Las familias también cambian
El borrador de la ley equipara los derechos entre las nuevas y viejas modalidades de familia
El anteproyecto de ley de familias, cuya aprobación en Consejo de Ministros está prevista para este martes (aunque pueda aplazarse unos días), corrige el desfase jurídico que arrastra España, unifica la normativa dispersa y da pasos significativos en la regulación de los derechos de los modelos de familia que han ido transformando el día a día de la sociedad. España se ha comprometido con la Unión Europea, en el marco de los fondos Next Generation, a aprobar esta normativa con fecha límite de ...
El anteproyecto de ley de familias, cuya aprobación en Consejo de Ministros está prevista para este martes (aunque pueda aplazarse unos días), corrige el desfase jurídico que arrastra España, unifica la normativa dispersa y da pasos significativos en la regulación de los derechos de los modelos de familia que han ido transformando el día a día de la sociedad. España se ha comprometido con la Unión Europea, en el marco de los fondos Next Generation, a aprobar esta normativa con fecha límite de junio de 2023.
La discriminación que padecen hoy algunas de estas familias, como las LGTBI y las que se encuentran en situación de vulnerabilidad, empieza a encontrar remedio, según el actual borrador, aunque pueda no ser todavía plenamente satisfactorio para todas las demandas, como por ejemplo las de las monoparentales (que son ya más de un 10% de los hogares españoles y el 83% de ellos, encabezados por mujeres). Es relevante que se equipare en derechos a las familias monoparentales con dos hijos con las familias numerosas, cuenten con una acreditación en lo estatal y preferencia para acceder a viviendas de protección oficial o en la gratuidad de centros de educación infantil durante al menos 16 semanas en los 24 primeros meses de vida.
Otro avance efectivo consiste en la equiparación de las parejas de hecho con las que han contraído matrimonio, de modo que también dispongan de 15 días libres cuando formalicen su situación en el registro, además de permitir que accedan a los permisos de cuidados de los que pueden disponer los matrimonios. La fijación por ley de la disponibilidad de algunos días para imprevistos familiares es también una buena noticia al disponer de hasta nueve días retribuidos al año para cuidados o urgencias. Cinco de ellos, para atender a familiares de hasta segundo grado (abuelos, nietos o hermanos) y convivientes en caso de accidente o enfermedad graves.
También se otorga la posibilidad de ausentarse del trabajo por motivos familiares imprevistos, lo que dará derecho a retribuir, como máximo, las horas equivalentes a cuatro días. La ayuda de 100 euros al mes que actualmente reciben las madres trabajadoras con hijos de hasta tres años se amplía también para quienes cobren una prestación por desempleo o hayan cotizado 30 días a la Seguridad Social (como ya se recogió en los Presupuestos de 2023).
Los avances son notables, aunque ha quedado fuera del anteproyecto la intención de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, de equiparar los permisos de maternidad y paternidad de las familias monoparentales con las familias con dos progenitores, pese a venir avalada por varias sentencias judiciales que han dado la razón a madres que habían recurrido a los tribunales. Tampoco ha llegado al texto final la propuesta originaria de universalizar la prestación por crianza para todos los menores, ni la ampliación de permisos de maternidad y paternidad de 16 a 24 semanas. Pese a esas limitaciones, el anteproyecto avanza en la equiparación de los derechos de los nuevos y viejos modelos de familia.