Expuestos ante la incertidumbre del futuro
Los lectores opinan sobre la precariedad juvenil, el discurso de Elisa María Lozano en la Complutense, el protocolo del aborto en Castilla y León, la situación de la sanidad y la sociedad del miedo
Si hablamos de generaciones previas a la mía —mis padres y abuelos—, estaremos todos de acuerdo que mis padres —la generación posterior— pudieron disfrutar de una mejor calidad de vida que sus predecesores. Pero, ¿qué será de mi generación? ¿Tendremos nosotros mejor calidad de vida que nuestros padres? Habiendo pasado una crisis económica en 2008, una pandemia y en mitad de lo que parece ser una recesión debido a una guerra, la respuesta parece evidente. Si a esto le sumamos salarios precarios y alquileres por ...
Si hablamos de generaciones previas a la mía —mis padres y abuelos—, estaremos todos de acuerdo que mis padres —la generación posterior— pudieron disfrutar de una mejor calidad de vida que sus predecesores. Pero, ¿qué será de mi generación? ¿Tendremos nosotros mejor calidad de vida que nuestros padres? Habiendo pasado una crisis económica en 2008, una pandemia y en mitad de lo que parece ser una recesión debido a una guerra, la respuesta parece evidente. Si a esto le sumamos salarios precarios y alquileres por las nubes, ¿qué futuro nos espera a los jóvenes? Ojalá algún día podamos llegar a ese punto en el que estuvieron nuestros abuelos y podamos darles a nuestros hijos el futuro que merecen.
Miguel López Martínez. Granada
Seres pensantes
Instar a escuchar el latido fetal a una mujer que decide abortar tiene como fin enfrentarla a su propia sensibilidad para que se culpabilice. Como si las mujeres fuésemos seres no pensantes a las que hubiese que provocar emociones para influir en nuestras decisiones. Abortar no es sinónimo de insensibilidad. Un embrión no es un ser humano, un animal tampoco. ¿Resultaría agradable escuchar en los restaurantes grabaciones con sonidos de corderitos para que adquiriésemos conciencia de nuestros actos gastronómicos? Apelar a la sensibilidad humana con intenciones moralizantes supone una coacción inaceptable. Agradable y ético no son conceptos equivalentes.
María José Díez de Isla Insúa. La Coruña
Un discurso brillante
El pasado martes, fue un día oscuro para la universidad pública, pero en el discurso de la estudiante de la Universidad Complutense de Madrid Elisa María Lozano ha habido verdad, coraje y criterio. Un discurso sencillo pero que nos muestra a los miembros de la comunidad universitaria y a la sociedad que hay jóvenes que expresan su lucidez y su ética frente a los poderosos que siguen consiguiendo privilegios no merecidos.
Carmen Mata Barreiro. Madrid
Ya solo somos unos números
Mi padre fue al médico porque tenía una urticaria y lo ingresaron para hacerle unas pruebas. Como el médico que debía verlo no lo recibía y las pruebas que debían hacerle se iban demorando, aquellos 20 días de hospital acabaron con la vida de mi padre. Tenía 89 años y parecía normal que hubiera muerto. Había luchado media vida por la sanidad pública y había trabajado su vida entera por construirla y mantenerla, pero en la nueva sanidad pública no quedaba ya humanidad, solo había números. Hemos amortizado a toda una generación por el hecho de ser viejos.
Ángel Romero Díaz. Huelva
Vivir con miedo
Es agotador tener que estar siempre sobrepensando todo por miedo a haberlo hecho mal, intentando comprobar si cada paso que se ha dado es correcto; si se ha hecho todo bien. Tener miedo es, quizás, una de las realidades más humanas que existen pero, al mismo tiempo, uno de los dolores más irrealmente presentes que existen.
Alejandro Hernández Pérez. Santa Cruz de Tenerife