¿Para qué sirve la Fiscalía?
Todos comprendemos que utilizar las instituciones del Estado contra Podemos está mal, pero emplearlas para debilitar a Ayuso resulta admisible
¿Para qué sirve la Fiscalía? Obviamente, para filtrar datos de ciudadanos particulares a los medios. Si no partimos de esa base, corremos el riesgo de confundirlo todo. Es verdad que la base no es inmóvil. Hay una distinción esencial: si estamos nosotros en el poder o si están los demás. Por ejemplo, todos comprendemos que utilizar las instituciones del Estado contra Podemos, como hizo el Gobierno de Mariano R...
¿Para qué sirve la Fiscalía? Obviamente, para filtrar datos de ciudadanos particulares a los medios. Si no partimos de esa base, corremos el riesgo de confundirlo todo. Es verdad que la base no es inmóvil. Hay una distinción esencial: si estamos nosotros en el poder o si están los demás. Por ejemplo, todos comprendemos que utilizar las instituciones del Estado contra Podemos, como hizo el Gobierno de Mariano Rajoy, está mal. Pero emplear las instituciones del Estado para debilitar a Isabel Díaz Ayuso y desviar la atención de la investigación sobre las actividades empresariales de la mujer del presidente del Gobierno es admisible. Lo más importante de la unidad de medida es que son dos: una para nosotros y otra para los demás.
El fiscal general del Estado no difundió la propuesta de un acuerdo del abogado de Alberto González Amador, y si lo hizo fue para desmentir un bulo. ¿Qué es una nimiedad como una posible revelación de secretos frente a la epidemia de desinformación que padecemos? ¿Vamos a andarnos con remilgos, como Juan Lobato? Por culpa de actitudes como esa somos el país donde se emiten más bulos del mundo detrás de Camboya o Birmania. ¿Saben ustedes el trabajo que tiene Félix Bolaños, presidente de la Comisión de impulso y seguimiento de Acción por la Democracia? Apuntar sus propias tergiversaciones desalentaría a Sísifo. Es cierto que en el caso de González Amador existía una filtración previa, y que luego el gabinete de la presidenta madrileña lanzó una mentira sobre esa filtración. Pero esa primera filtración se justifica porque, a la larga, fue la que originó el bulo y por tanto su desmentido y ahí hemos demostrado lo mucho que nos importa la verdad. ¿Y qué decir del valor de la prensa seria? Esas cabeceras que investigan, fiscalizan y contrastan, que publican un documento para que los políticos puedan usarlo sin meterse en líos. Además del correo filtrado, sacan exclusivas heroicas como que el juez Peinado, que instruye el caso de Begoña Gómez, tiene dos DNI o elaboran noticias sobre “la desgarradora imagen de un pato muerto por la mascletà de Almeida”. Es cierto que las dos historias resultaron falsas. Pero el mejor escribano echa un borrón. Qué menos que otorgar a la directora del medio un puesto en el Consejo de RTVE. Así podrá acompañar en su tarea al nuevo secretario de Estado de Comunicación, que en su cargo anterior de jefe de prensa del PSOE publicó imágenes falsas en las redes y escribió a programas de televisión porque le molestaban sus contenidos. Alguien tiene que combatir los bulos y luchar contra la polarización.