El falso abrazo entre Yolanda Díaz y Pablo Iglesias

Este Martes Santo, el diario El Mundo publicó en su portada impresa una imagen que, tal y como están las cosas, rozaba el milagro: Yolanda Díaz y Pablo Iglesias posaban juntos de nuevo, casi abrazados y rodeados de fotógrafos. Se trataba de una imagen falsa. Se aclaraba en la parte superior y en el pie que era una ...

Este Martes Santo, el diario El Mundo publicó en su portada impresa una imagen que, tal y como están las cosas, rozaba el milagro: Yolanda Díaz y Pablo Iglesias posaban juntos de nuevo, casi abrazados y rodeados de fotógrafos. Se trataba de una imagen falsa. Se aclaraba en la parte superior y en el pie que era una creación por inteligencia artificial.

El debate, claro, estaba servido. Y en Twitter, territorio de expertos en todo, más. En cuanto se difundió, muchos usuarios criticaron la utilización de la inteligencia artificial para generar imágenes similares a fotografías en un medio. “Esto es muy grave”, tuiteó el fotoperiodista @BrunoThevenin. “Lo certifican con una pequeña nota, pero eso no lo justifica. Es un atentado gravísimo contra el periodismo y es intolerable”, añadió. Quizá llamarlo atentado sea muy desproporcionado: podría ser criticable, sobre todo cuando no hay una advertencia incrustada en la imagen y esta puede difundirse sin el aviso, pero ha servido para abrir el debate sobre el uso de la IA en los medios de comunicación. “No hay mejor forma que alertar sobre los peligros de la inteligencia artificial que exponiéndonos así a ella”, tuiteó la periodista Eva Baroja.

Otros pusieron en duda la elección de esa imagen cuando el titular principal de la primera página era sobre los riesgos para el PSOE de apoyar al partido de Díaz. “La noticia no miente, pero la edición de la portada es éticamente reprobable. Podrían haber escogido una imagen que no tuviese nada que ver con política o, de hacerlo, una que fuera evidente que había sido generada por IA”, escribió @barbaenremojo.

El fotógrafo Carlos Spottorno considera que el desarrollo de estas herramientas exigirá mayor profesionalidad en la realización y edición de fotografías en los medios: “Quizás son buenas noticias porque el único antídoto contra las fotos falsas va a ser la certificación de veracidad, firmada y con responsabilidad legal. Lo que significa subir el nivel profesional de medios y fotógrafos. Quizás vuelvan los fotógrafos a las plantillas”. Si es así, bienvenida sea la inteligencia artificial.

Sin embargo, me temo lo peor. En las últimas semanas, hemos conocido el caso de una imagen generada por IA publicada —no por un medio— con el objetivo de crispar y levantar protestas. Hablo de aquella en la que Donald Trump forcejeaba con varios policías durante su detención; nunca sucedió, pues el expresidente de EE UU entró por su propio pie en el juzgado de Nueva York. La inteligencia artificial se puede utilizar —se utiliza— para desinformar, en nuestra mano está mejorar nuestro pensamiento crítico para aprender a diferenciar la verdad de la mentira generada por IA.

Precisamente eso es lo que pretendían el autor del reportaje y el equipo que generó las imágenes, United Unknown, un grupo de creadores de vídeos e imágenes de humor y sátira política. Contaron en El HuffPost que el respingo generado en la red del pajarito les parece un poco exagerado, que se les encargaron escenas realistas para hacer ver que será complicado distinguir una imagen real de una falsa, pero que lo importante es “fomentar la construcción del pensamiento crítico y que se sepa contrastar la información”.

Total, que el debate sobre el uso de la inteligencia artificial se abrió el martes por la mañana, pero se cerró ese mismo día por la noche al conocer otra noticia distópica: en ¡Hola!, Ana Obregón dice que la bebé que recogió en Miami es hija de su hijo fallecido —o sea, su nieta— por vientre de alquiler. “Se ha pasado la pantalla de Black Mirror”, dijo Verónica Fumanal en Hoy por Hoy.