Noah, 1; Elon, 0
La entrevista en ‘La Revuelta’ a una joven con siete enfermedades raras se convierte en X en una celebración del servicio público
El tuitero en jefe, aliado de Donald Trump y hombre más rico del mundo, Elon Musk, ha emprendido una cruzada para apoyar a lo peor de cada casa en Europa, como Alternativa por Alemania, y parece ir ganando en la batalla para sembrar el caos y que nadie crea en nada, que es la consecuencia natural de mentir constantemente —como advirtió la filósofa Hannah Arendt—. Pero todavía siguen ocurriendo en X, la red social tantas veces utilizada para generar odio, escenas de comunión y empatía, ese músculo desentrenado en tiempos de máxima polarización. El milagro ocurrió entre la noche del lunes y el día del martes. Junto a la resaca de la Supercopa, los exabruptos de Nacho Cano y la moviola de #laisladelastentaciones2, se coló entre los temas más comentados (trending topic) una mujer hasta ahora prácticamente anónima, Noah Higón Bellver, entrevistada en La Revuelta de TVE.
El presentador del programa, David Broncano, tiene a tiro a la celebridad que le apetezca, pero decidió, con audacia y acierto, sentar en el sofá del prime time a una joven de 26 años que forma parte de un colectivo invisible, el de las personas que padecen enfermedades raras —en España, tres millones—, crónicas, sin cura y muchas veces sin tratamiento. Durante casi 50 minutos, Noah Higón Bellver, politóloga y jurista, explicó en la televisión pública que el hospital es su “segunda casa”; que la han operado en 17 ocasiones; que estuvo varias veces al borde de la muerte —hizo testamento vital a los 18 años— y que sabe que para ella ya no habrá curación, pero es necesario que se invierta más en investigación “para que los niños que vienen detrás tengan un futuro mejor”.
Lo hizo con el rasgo de inteligencia más evidente, el sentido del humor, con una sonrisa desarmante y utilizando en varias ocasiones la expresión “tengo la gran suerte de...” —para recordar que no padece una discapacidad cognitiva o al grupo de médicos que la atienden—. Y la comunidad tuitera, conmovida, impresionada por su fuerza y su coraje, se lanzó a X para celebrar lo que acababan de ver: “Televisión pública al servicio público” (@cecistafe); “Estoy riendo y llorando a partes iguales. Menudo ejemplo, Noah. Viva la televisión pública. Y ya de paso la sanidad pública. Y la educación pública” (@DrAstrocyte); “Noah Higón y su relato han hecho historia en la televisión pública reclamando más fondos para la sanidad pública. Me alegro de haberlo presenciado y espero poner pronto mi granito de arena” (@SiniorEspinete); “Una lección de vida y de compromiso” (@CSICval); “De los mejores programas hasta el momento. Orgulloso de que nuestra televisión pública de espacio en horario de máxima audiencia a la investigación, a las enfermedades raras y a la sanidad pública” (@alvarolympux)...
Codujo la entrevista Broncano con lo mejor que tenía, su naturalidad. Sin condescendencia, incluyendo las preguntas clásicas del programa sobre dinero en el banco y relaciones sexuales en el último mes, y con sincera curiosidad para entender qué supone vivir con una enfermedad rara. Dicen los manuales que el periodismo tiene una triple función: informar, formar y entretener. La televisión suele ocuparse más de esto último, sacrificando en algunas ocasiones el rigor y en otras, el buen gusto. El horizonte de la parrilla está repleto de ejemplos. De ahí que la red social X celebrara a un extraordinario unísono esa alineación de los astros que permitió, en los minutos más competitivos de la televisión, unir divulgación y esparcimiento; concienciación y risas. El servicio más productivo que provee la profesión siempre ha sido ese: ayudar a ponerse en el lugar de otro.
Tuvo la entrevista un necesario contenido reivindicativo —en la sudadera de Noah se leía: “Sin ciencia no hay futuro”—, y no pasó inadvertido para los espectadores del programa, que se sumaron a la causa reclamando en redes más inversión en investigación. La ministra de Sanidad, Mónica García, se dio por aludida: “Hemos dado pasos enormes en los últimos años, pero queda mucho por hacer. Nuestro firme compromiso con mejorar la atención, el diagnóstico y el tratamiento”, tuiteó. Una prueba más de que las sociedades mejor informadas progresan, porque exigen, y las desinformadas involucionan. Al menos hoy, Noah 1- Elon 0.