Godard, el genio y la “rata”
La muerte del cineasta se recibe en las redes no solo con elogios. Algunos tuits relacionan al director con Javier Marías y con el fotógrafo William Klein, recientemente fallecidos también
Tres grandes creadores han fallecido en apenas tres días. El último ha sido Jean-Luc Godard, un cineasta genial que cuenta también con muchos detractores. Las innumerables semblanzas y obituarios suelen pasar de puntillas sobre los aspectos más oscuros o críticos del personaje. Se trata de destacar su contribución, lo cual es razonable, pero en muchas ocasiones se cae en la hagiografía sonrojante, como ha sucedido con el deceso de la reina Isabel II. En Twitter, esta lógica se mant...
Tres grandes creadores han fallecido en apenas tres días. El último ha sido Jean-Luc Godard, un cineasta genial que cuenta también con muchos detractores. Las innumerables semblanzas y obituarios suelen pasar de puntillas sobre los aspectos más oscuros o críticos del personaje. Se trata de destacar su contribución, lo cual es razonable, pero en muchas ocasiones se cae en la hagiografía sonrojante, como ha sucedido con el deceso de la reina Isabel II. En Twitter, esta lógica se mantiene, aunque en la red siempre hay espacio para la disensión, el contrapunto, cuando no el insulto. Y también para tender inesperados y fructíferos puentes que vinculan al director que ya habría pasado a la historia del cine solo por su primer filme, Al final de la escapada, con el fotógrafo William Klein y el escritor español Javier Marías, fallecidos el sábado y el domingo, respectivamente.
Un tuitero lamenta la pérdida para Miguel Marías de un hermano y de uno de sus cineastas más admirados, al que este crítico de cine le ha dedicado mucho tiempo de estudio y análisis, además de disfrute. El propio autor de Mañana en la batalla piensa en mí era un cinéfilo empedernido y en una de las listas a la que los periodistas somos tan aficionados a pedir y los lectores a leer incluyó entre sus 25 películas favoritas Banda aparte, de Godard. Una película muy poco convencional que ha sido muy copiada. Incluso Quentin Tarantino llamó a su productora con el título del filme del que se reproducen en Twitter sus maravillosas secuencias del baile en el café o la carrera a toda pastilla de los protagonistas por el mastodonte cultural del Louvre.
Un excelente retrato del cineasta, un primer plano con expresión inquisitiva tras sus gafas mientras fuma un cigarrillo al estilo existencialista de la Nouvelle Vague, fue realizado en 1960 por el irreverente William Klein, asistente de Fellini en la película Las noches de Cabiria. Con estos ingredientes, el no menos cinéfilo Juan Marsé podría haber cocinado uno de sus deliciosos artículos sobre asociaciones insospechadas del firmamento cinematográfico que publicó en Babelia.
La Red también recuerda el exabrupto que soltó la cineasta Agnès Varda cuando fue a visitar a su antiguo amigo de la Nueva Ola durante el rodaje de su película documental Visages, Villages (Caras y lugares, estrenada en España en 2018) y el director no le abrió la puerta. “Sucia rata”, comentó la directora fallecida el pasado año. Momentos antes, la cineasta le mostraba al codirector del documental, el fotógrafo JR, un corto que hizo en 1961 con la actriz Anna Karina y Godard, entonces pareja, de protagonistas y le explicaba que el cineasta, al que no veía en años, era “impredecible”, un “filósofo solitario”, “un inventor” que “cambió el cine”, según recuerda JR en su Instagram.
También hay comentarios críticos en Twitter sobre su difícil carácter, su ideología de izquierdas, sus ataques a la religión católica, que si muchas de sus películas eran un tostón, salvo la primera, que no se entienden. “Godard ha muerto: día duro para las personas más insoportables que conoces”, apunta una tuitera. “JLG era un genio del cine. Sus películas habrán marcado el imaginario de varias generaciones. Sin embargo, siempre fue conocido por desagradable y altanero”, señala otro. “Un genio tan brillante como repelente. Un tipo al que Fritz Lang le dijo que sabía de sus películas más que él mismo. A mí me gustaba tanto al principio como me gustaba poco después de sus devaneos maoístas. Pero ser un genio lo fue”, indica un tercero.
La mayoría de tuits, sin embargo, inciden en ese carácter renovador y experimental del cine de Godard. Un tuitero reproduce el diálogo entre el cineasta Georges Franju y Godard: “Pero, seguramente, monsieur Godard, usted admitirá por lo menos que es necesario que las películas tengan inicio, nudo y desenlace”. “Desde luego”, respondió Godard, “pero no necesariamente en ese orden”. También se hace hincapié en su coherencia con sus principios al morir con 91 años mediante el suicido asistido, en cómo conformó la educación sentimental de muchos (“Dime si amas Al final de la escapada y te diré quién eres”) y sobre en su brillantez y capacidad intelectual con la reproducción de fragmentos de diálogos de películas, entrevistas y escritos. Estos son algunos de los ejemplos más repetidos en las redes: “El que salta al vacío no le debe ninguna explicación a los que se paran a ver”; “El comunismo existió una vez. Fue en el estadio de Wembley: Hungría ganó 6 a 3 a Inglaterra. Los ingleses jugaban individualmente, los húngaros practicaban el juego colectivo” o “¿Cuál es tu ambición en la vida? Ser inmortal y después morir”.