Insensibles al horror

Los lectores escriben sobre la guerra de Gaza, los accidentes laborales, los deportistas con discapacidad, la obsolescencia de los métodos educativos y la crispación política

Una madre lloraba el domingo mientras abrazaba el cadáver de su bebé, en Rafah, en el sur de la franja de Gaza.Mohammed Salem (REUTERS)

Puede que no recuerde la fecha exacta en la que aprendí por primera vez lo que sucedió en el Holocausto, pero lo que sí recuerdo es la sensación que me produjo. Irónicamente, las imágenes de cuerpos desnutridos que todos conocemos le impactaron mucho a aquella niña de 11 años que no sabía lo que se le venía encima. Pero lo más irónico de todo es la explicación, que no sé si me di a mí misma o me dieron los demás, que apareció cuando me pregunté cómo nadie hizo nada: ellos no lo sabían. Años después, los que antes eran las ví...

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Puede que no recuerde la fecha exacta en la que aprendí por primera vez lo que sucedió en el Holocausto, pero lo que sí recuerdo es la sensación que me produjo. Irónicamente, las imágenes de cuerpos desnutridos que todos conocemos le impactaron mucho a aquella niña de 11 años que no sabía lo que se le venía encima. Pero lo más irónico de todo es la explicación, que no sé si me di a mí misma o me dieron los demás, que apareció cuando me pregunté cómo nadie hizo nada: ellos no lo sabían. Años después, los que antes eran las víctimas se convirtieron en verdugos, y esa niña de primaria sigue levantándose con sorpresa cada día al comprobar que nadie ha hecho, hace, ni hará nunca nada, por mucho que les restreguemos por las narices fotos de los hombres, mujeres y niños que mueren injustamente cada día.

Mariana Maigler Monteagudo. Albacete

Va por ellos

Mi abuelo murió en un accidente laboral. Como tantos otros, había dejado atrás el campo en busca de un mejor futuro. Su familia vio cómo la fábrica quiso desentenderse de cualquier responsabilidad; solo fue indemnizada gracias a la acción sindical y la llegada de la democracia. Se cumplen 50 años de su muerte. Sirvan estas líneas para honrar también a tantos otros que emigraron, se dejaron la piel (y la vida) trabajando, salieron adelante pese a perder a alguien y lucharon por los derechos de todos.

Rubén García del Horno. Sitges (Barcelona)

Romper barreras

Como joven atleta con discapacidad visual, el deporte se ha convertido en una parte fundamental de mi vida. El atletismo adaptado es mi lugar seguro. Y es que, aparte de enseñarnos valores fundamentales como la disciplina, el trabajo en equipo y la perseverancia, el deporte desempeña un papel crucial en la inclusión social de las personas con discapacidad. Como atleta, no solo he mejorado mi salud física, sino también la mental, ayudándome a lidiar con el estigma social ligado a la discapacidad. A través de la práctica deportiva, podemos romper barreras y crear una sociedad más igualitaria.

Sydney Fokou Takam. Barcelona

Puertas abiertas

Los colegios se visten de gala y sacan toda la artillería pesada: inclusión, tecnología, excelencia, inglés everywhere... Pero no te cuentan por qué su alumnado dice que no quiere ir al colegio, que el método de evaluación es el mismo de hace 80 años, y que tienen dos profesoras con verdadera vocación que lloran a diario porque están atrapadas en un sistema educativo obsoleto. Eso sí, te hablarán de innovación utilizando a Montessori, que creó su método hace más de 100 años.

Iris Méndez Zuya. Vitoria

Tensión política

La dificultad del PSOE y del PP para entenderse les instala en la bronca continua, el desprecio mutuo, la burla, los argumentos falaces y las acusaciones falsas. Algunos se sitúan más allá de la ética, donde todo vale y todo puede ser argumentado como si la verdad fuese su verdad. En esa dificultad profunda está la raíz de muchos problemas.

Luis Castejón. Oviedo

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