Educación para convivir

Los lectores escriben sobre el civismo de los japoneses, las reacciones en las redes sociales a la muerte de Itziar Castro, el ataque verbal de Abascal a Sánchez, y sobre el acuerdo logrado en la COP28 para reducir el uso de los combustibles fósiles

Aficionados japoneses recogen sus desperdicios en el estadio tras la victoria de su selección ante Alemania, durante la Copa del Mundo organizada en Qatar, en noviembre de 2022.Eugene Hoshiko (AP)

Resido en Japón desde hace dos años y hay algo que me tiene obsesionada: la educación, el civismo y la amabilidad con los demás. Desde la guardería hasta la etapa adulta, los japoneses son instruidos en valores de humildad, respeto y disciplina. Esta formación se refleja en cada rincón: calles impecables, servicios organizados, sil...

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Resido en Japón desde hace dos años y hay algo que me tiene obsesionada: la educación, el civismo y la amabilidad con los demás. Desde la guardería hasta la etapa adulta, los japoneses son instruidos en valores de humildad, respeto y disciplina. Esta formación se refleja en cada rincón: calles impecables, servicios organizados, silencio en el transporte público y un largo etcétera de maravillas que hacen la vida más fácil y amable. La cultura del respeto impregna cada interacción. No puedo pensar en la disonancia que hay entre la educación japonesa y algunas actitudes que presencio en España. En Japón nadie habla por teléfono a gritos ni escucha música a todo volumen sin auriculares. Tampoco los adolescentes. Quizás sea el momento de reflexionar sobre si hay lecciones valiosas que los españoles podemos extraer de la educación japonesa. No para perder nuestra identidad, sino para enriquecerla. Abrir un diálogo sobre este tema podría ser constructivo. Esto no implica renunciar a nuestra esencia, sino buscar oportunidades para mejorar nuestra convivencia.

Jéssica Fernández. Nagoya (Japón)

Itziar Castro

Es impactante ver cómo, tras la trágica pérdida de la actriz Itziar Castro, las redes se han llenado de emotivos y hermosos mensajes en su memoria. Sin embargo, resulta desolador notar que todos los mensajes de odio y crítica se han centrado exclusivamente en su sobrepeso. A pesar de su brillantez profesional, y como persona, la atención se desvía solo hacia aspectos superficiales como su peso. Es desconcertante observar cómo, incluso ante la pérdida de una persona tan querida, la falta de empatía y la crueldad prevalecen cuando se trata de cuerpos que no se ajustan a los cánones de belleza preestablecidos.

Helene Menayo Yeregui. Zumaia (Gipuzkoa)

Medir las palabras

Dicen que quien siembra vientos acaba recogiendo tempestades. Cuando Abascal incita a colgar por los pies al presidente del Gobierno, que ha sido elegido legítimamente por los ciudadanos españoles, y que no lo está haciendo muy mal, a juzgar por la buena marcha que lleva la economía y el gran número de ciudadanos que se beneficia de las políticas sociales, debería recordar que a lo largo de la historia los pueblos no han colgado de los pies a los presidentes demócratas, sino a los tiranos y a los dictadores, a esos gobernantes autoritarios por los que el líder de Vox siente tanta estima, y a los que irremediablemente se parece cada vez más.

Carlos Osorio García. Madrid

La cumbre de nunca acabar

En la COP28 se ha logrado un acuerdo histórico que expresa sin ambigüedades que debemos reducir el uso de combustibles fósiles. Celebro que se llame a las cosas por su nombre, aunque nadie nos asegura que este acuerdo sea eficiente. Mientras los participantes a la cumbre han recorrido miles de kilómetros en avión, a los de siempre no nos queda otra que seguir comprando bombillas de bajo consumo. La ansiedad climática es una dolencia que solo padecemos los concienciados con la precaria situación medioambiental y por eso hace mucho ya que no usamos eufemismos para referirnos a lo que está ocurriendo en nuestro planeta.

Ricardo Cuenca Delgado. Calvià (Mallorca)

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