Empatía artificial
Los lectores escriben sobre el desarrollo de la IA en la medicina, el efecto de las termitas, el parecido físico entre familiares y el fentanilo
Cuando acudimos a consulta de atención primaria es corriente que al lado del médico de cabecera haya otro médico joven que aprende con la práctica y los consejos del veterano. No sería extraño, a la vista de las investigaciones y ensayos que se realizan, que en un futuro haya también, junto a ellos o en vez de uno de ellos, un sistema de inteligencia artificial que, según leo, puede mostrar más empatía y acierto que un médico humano. Lo del acierto me lo creo; menos me creo que una máquina muestre más empatía que un m...
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Cuando acudimos a consulta de atención primaria es corriente que al lado del médico de cabecera haya otro médico joven que aprende con la práctica y los consejos del veterano. No sería extraño, a la vista de las investigaciones y ensayos que se realizan, que en un futuro haya también, junto a ellos o en vez de uno de ellos, un sistema de inteligencia artificial que, según leo, puede mostrar más empatía y acierto que un médico humano. Lo del acierto me lo creo; menos me creo que una máquina muestre más empatía que un médico. Bienvenida sea la IA si es para beneficio del paciente y del médico. Creo que nos dirigimos inevitablemente hacia un mundo en el que la inteligencia artificial reemplazará a la inteligencia humana en muchos ámbitos, esperemos que sea por el bien de todos. Hablar con un ser humano siempre será preferible a hablar con una máquina. Todos somos humanos, alegamos cuando cometemos errores. No podrán decir lo mismo las máquinas inteligentes.
Antonio Nadal Pería. Zaragoza
Termitas
No se las ve a simple vista. Nadie piensa que pueda haberlas en nuestro entorno, que eso solo ocurre en lugares lejanos. Sin embargo, están ahí. Se introducen por cualquier resquicio y comienzan a alimentarse en una labor tenaz y permanente. El edificio, la casa, los muebles, pueden tener una apariencia de total normalidad y ofrecer un funcionamiento fuera de toda sospecha. Pero por dentro se van quedando huecos, inconsistentes, vacíos. La termita devora de forma irremediable nuestras más sólidas construcciones. Si no las descubrimos y actuamos a tiempo, el edificio acabará carcomido y se desmoronará. Y las termitas continuarán alimentándose de nuestra ruina.
Pedro Catalán. Madrid
Ojos heredados
Él mira al mundo con sus ojos grises y la gente se pregunta de quién los ha sacado. Es evidente que no de sus castaños progenitores. La respuesta que soltamos es que le cambiarán con los meses, pero la realidad es que hoy cumple tres y yo me aferro a que esos ojos se van a quedar ahí mirándome eternamente. Porque él me mira y es como si ella me estuviese mirando desde algún lugar y me dijese: “Nena, lo estás haciendo muy bien”. Y de esa manera es como si una parte de ella viviese en él. Menuda bobada. Pensar que algún día me preguntará y le contaré que tiene los ojos de mi abuela. Sería una clase de justicia genética.
Irene González del Pozo. Madrid
El fentanilo
El fentanilo es un derivado sintético de la morfina que se empezó utilizando en los quirófanos. Yo, en concreto, soy médico anestesiólogo ya jubilado, lo utilicé durante más de 40 años en prácticamente todas las intervenciones con anestesia general, en niños y en ancianos también. Por vía intravenosa y a dosis adecuadas, el fentanilo era un formidable analgésico: seguro, estable, sin efectos secundarios importantes. Que se haya convertido ahora —como consecuencia de las mafias y las drogadicciones— en la más moderna y deletérea de las drogas es realmente triste e impresionante. La culpa no es del fentanilo sino, lógicamente, del hombre. Terrible.
J. Miguel Mora. Vigo