en Acción)
Aracelly, en la fotografía, es una de esas mujeres que ha participado en la lucha por el reconocimiento de sus derechos y de sus identidades. Las indígenas son esenciales en la protección de la cultura de sus comunidades, desde el respeto por la tierra y el conocimiento de su uso al conocimiento de las diferentes estaciones, la comida y la cultura. Aracelly, que pertenece a la comunidad indígena maleku, en Costa Rica, ha trabajado incansablemente para preservar su cultura y su territorio. Desde muy joven tuvo que enfrentarse a la falta de oportunidades, y por eso decidió luchar por mejorar las condiciones de vida de las mujeres de su comunidad. Participó en el proyecto 'Arcoíris de Esperanzas', de Ayuda en Acción, centrado en mitigar el impacto del machismo y la violencia de género. Desde hace años, lidera espacios comunitarios y es emprendedora junto a otras mujeres, con una tienda donde venden productos con identidad local.Ayuda en Acción
Yony Hinojosa se convirtió en 2013 en la primera alcaldesa de Chacán, en la región peruana de Cuzco, una zona formada por ocho comunidades de 5.000 habitantes. No fue fácil. Las comunidades de Chacán formaban una sociedad conservadora que, tradicionalmente, habían dejado a las mujeres relegadas a las casas y al cuidado de los animales. Pero las cosas cambiaron con mujeres indígenas que decidieron erigirse como defensoras de sus derechos y de sus comunidades. Hinojosa cuenta: “Mi padre nos abandonó y sufrimos mucho, pero siempre la vi salir adelante. Por eso he trabajado para que otras mujeres no sufrieran lo mismo que nosotras y que tuvieran más oportunidades”. Consiguió llegar a la alcaldía con el respaldo de las mujeres de las vecinas y entre el rechazo de muchos hombres. Un presidente de las comunidades le dijo: “Tú eres una mujer y no trabajo contigo”. Gracias a su tesón, muchos hombres cambiaron su forma de pensar y se promovieron iniciativas y emprendimientos femeninos. Salva Campillo (Ayuda en Acción)
Dos jóvenes de la Coordinadora Nacional de Mujeres Negras (CONAMUNE), de Ecuador, el cuarto país de América Latina con mayor presencia de mujeres afrodescendientes. De acuerdo con el último censo del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, el 7% de las mujeres se identifica como tal. El 18,4% de las afroecuatorianas vive en condiciones de pobreza extrema, en comparación al 12,3% de hombres afro en la misma situación. Organizaciones como la CONAMUNE trabajan en el fortalecimiento de la identidad y la reivindicación de derechos, especialmente de mujeres afro. Estas jóvenes están al frente de la lucha por la justicia social y económica, demostrando que la educación y la organización comunitaria son claves para transformar sus vidas y sus entornos.Salva Campillo (Ayuda en Acción)
Para los pueblos indígenas, y particularmente para las mujeres, sus conocimientos tradicionales sobre la gestión sostenible de recursos naturales, la biodiversidad y una práctica agrícola respetuosa con el entorno son de un valor incalculable. Además, su conexión espiritual con la tierra les motiva a cuidarla de manera activa y comprometida. Habitualmente son ellas quienes lideran la gestión comunitaria de recursos como bosques, ríos y pastizales, promoviendo su uso responsable y la prevención de la explotación destructiva. En la imagen, un grupo de mujeres de la región de la Muskitia, en Honduras.Daniel Gama (Ayuda en Acción)
Jóvenes garífunas, una comunidad indígena hondureña donde las mujeres enfrentan múltiples violencias, en marzo de 2022. Honduras es uno de los países donde hay más violencia contra las mujeres. El Centro de Derechos de Mujeres registró 386 “muertes violentas” de mujeres y niñas en 2023. Para la etnia garífuna, una de las comunidades que llegaron desde África a Centroamérica en el siglo XVIII, esta violencia ha sido una constante en sus vidas debido a la falta de recursos o el desconocimiento de sus derechos. El proyecto Wamalali ("nuestra voz"), como otras iniciativas en el territorio, busca proteger a niñas y mujeres garífunas promoviendo la erradicación del matrimonio infantil y los abusos sexuales y fomentando la participación en sus comunidades. Ayuda en Acción
En la imagen, Rosario Araujo, una de las mujeres indígenas en Ecuador que lucha por la protección del agua, en mayo de 2023. En este país, son las mujeres, principalmente, las encargadas de recoger el agua para el consumo doméstico. En muchas comunidades tienen que recorrer largas distancias con pesadas cargas, algo que no solo provoca problemas de salud y fuertes dolores, sino que también dificulta o imposibilita su acceso a trabajo remunerado y profundiza las desigualdades. En este contexto, proyectos como 'Mujeres campesinas liderando' han promovido el liderazgo de las mujeres en las juntas administradoras de agua, que son organizaciones comunitarias encargadas de manejar y mantener los sistemas de agua potable en las comunidades. De esta manera, son las mujeres las que lideran los procesos de construcción y rehabilitación de sistemas de agua potable, además de incentivar la siembra de árboles, cuidar los bosques nativos y las fuentes. El cambio climático afecta especialmente a las personas que viven en el campo y de la naturaleza, y para ellas la protección del agua no es solo una herramienta para acceder a la misma, sino una forma de cuidar el medioambiente y sus propias identidades y vidas.Ayuda en Acción
Una mujer de la Muskitia, en Honduras, con dos huevos recién recogidos, en mayo de 2023. El proyecto 'Yamni Iwanka' en esta región significa el buen vivir, y reconoce la estrecha relación entre el cambio climático y el género. Muchas mujeres de la zona están transformando sus vidas haciéndose más resilientes al cambio climático a través de sus huertos familiares, la pesca y la producción avícola. Es uno de los procesos que mejor apoyan la independencia de las mujeres indígenas: logran independencia económica, pero también ganan en empoderamiento e igualdad en sus propias comunidades.Ayuda en Acción