Somos testigos del horror
Los lectores escriben sobre las imágenes que vemos en redes sociales de los conflictos, la oposición política, los árboles en las ciudades y la educación vial
Hace unos días me apareció en X el vídeo de un hombre corriendo con su hijo cogido por los hombros mientras los jirones de lo que quedaba de sus piernas caían inertes. El niño mostraba una mueca de horror. Su casa acababa de ser bombardeada, y no se escuchaba otra cosa salvo el dolor en su voz y la de su padre, que gritaba en un idioma que no conocía. Contemplé el vídeo una vez, dos veces... Después pasé de largo. No he vuelto a pensar en ello hasta hoy. ¿Cómo puede nadie pasar a otro vídeo, a otra cosa, después de ver algo así? ¿Cómo no he pensado en ello hasta días después? Hay algo malo en mí, esa es la única explicación, ¿no? ¿En qué momento nos volvemos testigos del horror sin que nos remueva, sin que nos obligue a gritar y enfadarnos y llorar? Mi humanidad está herida y no sé cómo repararla.
Laura Arrazola. Galapagar (Madrid)
Oposición constructiva
Que Alberto González Amador, el novio de Isabel Díaz Ayuso, cometió un delito fiscal es verdadero, pues él mismo lo ha reconocido ante Hacienda. Por tanto, es un delincuente, y decirlo no es un insulto. Que la presidenta de la Comunidad de Madrid ha mentido es cierto, solo hay que ver las declaraciones que hizo en defensa de su pareja negando lo evidente. ¿Por qué entonces Ayuso se rasga las vestiduras y arremete contra todos: Hacienda, Fiscalía, Gobierno... mintiendo, insultando, difamando y creando un clima insoportable? Y lo peor de todo es que el líder de su partido la corea y no sabe ponerla en su sitio. Penosa imagen de la oposición, los españoles necesitamos una oposición constructiva y coherente, lejos de bulos y estridencias.
Isabel Díez Velasco. Burgos
Arboricidio
Parece política de ciudad. ¿Os habéis dado cuenta de cómo incrustamos árboles en el cemento? Los enjaulamos en un espacio mínimo, y los escondemos con más cemento ocultando cualquier indicio de biodiversidad. Si queda algún hueco, los tapamos con piedras, colillas o plásticos. Estamos maltratando nuestra flora. La Constitución, en su artículo 45, habla del medioambiente, de la responsabilidad personal y de la institucional. Debemos proporcionar a los árboles el mejor entorno posible para que desarrollen todo su potencial; será bien para ellos y sin duda nos regalarán el doble de beneficios.
Virginia Fuentes Rivero. Córdoba
¿Por qué tanta prisa?
Me encontraba en una calle cualquiera de Madrid, parado, esperando en un paso de peatones a que el semáforo se pusiera en verde para cruzar. A mi lado llegó una madre con un niño de unos dos años en su carrito y una chiquilla de unos cinco a su vera. Ante mi perplejidad, sin más dilación, y con el semáforo todavía en rojo, a la par que un “vamos, chicos”, se lanzó al otro lado de la calle. ¿Qué enseñanza le está transmitiendo esa madre a sus hijos de cara al futuro? ¿Es que nos cuesta tanto mostrar un mínimo de urbanidad y ser más responsables y dar ejemplo a los menores? ¿A qué tanta prisa como si se acabara el mundo y tanta temeridad?
Francisco José Eguibar Padrón. Madrid