Otro fracaso social

Los lectores escriben sobre las estadísticas de suicidios, las pruebas de acceso a la Universidad, el poder judicial y la influencia de las redes sociales en los jóvenes

Jornada de prevención del suicidio del Ayuntamiento de Madrid el pasado 19 de diciembre.AYUNTAMIENTO DE MADRID (Europa Press)

Hace unos días el Instituto Nacional de Estadística presentó los datos sobre el suicidio en España en 2021. Algunos de los aspectos más relevantes son los siguientes: 4.003 personas decidieron quitarse la vida ese año, al menos 22 de ellas tenían menos de 15 años y en la tercera edad el suicidio se incrementó en un 20% respecto a 2020. Hoy, en España el suicidio mantiene el primer puesto como causa de muerte no natural (siendo líder desde 2008) y el segundo puesto entre jóvenes de entre 15 y 29 años; superando en número a los homicidios, asesinatos por violencia de género, ahogamientos o los a...

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Hace unos días el Instituto Nacional de Estadística presentó los datos sobre el suicidio en España en 2021. Algunos de los aspectos más relevantes son los siguientes: 4.003 personas decidieron quitarse la vida ese año, al menos 22 de ellas tenían menos de 15 años y en la tercera edad el suicidio se incrementó en un 20% respecto a 2020. Hoy, en España el suicidio mantiene el primer puesto como causa de muerte no natural (siendo líder desde 2008) y el segundo puesto entre jóvenes de entre 15 y 29 años; superando en número a los homicidios, asesinatos por violencia de género, ahogamientos o los accidentes de tráfico. El número de teléfono para la prevención del suicidio es el 024, es gratuito y disponible a todas horas todo el año. Este número en su primer mes de funcionamiento atendió 15.000 llamadas y se estima que hoy recibe unas 400 al día. Entiendo que al lector, como a mí, al leer un atisbo de esta situación se le habrá helado el cuerpo, quizás con enfado y, tal vez, se comience a concienciar de esta deriva y fracaso social.

Manuel Sánchez-Valverde López. Santander

Nueva EVAU

El controvertido diseño de la nuevas pruebas de acceso a la Universidad parece estancado en la búsqueda de una fórmula que permita que la EVAU sea más competencial. Se quiere que los estudiantes sean capaces de demostrar unos saberes o contenidos concretos mediante unas habilidades expresivas y lingüísticas adquiridas a lo largo de su formación académica. Eso que se busca, sin embargo, ya existe desde hace tiempo en la realidad de muchas aulas. En la asignatura de Lengua y Literatura lo llamamos “comentario de texto” y consiste en reflexionar, a partir del análisis de un escrito, sobre diversas cuestiones relacionadas con el temario del curso. Si los expertos que ahora estudian cómo diseñar la nueva EVAU lo hubieran considerado así, nos habríamos ahorrado un gran (y absurdo) debate en el ámbito de la educación.

Gregorio J. Fernández Nadal. Bullas (Murcia)

Desideologización

Después de 31 años de ejercicio de la abogacía puedo decir que el Poder Judicial es el más incontrolable de todos los que son sostén del Estado de Derecho. Sabedores de que sus ideologías dominantes no tienen contrapeso alguno quitan y ponen gobernantes mediante la admisión de querellas espurias y ahora deciden qué leyes nos tenemos que dar según ese pensamiento que les domina. No encuentro otra solución más que modificar su manera de acceder a ese puesto: desideologización obligatoria, aumentar las causas de recusación y sobretodo una formación obligada en ciudadanía, igualdad y convivencia.

Fernando Pamos de la Hoz. Majadahonda (Madrid)

Enredados

Las redes sociales a lo largo del tiempo se han vuelto más tóxicas y perjudiciales para la salud mental, y es que no solo te inculcan que la vida perfecta existe y que tienes que aspirar a ella. Te muestran que por hacer un baile que se vuelva viral o una foto que tenga muchos likes debes dejar de estudiar y trabajar para ser influencer y ganar dinero a base de ponerte guapo y subirlo a internet. Todo va por modas y el día de mañana cuando las redes sociales hayan pasado a segundo plano ¿dónde quedaran los influencers que dejaron todo por ellas?

Eva Pinto. Madrid



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